sábado, 21 de diciembre de 2013

aquella noche

Noche del 20 al 21 de diciembre del 2012, el día del fin del mundo, hoy hace un año. 
Aquella noche fue especial y muy emotiva. Mi hermano había salido de la UCI unos días antes. Tenía parcialmente paralizado el lado derecho de su cuerpo por un inesperado y maldito ictus y el habla, perjudicada también, le impedía comunicarse con fluidez. A pesar de ello por las noches nos instaba como buenamente podía a que descansásemos en nuestras casas. Ni quería ni necesitaba que nadie se quedase a su lado. Se dormía antes de medianoche cuando los hospitales se quedan a oscuras en ese silencio tan sobrecogedor como doloroso que esconden los dramas. Pero tratándose de una fecha tan señalada no me apetecía ni quería dejarle sólo. Difícil elección pues en mi casa se quedaban los míos y de veras que también sentía que debía y quería estar cerca de ellos. 
Aquellos días con la sensibilidad y la emoción a flor de piel viví en primera persona el nacimiento de algo, y el cierre definitivo de lo que ya conocía. Un despertar de un sueño. Y sé que fui capaz de entenderlo. 
Llegue con antelación dando un paseo por estrechas calles acompañado en todo momento allá por donde iba, veía, oía y sentía. Antes de la medianoche ya en el hospital entré en la habitación y salude al familiar del otro enfermo. En penumbra y en silencio sin hacer ruido me senté a su vera. Dormía y no se percató de mi presencia. Le cogí su mano derecha y ya no la solté en ningún momento. Aún hoy sigo apretándola con firmeza. Aún antes de aquel día y aun hoy, sigo acompañado y guiado, acompañando y a mi manera dejándome acompañar y guiar.
Al cabo de un buen rato pasadas las doce entre abrió los ojos y agradecido por mi inesperada presencia me regaló en un instante una maravillosa, mágica y cómplice sonrisa para continuar durmiendo plácidamente. No hacían falta las palabras. 
Transcurrido un tiempo que no sabría muy bien precisar ya avanzada la madrugada, decidí que era momento de volver a casa, porque al igual que en mi casa, todo como era de esperar, estaba perfectamente, tan  perfectamente, aunque a veces la vida no nos lo parezca y no la comprendamos, como el universo en el que todos habitamos.


viernes, 13 de diciembre de 2013

madiba

El hombre hacía ademanes con las manos imitando un lenguaje para sordos. Era imposible entenderle por los suyos, como seguramente alejado e imposible es entender las palabras de los poderosos que mandan. Políticos de discursos tributando homenaje a un hombre, Madiba, que fue un esclavo, si por ello entendemos que durante parte de su vida careció de libertad y derechos por estar sometido a la voluntad y dominio de otros. 
Esclavo de la tribu shosa, a lo mejor descendiente por derecho de los primeros esclavos, los de las minas de oro de hace 200.000 años. Sudáfrica la de los híbridos originales, nuestros ancestros mezclados por manipulación genética para realizar las tareas que los que se denominaban dioses se cansaron y no querían hacer. La teoría evolutiva apócrifa de los dioses sumerios.
Estos días el poder del mundo mundial rinde homenaje a Mandela, un esclavo que luchó por su pueblo, y que llegó al poder, ya en libertad, elegido por un pueblo que entendió la estupidez del racismo. La élite política se reúne, como diciendo cual si de una metáfora fuese, que entiende, porque ellos te dicen que si lo entienden, que la evolución nos permite ser algo más que esclavos. 
Pero no. 
El señor de los signos a los sordos tan sordo como el de las “selfies” con la danesa, parecen indicarnos que aún no sabemos ni entender los signos, ni las palabras, ni escuchar. La obsesión por alcanzar la libertad para ser dueño de nuestro destino todavía nos persigue. Y nos persigue porque mientras no sepamos el origen de nuestra identidad nos será difícil avanzar un paso más en nuestra evolución. 
Han pasado casi cincuenta y seis años de los suyos. Observan cada tres mil seiscientos años como la evolución nos permite desarrollarnos. Pero queda mucho para afirmar que en nuestra situación y condición no estamos sometidos a la voluntad y dominio de otros. A los que ostentan el poder aún les gusta, quien sabe si por imitación de sus creadores, que ciertas tareas las hagan otros. Les sigue gustando demasiado el oro.

sábado, 30 de noviembre de 2013

metadatos

Parece ser que el amigo americano, según los papeles de Snowden desvelando a los Servicios de Inteligencia, nos espía a tutiplén. Utilizan metadatos de los metedatos que meta-metemos en páginas y redes. Los datos revelan información nuestra creándose perfiles para aproximarse, para “no sé quién”, sobre nuestros gustos y apetencias, de tal modo que él “no sé quién” colecciona perfiles de personas y empresas y se lo pasa a su jefe. En yankilandia o quién sabe si en algún polígono cercano de las afueras de la ciudad, en algún mega-centro de conmutación los mega-racks echan humo ordenando y clasificando los gustos y saberes  en pasillos con máquinas llenas de cables de fibra con miles de direcciones IP, números de teléfono y conversaciones privadas. En estos hangares se aloja nuestro perfil para la tranquilidad de “no sé quién”. En esos remotos lugares a lo mejor hasta aparece Gea con los blogueros asiduos a su página como el servidor (que no rack) que les escribe.  Apareceremos en la clasificación de los inclasificables que otean lo incognoscible a la caza de otras realidades menos soporíferas que las del día a día. Quién sabe si a escondidas los espías nos escuchan y nos observan intentando conseguir información de primera mano. Lo que no saben los espías para “no sé quién” es que los metadatos (datos sobre datos) en este caso, sólo valen para clasificar, estructurar y etiquetar su ignorancia. Esa que no logran desvelar por más datos sobre datos que clasifiquen.


viernes, 29 de noviembre de 2013

la parábola del cometa

Este ha sido el sino del cometa Ison:
Y no ha sido el “on” (sobre, por encima) de su destino el que se ha volteado. 
El que ha dado la vuelta ha sido su “is” (su Ser) al llegar al vértice de una elipse real. 
Y ha salido victorioso despedido del  foco del Sol que ha reclamado como precio a su osadía su núcleo, su parte material. 
Algunos de sus restos también dadores de vida decidirán, no les queda otra, recorrer otros 4.500 millones de años para voltearse, quién sabe si con otro foco mellizo a nuestro astro para recorrer otro eterno ciclo vital.
Ison ya no es Ison ahora su sino (destino) es Sion, y esta parábola narrada, que no hipérbole, seguramente nos exprese alguna verdad  importante que de momento no alcanzamos a comprender.
retórica:
 Parábola (narración inventada que esconde una enseñanza)

jueves, 7 de noviembre de 2013

dave y veda

daveda y ve, 

Vuelve, hazte consciente y descúbrete a ti mismo.  Para ello hay que recorrer ese samsara –sufrimiento– donde el alma espiritual recorre un ciclo para comprender el mundo y la vida en él.

Mi recorrido védico de reencarnaciones ha llegado a dave para dar y ver. Y sería bonito que dave fuese mi "moksha" particular porqué ya no me reencarnaría más. Con dave me escaparía y me liberaría de las ataduras del karma, porqué lo más hermoso que se puede hacer, lo sepamos hacer o no, es dar, y ver que en el fondo es amar.

Quien AMA escapa del ciclo eterno del "samsâra" porque logra aprender el significado de su existencia. Da igual quien seas, lo que seas, lo que tengas, lo que poseas. Así de compleja y de difícil sea tu vida, tan pronto entiendas lo otro, así de sencilla y así de fácil será tu existencia.

Mi "nick" es dave por qué mi lema es dar y ver. da y ve dicen que aportes y mires. Pero el verdadero camino de regreso es simétrico, es de vuelta y es sánscrito: Es "veda" que significa conocimiento:

ve y da dicen ahora que observes y regales.

dave y veda es tan sólo una compartida reflexión personal descubierta jugando conscientemente con la simetría de las sílabas de un "nick" que, sin saberlo, escondían un ciclo.

ve y da; veda.

lunes, 21 de octubre de 2013

el porqué del 33

Según quienes conocen algo del significado de la numerología, el número 33 es un número maestro cargado de maestría para su poseedor. Más o menos vienen a decir que la misión del que lo posee es elevar la vibración de los demás, dado que, por poseerlo su vibración superior relacionada directamente con su espíritu, ha evolucionado de tal modo que tras muchas experiencias anteriores terrenales intuye que todo está relacionado con un aflorar al exterior de conocimientos internos para compartirlos sin reservas.

Es una especie de obligación moral superior contraída antes de reencarnarse y que se materializa en una andadura solitaria (no siempre comprendida) incluso zancadilleada y atormentada por las barreras que en la vida se encuentra, pero que le hace percibir la verdadera esencia de la vida siempre guiado por fuerzas superiores, luchando porque el progreso y enriquecimiento espiritual no se marchiten, predestinado como si alguien le llevara de la mano hacia un verdadero destino, dispuesto a elevar la vibración (en la medida de sus posibilidades) a los demás.

Supongamos que tu estancia terrenal conllevase ejecutar determinadas misiones. La que a ti se te ha dado tiene como objeto —aunque pueda parecer pretencioso o delirante—elevar y guiar en un determinado proceso. Supongamos que hasta ahora no eras consciente de que estabas por aquí para cumplir la misión, ni siquiera que esto va de misiones. Pero tras un proceso que no sabes muy bien cómo ocurre —de nuevo supongamos— que sientes (y aquí entra el ego jugando a desorientar) que eres algo así como un elegido. Y por supuesto entendamos en esta reflexión que descubres que eres poseedor del número maestro 33 y su verdadero significado.

Como dice Anthony Grayling en su libro "El sentido de las cosas", la vida que merece ser vivida (entendía Aristóteles) era la que era capaz de producir "eudaimonia", ese sentimiento figurado de estar siempre y permanentemente cuidado por un ángel guardián. Y a los mejores individuos los nombró "megalopsychos" que significa “alma grande” o magnánimo de "magnus ánima".

Después de darle unas cuantas vueltas esta es la única explicación que se me ocurre para entender el porqué de esta supuesta fijación por determinados números:

Pareciera que los que operan con estos conocimientos ancestrales (que no quiere decir que los posean), maniobren para revertir la maestría, la del 33, o la del 11 o 22, hacia perversos fines, seguros de su poder, mostrándolos a la vista, a la cada vez menos miopía del resto de los mortales. Si eres capaz de observar estas maniobras —y observar es paralizar— tal vez entre todos invirtamos sus procesos desactivando el juego. 

Podríamos entonces pensar que el enfermizo objetivo de enfatizar determinadas fechas con determinados números no es más que la prepotente miserabilidad de querer demostrarnos lo contrario, o sea, una supuesta falsedad de la existencia de conocimientos superiores (para ellos alcanzables) pero sin que se nos permita al resto posibilidad a su acceso.

El poseedor de un número maestro o en proceso de aprendizaje cerca de uno de ellos, segura y posiblemente esté preparado para empezar a producir "eudaimonia", para elevar su vibración, para enriquecerse espiritualmente de tal modo que se empiece a percibir la verdadera esencia de la vida, y porque no, enseñarla. Quizás entonces ya no hablaríamos de suposiciones si no que gozosamente afirmaríamos que algo de certeza se aloja en esta profunda Verdad. Y que esta empieza a aflorar.

Sólo entonces empezaríamos a entender lo que todos Somos:

Individuos “Megalopsychos” Aristotélicos.

Pero, en fin, todo esto no son más que meras suposiciones...

¿O tal vez no? Juzguen, sólo en el sentido de usar su juicio, ustedes.



lunes, 14 de octubre de 2013

tiempos paralelos

Vivimos tiempos paralelos con la ya lejana Alejandría. Esa Alejandría quemada que dio lugar a mil años de oscuridad y atraso. Tiempos para “lelos”. Lelos que creen que la herejía se ha instalado en el mundo, ya no digamos en la España de los recortes. Un quítame de aquí y de allí, que esconde, por encima de todo, miedo y  temor. Constantino pero sobre todo Juliano se esforzaron en fundar templos, reparar y proteger a la filosofía y a los filósofos. Alejandría era cosmopolita, ejemplo de tolerancia. Pero llegó el emperador cristiano Teodosio dispuesto a asestar un golpe a ese paganismo de culto a los dioses. Faltaría más. De este modo el desarrollo científico, artístico, filosófico y de toda forma de librepensamiento quedó truncado.
Ahora la reconversión es a una determinada educación fallona con los números e incapaz de comprender textos, cercana a una cultura hedonista y carente de ganas de esfuerzo, tan sublimada por la publicidad, las modas y los famosos, como incapacitada para pensar. 
Pero no es esto, aunque lo parezca,  lo que está en juego. Lo que sí está en juego es el  librepensamiento frente a la reconversión al dogma.
Si hubiese un símil entre la famosa Alejandría y su biblioteca universal, a lo mejor internet, pese a sus defectos, fuese ese micro-contendor, acercamiento casi universal, depósito y archivo, objetivo de indagación y búsqueda de conocimiento al alcance con sólo pulsar las teclas de un ordenador. La Alejandría de oro pereció cuando a un emperador se le ocurrió que era necesario erradicar el acceso a unos determinados conocimientos. No pienses no razones y por nada del mundo investigues. Yo te diré que es lo que tienes que saber,  se le oyó decir a Teodosio satisfecho divisando a lo lejos la humareda que certificaba el derrumbe del saber.
Un dulce timbre de un arpa  sonaba en los oráculos concurridos donde se interpretaban los sueños. Estos,  que ya no tienen su Serapis para que les cure, han acudido a los blogs. Ahora entre anónimos se debaten los mundos dimensionales. Parapetados tras monitores de plasma hay que eliminar la herejía no vaya a ser que sin darnos cuenta se conforme una masa crítica que de sentido y confirme al nuevo ciclo del aguador y certifique la defunción de los peces.

jueves, 3 de octubre de 2013

no dispongo de la verdad

No dispongo de la verdad. Analizo lo externo más bien como observador social, por si encontrase certezas que verificasen de forma empírica el devenir de los acontecimientos. De venir o prevenir, “de” y “pre” como sufijos  que se adelantasen a lo que tuviera que venir. Los analistas de riesgos ejercen de continuo esta manera de analizar sondeando lo pasado, desde el presente  para allanar cualquier sorpresa no deseada. Las probabilidades y sus consecuencias  les permiten evaluar  riesgos calificándolos, que no siempre erradicándolos, de no ser que se tomen medidas.
El ejercicio anterior es la única manera eficaz de sortear la incertidumbre, y no garantiza ni su precisión, ni la verdad. Es sólo un ejercicio de atención tan necesaria como exclusiva que permite ser más consciente. Y ser más consciente es estar más despierto.
A un árbol que le dediqué una trilogía le han salido brotes en su doblada base. Los demás que le acompañan a lo largo de la calle se preparan un año más para recibir el otoño. No me percaté de esto hasta ayer mismo. De hecho hacía tiempo que no le prestaba atención. Ayer si, y unos metros más adelante los mundos superiores que habitan en mí, me  confirmaron, así lo he entendido, mi atención. Sonreí miré al cielo y lo agradecí. No dispongo de la verdad como no sea que intuya que un mínimo gesto sincero de amor pueda conmover y sacudir los cimientos de la creación. Si este gesto lo hiciéramos todos cambiaríamos el futuro dado que en lo concerniente a nuestros actos la responsabilidad de lo que venga, aunque no lo crean, es única y exclusivamente nuestra.

martes, 24 de septiembre de 2013

los últimos ventiún segundos

Oficialmente en un calendario cósmico que reflejase la historia del universo comprimida en un año, toda la historia de la civilización humana ocurriría en los últimos veintiún segundos del último minuto, del último día del año, en el mes de diciembre. Pero no se piensen, los neandertales nos los encontramos en los tres minutos anteriores, los primeros primates el día anterior en la última hora, la extinción de los dinosaurios más o menos a medio día del mismo treinta, y su irrupción el día veinticinco, los reptiles el veintitrés, las primeras plantas el diecinueve, y el origen de la atmósfera el día uno.
Si todo esto ocurre en el mes de diciembre, para enterarnos de cuando se originó el sistema solar nos tenemos que ir al mes de septiembre cuando a primeros y al final del mismo aparece la vida en la tierra. El origen de nuestra galaxia nos llevaría al mes de enero al final del mismo y el origen o “big bang” en el instante o primer segundo del día uno obviamente del mismo mes de enero.
Se quedan cortos los veintiún segundos actuales dentro de los últimos diez minutos del último día del año, frente a los cinco días de dominación “dinosáurica”. Los reptiles nos llevan ocho días de ventaja y las plantas (posiblemente las más inteligentes) doce días, no digamos ya la presencia de oxígeno tan necesaria para nuestra existencia, para el día uno del mes de diciembre, ni que decir si nos comparamos con relación al famoso instante o “big bang” del mes de enero.
“Yo pensaba y creía” es toda una frase que encierra hasta qué punto no somos ni siquiera capaces de ubicarnos en escala, con todo lo que conlleva de humildad y consciencia de saber desde cuando y donde estamos.
Dicen que los límites inexpugnables de las leyes físicas que nos recuerdan nuestra finitud nos las impone el hecho, al menos mientras vivamos, de existir no más allá de la órbita de Saturno.
Aun así, yo pensaba y yo creía, aunque no sabía en el fondo que no pensaba, mucho menos ni en que creía. Y, aun así, de nuevo, como dice Edward de Bono, autor del “El pensamiento lateral”:
“No tienes que ser inteligente, pero yo creo que tienes que ser abierto a las posibilidades y estar dispuesto a explorar. La única gente estúpida es aquella que es arrogante y cerrada.”



viernes, 13 de septiembre de 2013

dj

Una muchedumbre formada por más de cien mil personas de diferentes partes del mundo acompaña a un DJ (disc jockey) de música electrónica. Entronizado en un escenario cual si fuera un altar, el personal entra en trance con un “subidón” de adrenalina, que hace casi innecesaria la ingesta de alcohol o drogas. O al menos eso parece. El público mayoritariamente veinteañero se mueve al compás del sonido dance y electro pop que marca el sacerdote electrónico. Todos llevan una pulsera identificativa que permite en todo momento controlar los movimientos del personal dentro del recinto por su seguridad. El acontecimiento dura unos cuantos días donde se suceden diferentes sacerdotes electrónicos con su homilía musical donde los fieles profesan su fe incondicional al espectáculo organizado.
No, no es una novela "Orwelliana". Sólo son nuestros chavales disfrutando de su bendita juventud. Uno, y ya queda lejos, participaba de igual modo de estos acontecimientos musicales si bien diferentes en cuanto a los gustos musicales que se llevaban, por aquellos años de la movida en conciertos por el madrileño Paseo de Camoens.
Algunos de ellos se volverán a reunir de forma masiva cada semana entorno a veintidós jugadores en cualquier estadio de fútbol, en otro ceremonial, o en soledad frente al televisor, quien sabe si para olvidar la cruda realidad. Lo harán ya de por vida, y cuando rocen la cincuentena se acordarán del "gurú" electrónico que en su juventud les hipnotizaba de igual modo que el fútbol, al compás de una música repetitiva.
Con el tiempo puede que musicalmente se refinen y prefieran deleitarse con otro tipo de músicas, e incluso poco a poco vallan olvidándose de ese opio del pueblo y en un intento de búsqueda de comunicación interior se muestren atentos a otros sonidos. Sonidos como los de un suave riachuelo, o el trino de unos pájaros entonando sus cánticos en cualquier campo o bosque cercanos, sintiendo de cerca la brisa y el aire puro entrando en sus pulmones, saboreando de otro modo lo que es la vida. Esa vida que de joven se vivía a toda máquina, sin reflexión alguna como no fuera la de saber cuándo sería el próximo concierto o partido de tu equipo preferido.
Hoy son sacerdotes electrónicos, hoy son deportistas, modelos ficticios de una juventud, ídolos de una élite inalcanzable. Ayer eran grupos de música pop, y los mismos ídolos del balón.
Podemos pensar que en el fondo las cosas no han cambiado tanto como para pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor. Pero lo importante independiente de tu edad, ya sea a través de experiencias propias o por propia evolución quizás sólo sea que. al menos en algún instante de tu vida, tomes conciencia ontológica de ti mismo. Si todos lo hacemos, el cambio estará hecho, porque el cambio efectivamente, es individual e intransferible.

viernes, 30 de agosto de 2013

la extracción de la leche en vacas

He visto recientemente un documental donde se explica el proceso productivo industrializado de la extracción de leche en las vacas, en concreto, en una granja de Inglaterra.
Si antes invertían en su extracción de forma manual un tiempo (en función de los operarios y el número de reses) ahora dentro de la granja no interviene nadie. 
Es la vaca la que decide cuando una máquina le extrae la leche de sus ubres.
Hasta tal punto disfruta la criatura que algunas repiten unas cuantas veces a lo largo del día. Encima la leche es de calidad superior pues se elimina el estrés que las produce el ordeño manual.
Las imágenes grabadas de como las vacas se encaminan a la zona de extracción de forma autónoma y a su criterio, porque les gusta, mientras otras esperan pacientemente pastando su comida, cual si estuvieran en un hotel de cinco estrellas, no dejan de sorprenderme.
¡Si supieran de su futuro!
La analogía de las vacas en un mundo feliz, ¿les parecerá la granja mecanizada más apetecible que un buen prado? decidiendo cuando necesitan aligerar de leche sus ubres, y la de los humanos, supuestamente también, o más bien queriendo alcanzar un mundo feliz, decidiendo en su libre albedrío, cuando, cuanto y que necesitan consumir, paradójicamente y sin saberlo, para llenar un posible vacío existencial, me es inevitable. En esta sociedad depredadora de mercado, se consume de todo, no sólo alimento. La verdadera libertad, si esta es la opuesta a la esclavitud y si lo supiese la vaca, es liberarte de cualquier necesidad que te impongan. Sólo así volvería ella a su estado natural donde la lactancia serviría sólo para el crecimiento de sus crías.
Pero las máquinas sustitutorias del trabajo tradicional, hacen un trabajo silencioso más que encomiable encargándose de extraernos a nosotros, hasta la última gota de nuestro sobrepeso diario, y no me refiero a las de los gimnasios. Y a la vaca, su excedente lácteo para nuestro cada vez mayor consumo. La vaca no ve a su depredador por eso mientras vive no está traumatizada ni siente que es esclava. Ni es consciente de que acabará en el matadero ni los humanos somos conscientes de si, en el fondo, alguien o algo se alimenta diariamente de nuestros estados emocionales. Porque que yo sepa, y prefiero ser feliz así, al matadero no nos llevan, será que ya vamos nosotros solos con nuestros hábitos mal adquiridos.
Y es que como dijo alguien uno no termina de saber si es mejor ser un "cerdo feliz", en este caso una "vaca feliz", actualmente con las tecnologías a nuestro alcance para nuestro gozo y alimento, o un Descartes pensador abrumado en sus dudas existenciales. Entenderán por ello si les digo que ni por asomo somos conscientes de cuál es el alimento más necesario para nuestro Ser, tan entretenido como estamos con el consumo y con la maquinas ayudando, pues el pobre, (el espíritu me refiero) apenas lo cata.
En este mundo, corriendo aceleradamente al mundo feliz, la tecnología, la reproductiva y otras, nos invade silenciosamente sin escrúpulos, y sin darnos cuenta. Si Aldoux  Huxley levantara la cabeza corroboraría todo el mundo cibernético al que se refiere. Estos a no poco tardar serán los que nos observen, al margen de la cadena trófica de la que inevitablemente formamos parte.

domingo, 18 de agosto de 2013

renglones vacíos

Escribo para escuchar el silencio de la tinta resbalando por los renglones vacíos de mi imaginación...

Para aflorar y rellenar por escrito mis pensamientos, locura y verdad intima de mi Ser...


sábado, 17 de agosto de 2013

el desvío, lo inalcanzable, la amargura, el paso del tiempo, la vida eterna

Qué curioso recurrir a vidas,
y alojos sin esencia.
Qué curioso sentir invisible,
de vientos y caídas que levitan.
Qué curioso suspiro por error expulsado, venciendo,
entendimiento del hombre y su angustia (el engaño), 
de repaso presente, sin sentido hiriente.
Qué curioso amargor de vides y simientes pasajeras,
epopeya de sarmientos curados, perennes.
Qué curioso circuito, sinusoide sin meta,
vientre infinito de almas sensibles.


miércoles, 7 de agosto de 2013

dualidad antitética

1
Virtud "adversum" vicio

Si alguien es buena persona automáticamente será sabio. El sabio ve el mal de lejos y se aparta. Al menos eso creía Sócrates. Ética y virtud de la mano siempre. Aunque me temo que para llegar a la virtud socrática nos hemos empeñado en conocer antes los vicios y así no hay manera, ni de apartarse, por supuesto ni de ser sabio.


2
 “Cuando quiero llorar no lloro, y, a veces, lloro sin querer” 
Rubén Darío

Hablamos mucho del carácter dual de la vida. Pero menos del conocimiento de opuestos, balanceándonos al encuentro de un equilibrio que de sentido a ambas partes. De siempre se ha dicho que las dos caras de una misma moneda conforman una unidad. Esa cercanía donde los opuestos se juntan hasta encontrarse, como si de repente intercambiasen sus papeles en el reconocimiento de una misma identidad. Y en esa misma identidad reconozco una atracción en lo antitético -dos términos contrarios y complementarios expresando contraposición- y trato de buscar esa balanza que equilibre su entendimiento.


3
¿Dónde está el equilibrio?

¡Por qué será que somos tan hieráticos al drama lejano, y tan sensibles a la emoción cercana!
¡Por qué será que somos tan hieráticos a las sensibilidades ajenas y tan sensibles al drama cercano!
Aurea mediocritas” dijo Horacio. Aunque la verdad, nunca he sabido si es en el centro donde está la virtud. 



domingo, 2 de junio de 2013

ankh

La intersección entre dos rectas representa la solución del sistema de ecuaciones que conforman las fórmulas de esas rectas. Su solución es el punto de corte. Si son perpendiculares son rectas secantes perpendiculares conformando una cruz perfecta.

Una elipse es el lugar geométrico de los puntos del plano, cuya suma de distancias a los focos es igual a 2a, Los focos de la elipse son dos puntos equidistantes del centro. A diferencia del círculo hay infinitas elipses. Para un mismo tamaño, elipses hay infinitas, dependiendo de la distancia entre sus focos. 

Círculo sólo hay uno.

Cuando la intersección de las dos rectas es coincidente con uno de los dos vértices de la elipse configuramos lo que los egipcios representaban en un ankh (el aliento) o cruz de la vida. O vida eterna.

En un tiempo infinito  lineal, pasado, presente y futuro -la recta horizontal- encontramos un punto de intersección de la recta vertical -la estancia de lo que perece- donde ambas representan el plano material, y son coincidentes en un punto con el vértice de uno de los focos de la elipse donde se retorna a lo intangible, esa  bóveda superior que se corresponde con el tiempo cíclico o la gestación del universo.

Lo divino se une a lo humano. Creándose  la llave para un Dios encarnado.

Yo soy, el que soy -recta vertical- en un tiempo lineal. El que ha sido -lado izquierdo de la recta horizontal- el que será -lado derecho de la recta horizontal- y el que vive en la eternidad -elipse superior-

Ya lo dijo Newton: ”Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano”

El ADN basura o la actividad cerebral  inconsciente,  son ejemplos  de por donde habita la verdad, tan esquiva a nuestros pequeños y limitados sentidos.
Según avanza el conocimiento intuimos que lo que verdaderamente  se aproxima a las respuestas que buscamos, dormitan a la vista de todos en la inmensidad  del océano.

Traducir acertadamente las experiencias sincrónicas es una de las claves para avanzar y acercar y certificar que lo infinito, inmutable y atemporal se nos presenta con más certeza que la aparente solidez de nuestro limitado y pequeño  plano material.


lunes, 13 de mayo de 2013

historia de "I"

Era firme y estirado y perfectamente alineado y Jota lo divisaba seis metros más adelante y no pasaba desapercibido por su esbeltez e incluso denotaba esa cierta arrogancia del estirado. Indudablemente era el más aplicado de la hilera de castaños. 

Tan aplicado que mientras los demás se asomaban al unísono inclinándose un poco al centro de la calle para buscar mejor los rayos del Sol y saludar y conversar con sus vecinos de en frente, él permanecía inmóvil, tieso y distante. 

El invierno duro había desnudado a todo el abecedario de árboles y de esa forma sólo jota llamaba la atención para quien o quienes con sus sentidos alcanzasen a ver más allá en sus pensamientos.

Los primeros brotes de la primavera inundaron las ramas de frondosas hojas anunciando un cambio en el paisaje urbano. Y al mirar al cielo, entre las ramas el azul y el verde se alternaban sustituyendo al neutral y melancólico gris de la estación invernal. Acompañando a jota, como no podía ser de otra manera estaba “I”. 

Solo que….

“I” no mostraba verdor. Tanta sensibilidad, tantas atenciones para el distinto, tantos meses abrazándolo y el que verdaderamente se estaba yendo o se había ido y también hubiese necesitado de atenciones era el aplicado y longilíneo “I”. 

Un cierto desasosiego me recorrió el cuerpo. Me vino a la memoria esta sabia  cita de Lao Tse de su Tao Te Ching:

“Lo rígido y firme pertenece a la muerte, lo blando y flexible pertenece a la vida”

Quizás jota le succionó en sus raíces el alimento para seguir vivo e  “I” decidió no moverse mucho por si acaso, o a lo mejor el mensaje implícito era simplemente un guiño de la madre naturaleza para hacernos recordar la lección de la necesidad de prestar sin juzgar la máxima atención a todos y cada uno de los individuos sean como fuesen estos. Ardua tarea.

Quedaba saber entre otros de “K” un ejemplar seis metros atrás de jota, pero esa es otra historia que completaría esta trilogía si supiese si existen más allá de mi imaginación castaños con forma de “K” que nos enseñen algo acerca de nuestra misteriosa, increíble y mágica nano-existencia.

domingo, 14 de abril de 2013

la hilera de castaños


Había una hilera de Castaños de indias cada seis metros en sus correspondientes alcorques. Era la manera oficial de dulcificar los viales y las aristas de un paisaje urbano que se engullía a marchas forzadas el campo. La acera sufría por las raíces de aquellos ejemplares con más años, pero eso sólo ocurría trescientos metros atrás. Por la zona que atravesaba, recién creada cuando salía a correr, los Castaños tenían pocos años como así lo hacían ver los aún pequeños perímetros de sus troncos. Todos se mantenían erguidos en perfecta alineación, salvo uno de ellos que llamaba la atención por arrancar en su base doblado. Este hecho hacía que se rompiese la alineación con sus hermanos o vecinos. Tenía forma de jota y a pesar de conocerlo bien aún dudaba si lo que quería era hacerse notar respecto a los demás o tratar de enderezarse para en un denodado esfuerzo, integrarse con el resto. Lo que no podía era por menos parar y abrazarlo aunque fuesen sólo unos instantes, dado que aun siendo fuerte, suponía debería de ser una pesada carga aguantar la desviación sufrida en su centro de gravedad. 
Tanto si quería ser diferente o integrarse, la vida le era más difícil.
Era domingo y coincidió que el buen tiempo hiciese que las familias saliesen a pasear. 
Ese día tras pararse a abrazar a jota como así lo había nombrado, decidió paliar la carga de su sufrido cuerpo colocando una gruesa piedra a modo de apoyo en su base. Una familia que se acercaba a escasos metros le miró intrigados por su proceder.
¿Papa por qué ha hecho eso ese señor? Alcanzó a escuchar de una atenta niña que se había percatado de la maniobra.
Una vez había proseguido su entrenamiento matutino no llegó a escuchar la respuesta de los padres. Las voces que respondían a la curiosidad de la niña se difuminaron según avanzaba  unos metros.
Cada tres días comprobaba si la ayuda continuaba presente. Y se paraba unos instantes, lo abrazaba y se comunicaba con jota para darle palabras de ánimo. Ornamento y sombra en días calurosos, sea cual fueren sus intenciones, estaba totalmente convencido que  las necesitaba más que otros.

sábado, 2 de marzo de 2013

el elefante

El recluso posee el libre albedrío de moverse entre las cuatro paredes de su celda, no es mucho, y los dominios de nuestra vida como el elefante del circo atado a un poste que cuando se le desata no se va porque sólo conoce su existencia ligada a su atadura, nos los fabricamos a la medida de nuestras capacidades, y tampoco esto es que sea mucho. 

Despertar, debería de ser algo así como estar atento desde la experiencia para evolucionar en un camino bien elegido acorde a tus capacidades innatas. Una dirección inequívoca a nuestra condición espiritual, de expansión de nuestra conciencia, a la caza del verdadero libre albedrío.

Se nace con una predisposición a algo y sólo el tiempo, si tienes suerte, te va encauzando hacia lo que interiormente llevas. Puede ser en tu niñez, en tu juventud, en tu madurez o en tu vejez, o puede que no lo averigües nunca en esta vida. Pueden ser habilidades o aptitudes que te permiten desenvolverte en la sociedad perfectamente integrado en ella, o puedes escoger una vida aislada, ermitaña, de reflexión interior, de introspección, de observación. Incluso si eres hábil puedes compaginar todas tus aptitudes. 

Soy complejo y contengo multitudes.

De momento no veo a la humanidad despertando y no lo veo porque ni se interesa, ni entra en su interés cambiar sus hábitos: ¿Conciencia? ¿Expansión de la conciencia? ¿Despertar? 

Si nuestro destino está ya grabado en nuestros genes desde que nacemos, algunos queremos despertar porque no nos gusta lo que vemos, porque decidimos hace ya tiempo ser asociales con la injusticia, ir en otra dirección, crearnos una realidad acorde a nuestra incapacidad de adaptación de y a lo que la mayoría de la gente aspira. 

Pero porque fundamentalmente nos grabaron en nuestro ADN al nacer un sello, que aunque no lo creamos coincide con unas determinadas posiciones planetarias, incluido nuestro astro rey, que nos bendicen con la gracia de saber interiormente que somos seres espirituales no se sabe muy bien porqué, observando cómo nosotros y los demás, nos creamos cielos o infiernos en este efímero paso por la vida casi siempre sólo con nuestro recurrente y repetitivo pensar.

Consuélate si quieres con que dispones de libre albedrío, yo te lo refutaré, te diré cuáles son las paredes de tu cárcel, tu karma a vencer o tu potencial a desarrollar, buscar ese equilibrio en el que fluyes sin esfuerzo, pero desengáñate deja ya de engañarte a ti mismo. Si naciste con tendencia a pararte te costará moverte. Pero si logras ser consciente de tus límites lograrás poco a poco romper las paredes de tu cárcel. Ahí empieza tu libre albedrío.

No estamos ni dormidos, ni despiertos, sólo aturdidos porque soñamos despiertos con un mundo mejor y estamos falsamente despiertos porque pasamos nuestra vida adormecidos, la mayoría narcotizados ante el sinsentido, tan sensibles nosotros a este.

Con un poquito de egoísmo, del que carecemos, nos debería de dar igual el dolor ajeno, pero a algunos no nos hicieron así. Nos hicieron humanistas con toda la dimensión y hondura de esta bella palabra. Y esa es una suerte inmensa, porque es el fundamento que nos dignifica. 

Y tu tarea (si resuenas o te consideras en algo afín) y la mía, al menos eso pienso, es decirles a todos, sin caer en la moralización tan de la mano de la hipocresía, cada uno de los días que vivas, de que va todo esto.


jueves, 28 de febrero de 2013

atención

Según un estudio publicado recientemente gran parte de la juventud actual confunde lo virtual con lo real. En este complejo contexto se hace difícil prever cual nuevo mundo nos espera, como no sea una consecuencia lógica de un progreso o evolución del ser humano que obvia su condición o naturaleza espiritual para exacerbar desde lo material, la confusión.

Por definición la atención es la capacidad que se tiene para entender las cosas o un objetivo, teniéndolo en cuenta o en consideración. Estar atento por tanto es casi una necesidad vital en nuestra existencia.

Según postulaba Nietzsche, La tarea  de la filosofía sería perjudicar a la necedad. Y La necedad es compañera de viaje de la tontería y de la terquedad contrarias todas ellas al juicio y al entendimiento.

Es obvio que vivimos tiempos generosos, donde recibimos una cantidad ingente de información, pero la sobrecarga de esta, y esto lo saben bien los educadores, fuera de un contexto, conduce de forma inexorable a la hiperactividad.

Y cuando estás hiperactivo, y valla que si se está últimamente con tanto estrés, catástrofes, crisis, corrupción, espionajes,  conspiraciones, etc., no se está atento, por tanto no se es consciente, ergo se está distraído.

No pocos neurólogos saben que las neuronas necesitan comprender, asociar y reelaborar para desarrollar la creatividad. Dice el neurólogo Juan Manuel Pascual Estévez que la inteligencia necesita que no se limite de su capacidad receptiva asociadora.

Hasta aquí bien, pero de que nos sirve ejercer la creatividad, saber acceder a la información si realmente no ejercemos y cultivamos el juicio.

¿No es este el principal problema de nuestros jóvenes y de nuestra sociedad?

¿No es la falta de juicio, de ese entendimiento que nos permite discernir y valorar, el principal problema del alarmante déficit de atención por el que discurre nuestra existencia?

Concluyo y me repito, recurriendo de nuevo, a Spinoza, a ese dios suyo que le habla, y ya le advierte sobre el déficit de atención, diciéndole:

“Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía”

De la capacidad de entendimiento que se tenga del juicio que ejerzamos, del estado de alerta, de la atención que pongamos a nuestra existencia, a la naturaleza, a la vida, sin duda, dependerá nuestro futuro porque significará que, de algún modo, dejaremos atrás toda la sinrazón que hasta ahora nos ha acompañado.