domingo, 2 de junio de 2013

ankh

La intersección entre dos rectas representa la solución del sistema de ecuaciones que conforman las fórmulas de esas rectas. Su solución es el punto de corte. Si son perpendiculares son rectas secantes perpendiculares conformando una cruz perfecta.

Una elipse es el lugar geométrico de los puntos del plano, cuya suma de distancias a los focos es igual a 2a, Los focos de la elipse son dos puntos equidistantes del centro. A diferencia del círculo hay infinitas elipses. Para un mismo tamaño, elipses hay infinitas, dependiendo de la distancia entre sus focos. 

Círculo sólo hay uno.

Cuando la intersección de las dos rectas es coincidente con uno de los dos vértices de la elipse configuramos lo que los egipcios representaban en un ankh (el aliento) o cruz de la vida. O vida eterna.

En un tiempo infinito  lineal, pasado, presente y futuro -la recta horizontal- encontramos un punto de intersección de la recta vertical -la estancia de lo que perece- donde ambas representan el plano material, y son coincidentes en un punto con el vértice de uno de los focos de la elipse donde se retorna a lo intangible, esa  bóveda superior que se corresponde con el tiempo cíclico o la gestación del universo.

Lo divino se une a lo humano. Creándose  la llave para un Dios encarnado.

Yo soy, el que soy -recta vertical- en un tiempo lineal. El que ha sido -lado izquierdo de la recta horizontal- el que será -lado derecho de la recta horizontal- y el que vive en la eternidad -elipse superior-

Ya lo dijo Newton: ”Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano”

El ADN basura o la actividad cerebral  inconsciente,  son ejemplos  de por donde habita la verdad, tan esquiva a nuestros pequeños y limitados sentidos.
Según avanza el conocimiento intuimos que lo que verdaderamente  se aproxima a las respuestas que buscamos, dormitan a la vista de todos en la inmensidad  del océano.

Traducir acertadamente las experiencias sincrónicas es una de las claves para avanzar y acercar y certificar que lo infinito, inmutable y atemporal se nos presenta con más certeza que la aparente solidez de nuestro limitado y pequeño  plano material.