miércoles, 27 de agosto de 2014

evolutio

Muchos de los acontecimientos que observamos y ocurren parecieran obedecer a un diseño preestablecido encaminado a provocar una determinada reacción y sería bueno recordar que, físicamente hablando y haciendo un símil a nuestro comportamiento, cada acción (tercera ley del movimiento de Newton) produce una reacción igual y opuesta que quien sabe si es, lo que las religiones dhármicas han denominado en sucesivas rencarnaciones como karma. Eso de dar vueltas una y otra vez para ver si aprendemos algo.

A lo que percibimos y nos hace actuar o reaccionar se le llama estímulo. Y aunque los estímulos (aguijones) puedan ser positivos o negativos, sería prudente ignorar aquellos que buscan una reacción emocional ya sean éstos a niveles colectivos o que busquen espolearnos en nuestra individualidad hacia acciones, aun deseadas poco claras e interesadas.

Dado que lo importante no es lo que sucede sino lo que hacemos con lo que nos sucede, deberíamos distinguir cuánto de lo que nos sucede es propio y cuanto es un producto elaborado por otros, para provocarnos esas reacciones emocionales que siendo previsibles son fácilmente canalizables con finalidades de sometimiento  y control.

Por tanto sugiero que el que quiera hacer que haga, pero por propio convencimiento personal sometido a su propio juicio. Lo difícil es entender si nuestra espontaneidad, aquello que crece sin aparente cuidado, es propio o dirigido a un fin.

Los jarros de agua fría despiertan pero también paran en seco, paradojas de la vida, las ilusiones provocando tristeza y desmoralización con lo que conlleva de decepción, tensión y fracaso.

Será que todo ocurre porque queramos o no evolucionamos (evolutio) que por cierto significa, dar vueltas afuera. Y de lo que se trata es de conocernos nosotros mejor a nosotros mismos que el sistema. A lo mejor incluso, si lo logramos, dejaremos de dar vueltas una y otra vez y empezaremos la verdadera revolución.

«Tenemos el poder tecnológico, las habilidades de ingeniería para salvar nuestro planeta, para curar enfermedades, para alimentar a los hambrientos, para poner fin a la guerra, pero nos falta la visión intelectual, la capacidad de cambiar nuestras mentes. Tenemos que desacondicionarnos a nosotros mismos de 10.000 años de mala conducta. Y, no es fácil»
Mckenna

«En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos» 
Noam Chomsky

sábado, 23 de agosto de 2014

change for detachment

Utopía. Según Tomás Moro lugar que no existe.
El reto "CHANGE FOR DETACHMENT" se extiende a todo el mundo.
El desafío, que consiste en darle la vuelta al desapego y tomar conciencia de lo manipulados que estamos y las estupideces que hacemos, o donar una cantidad de euros a la lucha por la cura de la Estupidez Generalizada Mundial (EGM), comenzó entre los poseedores de EGO, prácticamente el 99% de la humanidad, y se ha expandido a todo el planeta, hasta colapsar las redes sociales.
Instagram, Twitter, Facebook y Youtube se han visto desbordados por uno de los fenómenos virales del momento. Cantantes, deportistas, actores y periodistas se han unido al reto de la toma de conciencia, que consiste en que todo el mundo sepa que colaboras por esta buena causa dejándote ver en las redes y la tele, confesar las estupideces que haces y, después, retar a tres o cuatro personas más para que lo lleven a cabo en menos de 24 horas.
El desafío fue creado por la asociación de sabios TSI (todos somos idiotas) con el fin de recaudar fondos para esta desconocida enfermedad de la ciudadanía que se origina cuando vas por la vida sin enterarte de nada, lo que provoca manipulaciones atroces entre tus  congéneres. La afección EGM empeora cuando las personas se dejan manipular siendo conscientes de ello, pero por desidia, que lo arreglen otros, miran para otro lado.
El desafío comenzó hace unas semanas y fue iniciado por un aficionado al fútbol quien tomó conciencia de esta enfermedad. Recientemente, le siguieron unos descerebrados que haciendo turismo se pasean borrachos desnudos por los comercios, y varios políticos de potencias mundiales que pasan el tiempo viendo cómo pueden invadir otras naciones. El reto que comenzó en España, se lanzó para todas las personas que quisieran concienciar al mundo de esta enfermedad y, gracias a las redes sociales, se ha expandido por todo el planeta.
El fenómeno se ha disparado y aunque no se sabe la cantidad hasta ahora recaudada, (se hablan de miles de millones), al menos las “celebrities” del mundo comenzaron a tomar conciencia y unirse a esta campaña. "Ahora que ellos lo saben, que somos todos estúpidos, es más fácil que nos curemos del EGM (Estupidez Generalizada Mundial)", ha comentado el célebre cantante Brasen Juicer.

sábado, 16 de agosto de 2014

espontáneo

Parece ser que lo espontáneo se produce por propio impulso, sin cultivo o sin cuidados. Aparentemente sin causa. Etimológicamente proviene del latín “espontáneus” del adverbio latino “spont” (voluntariamente, por sí sólo, sin ser obligado)

Pero una combustión espontánea por poner un ejemplo empieza por un arranque de un calor interno sin la necesidad de aplicar un fuego externo. Son las condiciones que se dan las que permiten que termine produciéndose la combustión. Las preguntas son:

¿Puede ser lo espontáneo controlado sin que nos demos cuenta?. La organización del sistema o de un sistema requiere ¿Nuevos modelos de estos? o ¿Nuevos controles de estos?

No será más bien que el verdadero cambio es interior indiferentemente del momento que te toque vivir. No será más bien que el sistema te quiere distraído ya sea con estos o con aquellos. No será más bien que nos falta información, estudio, discernimiento, reflexión. 

No será que se vive demasiado en la mentira y en el engaño. No será que nos falta flexibilidad para admitir nuevos paradigmas y nos sobra soberbia para pensar que todo está inventado. No será que en el fondo todo es una gran conspiración.

O no será en el fondo que lo sepamos o no nos toca evolucionar porque es lo que toca si o si y eso a algunos no le gusta.

No creo en lo espontáneo como no sea que por las circunstancias que se den, hayas vivido o te toque porque seas así, así se manifiesten y todo eso no es más que apariencia porque todo, incluso la espontaneidad, es causal y no casual.

El despertar social requiere de una fisión, de una combustión espontánea y esta será nos guste o no, dentro del sistema o fuera, que acabe con este modelo, con esta humanidad o que de paso a esta misma con todos u otros, orquestada por nosotros mismos desde el momento que demos portazos a todos los demiurgos que creamos desde nuestro espacio mental y que tan hábilmente nos han utilizado, con la complicidad y beneplácito de élites serviles que desde las emociones, se alimentan de nuestros temores y miedos más profundos.


viernes, 15 de agosto de 2014

sandokán

Hay decepciones que no se olvidan nunca. Kabir Bedi, allá por el año 76, contaba un servidor entonces con 12 años, interpretó para una serie de televisión a Sandokán. La música de la serie terminó por destrozar la imagen mental formada que uno se había hecho del tigre de Mompracen, Yañez y el indio Tremal Naik, los protagonistas ideados por el escritor italiano Emilio Salgari.
Cuatro o cinco libros llegaron a mis manos de la mano de mi padre y me introdujeron en el apasionante universo de las novelas de aventuras.
El siguiente paso fue devorar muchas joyas literarias; Verne, Twain, Stevenson, Scott, Cooper, May, etc. Lo hice a través de los comics. La editorial Bruguera publicó un total de 130 títulos que cada domingo que salían comprábamos por 20 pesetas. La emoción de cada ejemplar en mis manos la recuerdo como un maravilloso subidón de adrenalina. 300 ilustraciones a todo color eclipsaban, junto con la incipiente y distractora tele, toda posibilidad de leerlas en su publicación original, lo cual supongo me hubiese inoculado el veneno de escribir y dedicarme de lleno a la literatura. Aunque económicamente no pudiéramos comprarlas, las bibliotecas existían. Pero lo visual tiene un poder, falso poder, más fuerte que la capacidad de enriquecerte, transportar e imaginar que posee la lectura escrita. Esto lo aprendí con el tiempo y seguramente tampoco mostré mucho interés por ello.
Unos cuantos años después a finales de los ochenta, hubo una eclosión del mundo editorial que se lanzó a publicar comics. Los compraba todos: Cimoc, Metal Hurlant, Vértigo, Totem, 1984, Comix Internacional, Rambla, Madriz. Mi aislamiento y desbordante fantasía crecieron exponencialmente y en paralelo, a mis estudios universitarios.
Me reconozco distraído en un universo paralelo creado por la lectura, donde la condición humana, las historias creadas por historietistas como Carlos Giménez o el tándem Jodorowsky/Moebius, te llevaban a conocer desde las duras condiciones que se soportaron en la España de la guerra civil, a las fabulosas historias de ficción de John Difool a la busca del Incal.
Entre medias parece ser, como hoy, que existieron guerras entre países, crisis económicas, desigualdades, escándalos financieros, avances científicos, grandes películas, victorias de fútbol, vacaciones en agosto, cumpleaños, suspensos, alegrías, miedos y distracción, mucha distracción.
Un buen día me soltaron en el mundo real, para ganarme el sustento y poder criar, cuidar y alimentar a los míos. En este mundo real me rodeé de gente diferente. Gente que entendía de cumplir objetivos en la empresa, de trabajar para ganar dinero, que sabía cómo utilizarte para sus fines. Gente muy bien adaptada al medio. La bofetada fue mayúscula. Me agarré a los lados de un barco en plena tormenta.
Pasé a la introspección interior cuando la crisis personal se apoderó de todo. Internet eclosionó y la posibilidad de acercarte a otros planos y a otros mundos fue ya imparable.  La posibilidad de introducirte en la madriguera de tu mundo interior desde el trabajo silencioso, desde la música a tu alcance, no tuvo precio, ni remuneración, ni ganas, salvo de compartirlo con todos.  Un universo exterior que nunca me interesó porque me refugié en mi mundo interior y que, cada vez me interesó más porque cada vez que lo conocía más, entendía, porque nunca, desde mi inconsciente, quise hacerle caso.
Hoy 15 de agosto, con media España, en fiestas, el camino continúa. Ahora en vacaciones, toca reposar y repasar lo leído. El universo es mental, un primer principio a entender. Y entender, lo dije más arriba, es tener algo en la mente. Mi mente quiere porque busca y descubre, porqué encuentra y sigue, porque entiende, aunque recién iniciase su sendero y le quede mucho por recorrer y aprender en esta vida y de esta vida.
Rememoro esto dé a continuación que escribí hace ya unos años:
“Encontré el momento, me desmarqué de las líneas marcadas por otros, encontré el mío. Creé los espacios, los hice míos, acaricié lo invisible, lo hice mío, giré y roté sobre mí mismo, me paré, paré de nuevo, escuché atentamente, vi atentamente, percibí atentamente, lo hice mío. Respiré, respiré de nuevo más profundamente, de nuevo miré, miré atentamente, se mostró, cerré los ojos, fui cuidadoso, hice mío esos momentos, los hice eternos, los hice vuestros, os los regalé, sonriendo internamente, manifestándolo externamente, dejándoos ver, dejándome ver, dejándoos querer, y en esos instantes…. Traspasé la línea, supe que la armonía se equilibra sola, respira sola, fundé sola, sentí lo que es la vida, que es lo que tiene vida, que es TODO, porqué TODO ES y TODO lo ES, por qué nunca dejó de SER. Y lo hice mío y fue vuestro y fue de TODOS…”
El TODO es ESPIRITU que en sí mismo es INCOGNOSCIBLE y ENTENDIBLE pero que puede ser concebido como una mente INFINITA, UNIVERSAL e INDEFINIBLE.
Un maestro dijo: «El que capta la verdad de la naturaleza mental del universo está bien avanzado en el sendero hacia la maestría» y añado con humildad y convicción que nunca es tarde y que siempre se puede encontrar ese momento en la vida.
Mientras seguiremos distraídos. Yo así estuve mucho tiempo.

sábado, 9 de agosto de 2014

un día entendí

Hubo un día que tomé conciencia de mí mismo.

Hubo un día donde deje de lamentar mi mala suerte. Que dejé de quejarme.

Hubo un día donde deje de culpabilizarme y culpabilizar a los demás. 

Hubo un día donde use mi juicio y deje de juzgar. 

Hubo un día donde puse freno a mis pensamientos negativos. 

Hubo un día en el que al levantarme di gracias por un nuevo día. 

Hubo un día donde tímidamente dejé paso a lo inexplicable. 

Hubo un día donde entendí, lo insignificante e inmensamente grande que somos. Lo poco que sabemos, lo mucho que llevamos dentro.

Hubo un día donde decidí investigar por mí mismo, discernir por mí mismo, dudar por mí mismo, equivocarme por mí mismo, reconocerlo por mí mismo.

Hubo un día que entendí, que los números son símbolos que asignan, toman y distribuyen, que al percibirlos desde nuestra parte consciente nos informan, porqué es una de las formas de comunicación de los planos superiores. 

Hubo un día que asocié su presencia a mis pensamientos desde el inconsciente para establecer planos de comunicación. 

Hubo un día que entendí, que la música es la musa que protege las artes y al percibirla en silencio desde nuestra parte consciente nos informa, porqué también es una de las formas de comunicación, de dar noticias, desde de los planos superiores.

Hubo un día que entendí, que la persona que sabe, ve, lo que otros no ven y escucha, lo que otros no oyen.

Hubo un día que entendí, que la magia no es engaño, porque la magia es la cualidad de lo sobre natural, que entendí, que querer es buscar, que es mejor encontrar que es fluir, que buscar.

Hubo un día que comprendí, que comprender es entender, capturar eso que sucede y se dice.

Hubo un día que entendí, que entender es tan sólo tener algo en la mente.

Hubo un día, y ese día existe para todos, donde entendí lo que significa dar, y a partir de ese día entendí por qué este mundo está como está.

Y hubo un día (hoy) que entendí por qué amar proviene de madre, y aun sin saber,... ya no hubo más que entender,... que lo único que hay que hacer,... es AMAR…