domingo, 26 de abril de 2020

tres puertos

“…deberíamos aceptar que el conocimiento es tan sólo ese punto intermedio entre la realidad y nuestra percepción, o no pocas veces, absurdo e ignorante punto de vista que nos hace navegar con demasiada frecuencia a la deriva”

Zarandeado por la vida. Abril de 2014


Tres palabras a final del año pasado esperan en cada puerto: helióstato, infinito y difusor. Cargo con ellas al levar anclas. Apertura intenciones. Lo sé. La canción (de Brad Mehldau), que da título al escrito, “tres palabras” cerró ese mágico escrito de búsquedas al azar. Ni yo mismo acierto a comprender del todo esta especie de guía desdoblada invisible que acompaña. La canción pertenece al álbum grabado en el 2002 “Anything Goes” que traducido viene a decir:

“todo vale”

“Nearness of you” (cerca de ti)  otra canción del álbum suena de fondo en mi playlist mientras doy  forma a ideas desde este escrito. Me retraigo hacia atrás desde el presente. Cierto es que navego últimamente de forma recurrente en círculos desde el inicio del año parando en puertos conocidos. Una singladura  entre lo ya dicho y lo que expreso aventurando una posible salida a lo reiterado que de sentido a este presente y a futuro valga. 

Trato de aportar a mi manera.

Cerca de ti” es un puerto doloroso y “nearness of you”  acompañó al escrito. Te recuerda otros caladeros que ya hemos vivido y anuncia, así lo expresé hace unos días, a  una percepción extraña, en lo personal subjetivamente cierta, de intuir que una posible salida de esta crisis, por encima de todo sanitaria y humana, nos despierte a una realidad (estremecedora e insensiblemente interiorizada, desde una parálisis extraña inmune de siempre, al dolor ajeno) donde o se ratifique con hechos un firme compromiso de los dirigentes y organismos oficiales de naciones de todo el mundo a erradicar el hambre y la pobreza existente, o no habremos aprendido nada y el ciclo, como si de una Atlántida repetida que hubiese existido, supusiese un posible fin a esta civilización.

Un “todo vale” al que le falte un no al principio. Aun hay tiempo.

Vuelvo a la portada del disco donde se nos muestra  la silueta en blanco de los tres músicos componentes del grupo  en el Central Park neoyorkino, con la muy conocida fuente de Bethesda  y la imagen de Brad en la esquina derecha.

Mi visión existencial alcanza los  primeros peldaños de una escalera y lo encuentro en “El universo en un verso”, otro puerto seguro cercano orientado en la noche por un faro que ilumina a la comprensión transcendente:

Lo externo (percepción), lo corpóreo (sensación),  lo mental (pensamiento). Esencias de belleza, amor y comprensión. El ojo de la contemplación, el ojo de la carne,  el ojo de la razón y, la visión no dual de la comprensión misma de la realidad desde su unificación sin lugar a fragmentaciones o visiones parciales exigiendo  por separado la posesión de la verdad misma.

El ángel de las aguas de 1842,  es la fuente que se hizo para conmemorar la potabilización con la clorificación del agua y su llegada a la ciudad de Nueva York, todo un avance del progreso y la sociedad hacia el bienestar y la salud pública. Bethesda era el mítico sitio donde Jesús curaba a los enfermos y el ángel bendice el agua con el símbolo de la flor de lis en una de sus manos. Los querubines debajo de la fuente representan los beneficios de la salud  (bienestar físico, psíquico y emocional) para alcanzar equilibrios: Son la paz, la salud, la pureza y la templanza.

Tres puertos, a lo mejor hoy  de aguas más limpias, donde se ve el fondo, me recuerdan que tendemos a confundir el “todo vale” con derechos  de libertad individual que por décadas lo han inflamado (incluido a nosotros) aunque no lo sepamos, demasiadas cosas. Huyo de soflamas demagógicas. Hoy por prudencia, preventivamente (y de esto sé algo) nos piden contención y mi obligación, porque así lo siento, es decir que todo lo que contengo y escribo, y no has visto con otros ojos, esté demasiado cerca de ti.

De ti depende aperturarte, navegar por aguas tranquilas y limpias, a la comprensión de tus percepciones, de tu mente y de tus sensaciones, a la evolución de la conciencia (que es la evolución del ser humano) y  exigir con toda la firmeza y hasta donde puedas, la erradicación, que de nuevo recuerdo, si, otra vez de forma recurrente, del escrito y de los datos tan cercanos a ti, a mí, a nosotros y a todos:

"Pobreza en el mundo: 1.400 millones de personas.
Hambre en el mundo: 900 millones de personas.
Agua en el mundo: 550 millones de personas viven en países con escasez y estrés hídrico. 1.700 millones carecen de acceso agua potable y 3.300 millones no disponen de servicios de saneamiento adecuados.
Guerras en el mundo: Yemen, Irack, Siria, Sudan del Sur, Somalia, Afganistán.
Refugiados en el mundo: 70.8 millones de personas
El 1% de los ricos del mundo acumula el 82% de la riqueza global"


Anything goes
Nearness of you
Brad Mehldau trio


jueves, 23 de abril de 2020

esculturas libers

Hoy es el día del libro. Pío Baroja y Menéndez Pidal, presidiendo uno, la cuesta Moyano madrileña donde se juntan casetas de libros maravillosos de todo tipo, otro en el vestíbulo de la segunda planta de la entrada a la Biblioteca Nacional, solemne,  te preparan para silencios y lecturas.

Don Pío con boina, bufanda y abrigo  viejo, que por eso está en la calle. Don Marcelino, con capa, sentado en un pedestal, a una mano leyendo, relajado, con las piernas cruzadas.

No se lee por responder a confinamientos, ni a reclusiones o privaciones de libertad. Se lee en la calle, en transportes públicos, en bancos de parques, tumbado bajo sombras de árboles y sombrillas en días de estío, en bibliotecas de luz tenue, aislado de otros ruidos y en el reposo de tus mobiliarios de hogar, porque en el mundo de los libros se transcurre por la mente, donde las palabras te transportan libre.

Mi mirada es a ambas esculturas, esculpidas, cinceladas, labradas y talladas por manos familiares. Los parientes (los escultores Federico y su padre Lorenzo Coullaut).

Unos por sus logros vinculados a las letras, otros por recordar desde la escultura, con orgullo, su presencia.

Hoy sólo hay que leer un poco, tan sólo un poco, de cortezas de plantas o bajo soportes de algoritmos de progreso, estés donde estés, así celebrarás y honraras con tu imaginación, embelesado, este gran día, de un mes de abril cualquiera.


domingo, 19 de abril de 2020

optimistas

La gran Nacha Guevara recita como no podía hacer otra “esperanza” del actor cubano Alexis Valdés, falsamente atribuido en estos días al escritor Mario Benedetti. El WhatsApp me llega reenviado en este naufragio colectivo.

Salto como un resalto y me encamino a la librería de mi hogar. Un pequeño libro de Benedetti “Rincón de Haikus” me vuelve a emocionar. De ahí nace esta historia personal como todas.

Salsi y René buenos amigos y vecinos vivían en el sexto. Él ya jubilado, uruguayo, versado, escritor, cautivador, pintor, había trabajado en la Unesco. Ella “brujita” como la llamábamos, francesa, pequeñita, delicada, enigmática, cultivada (su pareja) conocedora de las ciencias esotéricas: Del tarot, de la astrología y la quiromancia.

Recuerdo decir de Salsi que tenía protección en su vida en sus palmas rebosantes (de algo insólito) de multitud de cuadrados. Y a decir verdad yo lo vi. En mi época universitaria cuando todavía vivía en la casa paterna me la leyó: Una línea del destino recta, muy larga y bien definida de las que se tardan vidas enteras en tener.

A casa de Salsi y René se dejaba caer cuando venía por Madrid su compatriota charrúa Benedetti. Siendo vecinos mi padre fue presentado. La dedicatoria, sincera tras conocer su polifacética obra artística, se rubricó firmada en un libro de esa especie de aforismos que son los haikus japoneses, y la conservo agradecido:


“Para  León Coullaut con admiración y cordialidad”. Mario Benedetti

Entresaco dos haikus al azar de este libro de 1999 y desarrollo ideas completando tormentas a pensar:

209:               
Bloqueo / alzheimer /
Hirosima / otan / sida /
No fue un buen siglo
213:
un pesimista
es sólo un optimista
bien informado

No, no fue un buen siglo y no, no es que seamos pesimistas, ni mucho menos. Quienes respiran y entienden la vida están vivos y entienden de la fragilidad del ser humano:

Entenderemos lo frágil
que significa estar vivos
Sudaremos empatía
por quien está y quien se ha ido.

El optimista vive en lo que cree él que es el mejor mundo posible. El pesimista, (siempre bien informado) seguramente como alguien dijo, tema que eso sea cierto.

Devuelvo mi mirada informada, desde mi rincón, desde mi habitación, desde mi palco de vecindario:

Extrañaremos al viejo
que pedía un peso en el mercado,
que no supimos su nombre
y siempre estuvo a tu lado


Si, ninguno de los cuatro, ni Salsi, ni René, ni León, ni Mario están. Son parte de unos recuerdos de aquellos mayores de los que aprendimos y perdimos, tan presentes:

y entonces recordaremos
todo aquello que perdimos
y de una vez aprenderemos
todo lo que no aprendimos.

El XX dice Benedetti no fue un buen siglo. El XXI pasadas dos décadas, algunos, algo intuímos. Será que somos exasperantemente pesimistas en nuestro optimismo absurdo e irracional.

Y por eso por lo que no aprendimos:

Cuando la tormenta pase
te pido Dios, apenado,
que nos devuelvas mejores,
como nos habías soñado.

sábado, 18 de abril de 2020

cerca de ti


"Pérez no es un ciudadano ejemplar. Aunque teóricamente la esperanza de vida sea mayor que otras épocas y seamos más, nunca en la historia hemos estado tan informados y disponemos de los medios como para no ser insensibles y poner fin al drama ajeno. 
Pérez es escéptico, piensa que bastante tiene con lo suyo, que lo arreglen otros. 
Pérez sólo actuará desde el método reactivo cuando se desacondicione su conciencia porque el drama le toque de cerca. 
Pérez es un hipócrita muy cercano a cada uno de nosotros, porque es el espejo en el que nos reflejamos todos".

10/10/2014. ÉBOLA

"Vivía tranquilo occidente presenciando desde el palco del teatro, sin atender mucho,  a la obra que se representaba en áfrica. De hecho los bostezos ante tanta miseria, guerra y hambruna, enfermedad y dolor impedían cualquier aplauso caluroso a esos actores tan reales y alejados de ellos. En esto que a una enfermera altruista poco instruida en  equipos de protección individual, por desgracia reactivamente, despertó sus inmunes hipócritas conciencias cuando por los motivos que sean se contagió de un  peligroso virus fabricado no se sabe muy bien dónde. ¿O tal vez si?"

3/09/2015. HORROR

"El ser humano, sigue en crisis sobre todo cuando la tragedia se acerca o te puede tocar al ladito de tu casa en tu tranquilo y seguro palco de vecindario o ciudad. El primer mundo torpe ajeno al dolor ajeno,  el tercer mundo… para que hablar del tercer mundo tan lejos,  tan aparentemente acotado en un escenario de miseria, vestidos con los trajes de fútbol de sus héroes de occidente, enterrando a los suyos en zanjas, caminando en fila india por las vías del tren, asomándose sin pudor a nuestras playas veraniegas"


10/04/2020. DATOS CERCA DE TI

"Pobreza en el mundo: 1.400 millones de personas.
Hambre en el mundo: 900 millones de personas.
Agua en el mundo: 550 millones de personas viven en países con escasez y estrés hídrico. 1.700 millones carecen de acceso agua potable y 3.300 millones no disponen de servicios de saneamiento adecuados.
Guerras en el mundo: Yemen, Irack, Siria, Sudan del Sur, Somalia, Afganistán.
Refugiados en el mundo: 70.8 millones de personas
El 1% de los ricos del mundo acumula el 82% de la riqueza global"


Anything goes
Nearness of you
Brad Mehldau trio

miércoles, 15 de abril de 2020

por ¡Tutátis! sólo son idiotas

El mes de marzo de hace tres años ostentó un particular record de escritos: diez. Otro decálogo, expresión sentida, de pensamientos a releer reclamando miradas distintas, de una sociedad, que fuese, efectivamente, menos impulsiva, torpe, egoísta o violenta.
Acostumbrado a recibir la inspiración con cuentagotas de la cantidad de escritos, muy por encima de la media, mereció su atención uno.
“idiotés” ahondaba en la indefensión, lo inerme, de las personas que integran la sociedad y dirige la observación a la antigua Grecia al papel que desde lo público y privado se ejercía en el ágora, para acabar con una mirada de lo político, desde su ojo entrenado, tan lejos de PIBs, crecimientos y progresos a la deriva ilimitados que en general se nos ofrece, cual panacea de progreso y evolución. 
Por ello me detengo, entresaco y me redescubro:

…“Si la Verdad es absoluta —que lo es— y está dentro de ti —que lo está— como un perla o semilla, sacarla afuera, hacerla ver o crecer, educar-se, será adquirir sabiduría, alcanzar y tocar —con humildad— con la punta de los dedos, otra realidad, —la Real— que te llevará a entender —iluminar— y comprender que el amor, la bondad, el bien común —lo político bien entendido— nos permiten elevar nuestra consciencia —evolucionar— pues aunque nuestro destino —dar vueltas— parezca siempre repetido y el mismo, el verdadero progreso —crecimiento— del ser humano, me repito, y es armarte, protegerte y blindarte, es, en conciencia, --saber-- lo que indudablemente conlleve, algún día, dejar de estar inermes”

Estamos inermes, y no precisamente desde hace unas semanas o unos meses. 
Oía el otro día decir a Juanjo Millás con su habitual ironía en un programa de radio, este pensamiento tan en la mente de muchas personas: ”No si yo ya notaba algo raro desde hace un tiempo...”
Estamos sin armas para defendernos y queremos agarrarnos a palabras antónimas a la meteórica escalada, curva exponencial (para la ciencia patógeno, según unos pocos exosoma activado por tecnologías presentes o venideras) de cómo “desecalarnos”, la palabra de moda y volver al campamento base de la normalidad.
La expresión que dirían los imaginarios personajes de Astérix, del recién fallecido guionista y dibujante Uderzo apelando a deidades galas del panteón celta, por aquello de estar unidos en la tribu, en el cobijo de nuestros hogares, nos lleva a exclamar:
¡Por Tutátis!
Pero esta exclamación responde a lo bélico, que ante la naturaleza o lo biológico, su fuerza, constatar la indefensión, lo poco que sabemos, reclama dosis de humildad. Observo enemigos exteriores difusos, silenciosos e indefinidos. La culpa campa excretada bruscamente y nuestro diafragma se revuelve como queriendo quitarse de encima y expulsar a este enemigo, que no es tuyo, ni mora en ti, ni campa a sus anchas, si no que es de otros y de aquellos que no saben darnos respuestas ciertas, ni gestionar tanta incertidumbre.
Acabo, ante silencios ominosos, ideas rayadas, no ya por decálogos de un mes de marzo cualquiera, sino por décadas de crecimiento profundo interior como ser humano, ignorado, e interiorizaría lo entrecomillado, y puestos a sacar fuera, a expulsar algo de verdad, me desprendería de la ineptitud, de las cáscaras de letargo que recubrieran la perla de la consciencia, si es que como tal la portáramos dentro, y espero sinceramente construyamos en un futuro un mundo mejor, más solidario, más humano, más Real, del que sentirnos orgullosos como especie.
De  momento sólo siento una profunda vergüenza, y no es propia, es ajena.

jueves, 9 de abril de 2020

cogidos de la mano


“Se trata, y ahora afirmo, de traspasar líneas, de restar importancia al ego, a los logros, lo que tengo, soy y hago, de evitar juicios, arrinconar odios, de entender que las medidas del círculo son medidas áureas universales de perfección, y son iguales para todos y están al alcance de todos, porque siempre lo han estado. Se trata de despertar, de vivir, de amar, …de encontrar nuestro origen...”
origen. escritosenred 



De las cornucopias de la abundancia de felicidad los niños saben mucho, y el genio de la guarda que lo sabe, sonríe ante su mágico asombro, porque no hablan, no tienen prejuicios, sólo juegan.

Como el gen engendrado, la inspiración, “la alegría con que el niño absorbe la forma y el color” que dijo Baudelaire, la voluntad recuperada, o “la infancia recuperada a voluntad que no es más que el genio”, manifestó un deseo, un solo deseo:

Querer volver a los orígenes que, por esencia, por ser lo fundamental, conectan desde dentro a lo superior. La emoción que mueve, pasión mantenida a raya, tratando de rozar la felicidad completando ¡válgame el cielo! porque se ha hecho si no todo, lo suficiente.

Me lo dijo Confucio un día:

“La satisfacción lleva a la felicidad, incluso en la pobreza. Y la insatisfacción lleva a la pobreza, incluso en la riqueza”

Si, ya he hecho y apenas he empezado, lo bastante, ya he recuperado mi voluntad para bien dirigirla, ya he vuelto a la infancia. Voy de camino a la felicidad y tan inteligible como mi prosa es la de los niños que no la necesitan al retozar, porque inventan un mundo y en su ingenio como el Creador traspasan cualquier tiempo.

Volví y sentí el cuidado y la bondad de mi madre, su amor, mi origen. Su felicidad. Y al revés, la devuelvo ese momento...

Y tomé lo perdido y me dejé llevar y evolucioné… al origen y al genio que se escondía en la lámpara y nos fuimos ambos cogidos de la mano.



Álbum: Light line
Canción: Un attimo
Artista: Cesare Picco

Apostilla)

¿Qué es cogerse de la mano? 
Un hombre sólo mira a otro de arriba abajo si es para ayudarle a levantarse. Se coge de la mano, para volver a la inocencia del niño, para volver a nuestro origen y volver a enseñar nuestros orígenes, para buscar la esencia de las cosas, la felicidad, el ingenio y aunque sea en la soledad donde eres tú mismo (el precio de la libertad), entender lo que es la bondad y poder seguir evolucionando.
Todo ello, ya la sabemos, es a través del amor.


miércoles, 1 de abril de 2020

radiant city

Que ese "spinner" agarrado por sus dedos una vez impulsado terminaba parándose, que se desacelerase hasta detenerse, como la imagen de perfil del blog con un escrito que lo tituló ya hace años "el tiempo detenido" imagen, ocaso, en un entorno tan especial para él como era el cordón litoral de La Manga, tan enfermo y contaminado su acuífero por la acción  del hombre, colapsado, o que su reloj en el último año lo hubiese llevado a arreglar hasta en cuatro ocasiones porque se le paraba, no era casual, eran hechos y sin duda respondían a algo, a una impresión desde el futuro avisando, en estos tiempos de confinamiento pandémicos, reunión de una humanidad a refugio en sus hogares.
Comenté la observación de la realidad del trisquel celta en un escrito de finales del año pasado. El año lo resumí, después de una décadavolviendo a la casilla de salida, al concepto de anomía, qué, por alguna razón, se me escapaba e intuía que de algún  modo al comienzo de esta década deberíamos hacer un reseteo, en el sentido de empezar de nuevo.
La foto en cuestión del plano centrado de un horizonte escalado de "marrones" dónde el Sol no se sabe si se sostiene o acompaña a la gaviota marina la hice hace unos años en vacaciones.
Respecto del reloj una de las veces que se paró fue viendo "Interestelar" justo en la escena donde Matthew McConaughey (Cooper) desde el teseracto en otra dimensión ve el pasado y trata de llamar la atención de su hija dándole unas coordenadas a través de un reloj de pulsera situado en la estantería de libros.
Ellos...
La trayectoria es la conciencia en el arte del arco, Malby, en el final de una entrevista se emociona cuando Sánchez Dragó, relee su maravilloso decálogo de la Ley del Arco.
La diana  es ese retrato del arquero. La humanidad lanzando flechas toda la vida a la Madre Tierra, sin saber que no se puede lanzar una flecha a la vida misma, porque le va a doler.
O como dije en su día, Athos, tirando piedras desde su monte, su mente, a los dioses que ni les rozan.
A lo mejor (me pongo gnóstico) la diana es ese Sol impoluto, tan ausente de manchas desde hace un año, Demiurgo en el ocaso, con el tiempo detenido. El hombre original, su reflejo del Eon Shopia, tratando de establecer metanoias con el Pleroma. El reloj insistiendo en parar el tiempo, o ese "spinner" recordando que no se puede de forma indefinida acelerar y acelerar, metáforas de la vida, indicadores para redescubrirnos en esta caída en nuestra divinidad, dónde hay que pararse, reflexionar, volvernos a conexionar con la Madre Tierra y aunque sea en una urbe de cemento, desde nuestras ventanas, sentir el canto de los pájaros (alados que se sostienen) e inhalar a pleno pulmón el aire puro, que ha desplazado a la nube de "smog" tóxica en la que vivíamos y no reparábamos y que nos haga volver a ver nuestras ciudades, pero más  importante a nosotros mismos, dando un paso atrás para en nuestra habitación, protección, retornar, a lo que siempre fuimos y muchos desconocen:
Seres radiantes de luz.

Radiant City
Robin Guthrie & Harold Budd