Me encanta el programa de telerrealidad joyas sobre ruedas. Cogen un coche con un diseño emblemático del pasado y lo reviven. Digamos que lo potencian llevándolo a su estado original.
Arreglan chapa, pintura, cambian embragues, palancas de cambio, fugas de aceite, válvulas, tubos de escape, filtros, juntas, frenos, tapicería... Se atreven con todo con tal de sacarle un beneficio revendiéndolos a coleccionistas y enamorados de estos modelos.
Disfrutan en su trabajo, que mercado para esto ¿seré yo como pasiva audiencia? según nos muestran hay.
En seguida averiguan que hay
que hacer. Eligen las herramientas adecuadas, tuercas y arandelas
no se resisten. Unas piezas las limpian, otras las arreglan, otras las reponen,
otras las engrasan. Obviamente si no eres mecánico no te enteras de nada de lo
que hacen, pero eso da igual.
El elevador hace las veces de
mesa de quirófano y sube y baja para llegar mejor a lo deteriorado. El taller
está impoluto y con cuidado evacuan negras diarreas del intestino del motor. La
carraca y las llaves adecuadas desmontan y montan partes con su par de apriete preciso
sin que se les olvide ninguna pieza, ni ningún paso.
A diferencia de los desguaces donde se trafica con sus órganos, aquí a estos autos se les da una segunda oportunidad. Invierten un número de horas, echan cuentas, los venden, sacan un beneficio y se acercan a otros modelos.
Así se ganan la vida.
Está claro es un programa de
entretenimiento y por detrás de su escenario hay todo un equipo que trabaja induciendo para
condicionar tu atención y observación…
…¡Ahá!
Han estado por aquí sucesivamente las 14. 34, 9 y 5 puertas de visita y como buen anfitrión las he acogido.
Ubicadas todas ellas en el centro sacral delimitando en mi cuerpo a través de la Luna los canales del compás (14-2) exploración (34-10), concentración (9-52), y ritmo (5-15), estos tránsitos personales empezaron a las 17:00h del día 13 de febrero durando hasta las 08:00h de hoy día 15 en que acabó el baile.
Apenas dos días de definición, con el
Sol preso de deseos por la actual puerta 30, con capacidad de fluir con
energía vital y creativa.
Se supone con vigor para potenciar la
dirección en la vida, con poder puro, con dinamismo para establecer un patrón, para
repetir esas guías. En definitiva toda una fuente del imperio a mi disposición
cada mes (si estoy atento) me visitan, mantienen y las dejo
entrar para equilibrarme desde mi observación bien condicionada.
El modelo sacral ―en el sentido de construir algo potenciando con energías constantes― es un momento que al disolverse rápido, aprovecho para reparar algún que otro roce, ajustar mi motor y llenar el depósito, que con otras improntas diarias ya siento (a veces fugazmente), otros tipos, autoridades y estrategias que no poseo pero que me permiten entender y respetar sus formas.
Gonna Get Along Without You Now, canta Viola Wills brillando con luz propia y efectivamente sí, me las arreglaré sin ellas los demás días, pero sé que cuando vuelvan, como si leyeran mi mente, el mes que viene, bailaremos en la pista una vez más llenándonos todos de su energía vital.
Por un par de días ―así es el microcosmos de mi vehículo― aparco sentires más melancólicos y sensibles y abrazo de otro modo la vida y gracias a unas pocas horas de visita y cuidado, sorpresa, me descubro y siento súbitamente ligero y con una deseosa energía edificante a contagiar, que así se muestra.
Siempre hay segundas oportunidades:
¡ahá!
Disco: If you could read my mind (si pudieras leer mi mente)
30ª Clave Genética. "El fuego celestial" Sombra: Deseo / Don: ligereza / Siddhi: Rapto