jueves, 31 de diciembre de 2009

god bless the child

Quiero narrarles un cuento para despedir el año:

Hace unos meses pusieron en un canal de TV la última película de Indiana Jones. El amigo Harrison Ford ya tullidito en el Reino de la Calavera de Cristal. En esta nueva entrega de Spielberg se mezcla el tópico del comunismo malévolo en sustitución del nazismo, y la mitología extraterrestre. El hangar 51, el alienígena de Roswell, un cráneo de cristal encontrado en Nazca de origen extraterrestre, Akator la mítica ciudad de oro que buscaba Orellana, Mayas, seres interdimensionales, Templos, el malo Spalko atragantado por ansiar la verdad, (conocimiento), sobrecargado de información explota de pura avaricia. 

Y naves extraterrestres que emergen de los escombros del templo. Y entre medias muchas persecuciones; por selvas, por acantilados, los buenos escapando de situaciones inverosímiles, mucha acción como no puede ser menos tratándose de Indiana Jones.

Imagínen ver esta película con tu hijo de siete años. Creo que pasó más tiempo agarrado a mi cuello, y escondido tras los cojines del sofá, asomando su cabecilla, que viendo la peli. Al acabar la misma pasada la media noche, con la excitación de las imágenes grabadas en su mente, me pidió por favor que me acostara a su lado hasta que se durmiese. En estas ocasiones cuando me lo pide lo que hago es que me tumbo a su lado con el ipod y unos cascos y escucho música de forma aleatoria. Me observa acurrucado en la cama con sus ojillos entre abiertos tranquilo y seguro ahuyentados sus fantasmas hasta que se duerme, que suele ser por otro lado, casi de inmediato. 

Tengo grabadas más de mil canciones de género variado, fundamentalmente jazz. Lo que ocurrió a continuación, en lo que me concierne, se escapa a lo racional. Unos lo llamarán casualidad, otra sincronía, conexión espiritual, estado místico, misterio, otros ni siquiera repararán en ello, no le darán importancia o incluso se la quitarán. Si no se sabe, no se puede observar lo que se ve, o dicho de otro modo la persona que sabe, puede observar lo que nadie ve, y yo en ese instante lo sentí.

Las experiencias son personales, hay que sentirlas con toda tu percepción en estado de alerta, hay que interpretarlas y vivirlas. La primera canción que sonó fue “God Bless The Child” (Dios bendice al niño) cantada por Billie Holiday. Al finalizar la canción ya estaba dormido. Podría haber sido otra canción pero fue esta. La magia hecha realidad. Di las gracias.

No les quepa duda, la única frecuencia vibratoria elevada procede de forma inequívoca del amor.

Feliz 2010 a todos.

Namasté.







martes, 24 de noviembre de 2009

crisis

Acerca del pasado, del presente y del futuro.
En algunos círculos astrológicos se anuncia el estallido (la verdadera crisis económica) para el próximo año 2010, concretamente para mediados del mes de agosto, dicen, se habrá esfumado toda ilusión de recuperación económica.
Las afirmaciones astrológicas hacen referencia a la posición de los planetas lentos, coincidentes en posición, con las grandes crisis acontecidas en la historia. (Caída del Imperio Romano, Revolución Francesa, Guerras Mundiales, Torres Gemelas, crisis económicas del 29 y reciente 2008, etc.), y esto por sólo citar algunos.
Básicamente se menciona la posición Saturno–Plutón en cuadratura para agosto 2010, dentro de la ya de por si crisis en la que estamos inmersos, que abarcará del 2008 al 2018 por la cuadratura Urano-Plutón. Curiosamente se menciona el período actual de aparente salida de la crisis a la conjunción que atravesamos de mayo a diciembre de 2009, entre Júpiter y Neptuno, esfumándose poco a poco en el primer trimestre del 2010.
Y si no es crisis económica, la configuración que se avecina quien sabe si conllevará graves conflictos bélicos, como en las pasadas guerras mundiales.
No es por ser agorero, pero parece que si sorteamos el período 2010-12 todavía hasta el 2016-18, la humanidad estará en crisis. Los tiempos vienen revueltos.
Si los Sumerios, Ramsés II, Asurbanipal, Ptolomeo, Copérnico, Paracelso, Bacon, Kepler, Jung, Addey, por sólo citar algunos se acercaron, conocieron y estudiaron en su tiempo la Astrología, por algo sería. Los prejuicios, sobre todo desde las posiciones racionales y científicas del último siglo, han ido siempre a saco, sin miramientos, arrinconando estos temas.
Aprovecho para recomendaros un libro de Richard Tarnas “Cosmos y Psique”. Este autor (profesor de Filosofía y Psicología) lleva más de treinta años investigando, señalando la existencia entre una correlación entre los movimientos de los planetas y las experiencias arquetípicas mediante la recopilación de datos históricos, y no deja de asombrar, por su rigor, totalmente al margen del desprestigio y engaño que de esta disciplina milenaria se ejerce en la actualidad.
Estoy de acuerdo con que sólo existe el presente, el aquí y el ahora como dice Eckhart Tolle en “el poder del ahora”, si bien desde una perspectiva astrológica, arquetípica, (como Tarnas dice: “con mente y corazón abiertos”) podría permitírsenos cuando menos, así lo pienso, estar alerta y aprender de la experiencia de lo ocurrido en el pasado en nuestra historia. 
Si el futuro está escrito no lo sé, como tampoco, y no lo digo por entrar en polémica, se le puede dar toda la credibilidad a la siempre compleja, difícil y fascinante disciplina de la astrología. 
El mismo Tarnas finaliza su libro diciendo: “Al fin y al cabo, la magia, la religión y la ciencia no son más que teorías del pensamiento, y así como la ciencia ha reemplazado a sus predecesoras, así será ella sustituida por alguna hipótesis más perfecta……”

lunes, 28 de septiembre de 2009

anomia

Vivimos en una sociedad denominada anómica, concepto sociológico, en la que la razón de la sociedad se sustenta en lo material con una única intención de adquirir bienes u objetos. O dicho de otra manera: Poder. Lo material encumbrado en la cima, y muchos escalando por la montaña. 

En el fondo esta sociedad incomunicada (el Psiquiatra Carlos Castilla del Pino lo expone muy bien en su libro “La Incomunicación”) basa su poder, como bien dice, en el aprovechamiento que de la comunicación se hace para con los demás, en beneficio propio. Y es que hay que alcanzar la cima. Y si es cuanto antes y a cualquier precio, mejor.

La comunicación real y sincera entre nuestros semejantes,  el conocimiento y la información compartida, dejan de existir. Y una de las maneras de alcanzar la cima  es generando miedos. Son los tiempos de crisis que tocan vivir.

La globalidad versus, tv o medios de comunicación en general, pasando por internet, sin duda alguna, empieza a producir alarmantes casos de angustia porque, paradójicamente al acceso inabarcable del conocimiento actual, nos damos cuenta de lo poco que sabemos, y  de lo difícil que es discernir entre tanta avalancha de información y datos.

Por lo que se ve, se lee, y se escucha, unos dicen blanco, otros dicen negro, otros exponen, juzgan, divagan o fantasean, pero pocos matizan, pocos preguntan, pocos levantan el dedo por temor a ser silenciados.

¿Con que nos quedamos?

Olga Casanova acierta al exponer en su libro “Ética del Silencio”: 

“Pienso en la contradicción de llamar era de la comunicación, a este fin de siglo. La información, la aportación de datos no es en si misma  un  signo de una comunicación….” “Echo en falta el pudor del silencio…., su capacidad para admitir que algo se escapa o se desconoce.  Este es un tiempo de frases cerradas y de respuestas. Las palabras no abren la búsqueda. Sólo subrayan la parte más plana y escabrosa de la realidad llenando la pantalla sin dejarnos espacio para retirarnos, para preguntarnos, para volver del revés lo que se murmura desde los periódicos, en los televisores, desde el fondo de la radio”.

Angustiarse o perturbarse ante lo desconocido (la definición del miedo oscilando entre lo que es  real o es imaginado) es de sobra conocido por los estrategas y forma parte de la estrategia de dominio de unos pocos, de nuestra sociedad. La gripe A, la industria cinematográfica reciente apocalíptica de Hollywood, los tambores de guerra en Irán, Corea, Pakistán, las profecías, persiguen única y exclusivamente generar miedos en la población. Unas veces de forma descarada, otras de forma subliminal, son miles de los ejemplos que podríamos mencionar.

En este escenario del teatro que es la vida, los hay que se aprovechan y manipulan, engañan; en  los poderes públicos,  en los medios de comunicación, en  las empresas, con la religión, incluso en el entorno familiar, ó con los amigos, en el día a día, y otros caen en la trampa de la manipulación. Entre medias quedan unos pocos (o tal vez más de los que nos imaginamos) que quieren obtener respuestas, para tranquilizar su imaginación, su curiosidad, producida inevitablemente, en el plano real,  por el escaso conocimiento con el que nacemos, el escaso conocimiento adquirido en nuestra vidas, y encima en muchos casos mal aprendido, y el que se  intuye existe al margen de la oficialidad (lo que nos dicen que debe ser).

Muchos quedarán atrapados, manipulados (en el fondo es ignorancia) por el miedo, paralizados, absortos, ni siquiera huirán  o se defenderán. Otros escalarán hacia la cima de igual modo por miedo manipulando a base de codazos con la información adquirida. Es su tesoro. 

Pero ambos desconocen, como Buda dijo, que  la raíz de nuestros miedos está en los engaños, en la manera en la que de forma distorsionada nos percibimos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea. Y aprender a descubrir los engaños, obtener respuestas ciertas, en este inter-conexionado y complejo mundo llega a ser tarea casi imposible. Exige estar muy despierto, exige estar muy atento.

La raíz de la crisis actual del mundo que vivimos, está en los engaños. Percibidos y mostrándose a muchos, a la vista de todos, despertando conciencias.

¿Dónde quedan las respuestas? Me respondo sin duda: ¡En tu plano interior!

La conciencia del momento presente manifestada en nuestro Ser, detrás del falso ego, nos indica el verdadero conocimiento y camino. Pero seguimos atrapados por el miedo. O mejor dicho identificados con nuestro  ego. 

Las respuestas están ya ahí,  siempre han estado, a la vista de todos.

En lo que a mí me concierne, oscilo entre tres formas, como sustento de mi existencia: Trato de “des-identificarme” en esta sociedad con lo material, intento conectar con mi verdadero Ser, y trato de completar el puzzle de mi existencia, asistiendo estupefacto al ejercicio de manipulación por parte del sistema, entendiendo que si la vida es por analogía una escalada hacia la cumbre de la montaña, es en su camino, con las experiencias adquiridas donde se encuentra el verdadero poder.

Pena da que tantos a lo largo de siglos sólo entiendan de su existencia codiciando  desde las cimas del engaño, en un ejercicio mal entendido de supervivencia de lo suyo y los suyos, lo material.