La gran Nacha Guevara recita como
no podía hacer otra “esperanza” del actor cubano Alexis Valdés, falsamente atribuido en estos días al escritor Mario Benedetti. El
WhatsApp me llega reenviado en este
naufragio colectivo.
Salto como un resalto y me encamino a la librería de mi
hogar. Un pequeño libro de Benedetti “Rincón de Haikus” me vuelve a emocionar. De
ahí nace esta historia personal como todas.
Salsi y René buenos amigos y
vecinos vivían en el sexto. Él ya jubilado, uruguayo, versado, escritor,
cautivador, pintor, había trabajado en la Unesco. Ella “brujita” como la llamábamos,
francesa, pequeñita, delicada, enigmática, cultivada (su pareja) conocedora de
las ciencias esotéricas: Del tarot, de la astrología y la quiromancia.
Recuerdo decir de Salsi que tenía protección en su vida en sus
palmas rebosantes (de algo insólito) de multitud de cuadrados. Y a decir
verdad yo lo vi. En mi época universitaria cuando todavía vivía en la casa
paterna me la leyó: Una línea del destino recta, muy larga y bien definida de las que se tardan vidas enteras en tener.
A casa de Salsi y René se dejaba caer
cuando venía por Madrid su compatriota charrúa Benedetti. Siendo vecinos mi
padre fue presentado. La dedicatoria, sincera
tras conocer su polifacética obra artística, se rubricó firmada en un libro de
esa especie de aforismos que son los haikus japoneses, y la conservo agradecido:
“Para León Coullaut con admiración y
cordialidad”. Mario Benedetti
Entresaco dos haikus al azar de este libro
de 1999 y desarrollo ideas completando tormentas a pensar:
209:
Bloqueo /
alzheimer /
Hirosima / otan
/ sida /
No fue un buen
siglo
213:
un pesimista
es sólo un
optimista
bien informado
No, no fue un buen siglo y no, no es que seamos pesimistas, ni mucho menos.
Quienes respiran y entienden la vida están vivos y entienden de la fragilidad
del ser humano:
Entenderemos lo frágil
que significa estar vivos
Sudaremos empatía
por quien está y quien se ha ido.
El optimista vive en lo que cree él
que es el mejor mundo posible. El pesimista, (siempre bien informado) seguramente como alguien dijo, tema que eso sea cierto.
Devuelvo mi mirada informada, desde
mi rincón, desde mi habitación, desde mi palco de vecindario:
Extrañaremos al viejo
que pedía un peso en el mercado,
que no supimos su nombre
y siempre estuvo a tu lado
A escritos de lo dicho: A choca, a ambrosías inalcanzables, a autoconsciencia, a plataformas, a no nos expulsaron del eden, a horror, a exasperantemente, a ébola, a un mundo repetido, a pérez el ciudadano ejemplar y a… tantos otros...
Si, ninguno de los cuatro, ni Salsi, ni René, ni León, ni Mario están. Son parte
de unos recuerdos de aquellos mayores de los que aprendimos y perdimos, tan
presentes:
y entonces recordaremos
todo aquello que
perdimos
y de una vez
aprenderemos
todo lo que no
aprendimos.
El XX dice Benedetti no
fue un buen siglo. El XXI pasadas dos décadas, algunos, algo intuímos. Será que
somos exasperantemente pesimistas en nuestro optimismo absurdo e irracional.
Y por eso por lo que no aprendimos:
Cuando la tormenta pase
te pido Dios,
apenado,
que nos devuelvas mejores,
como nos habías soñado.
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