Pérez no es un ciudadano ejemplar. Aunque teóricamente la esperanza de vida sea mayor que otras épocas y seamos más, nunca en la historia hemos estado tan informados y disponemos de los medios como para no ser insensibles y poner fin al drama ajeno.
Pérez es escéptico, piensa que bastante tiene con lo suyo, que lo arreglen otros.
Pérez sólo actuará desde el método reactivo cuando se descondicione su conciencia porque el drama le toque de cerca.
Pérez es un hipócrita muy cercano a cada uno de nosotros, porque es el espejo en el que nos reflejamos todos.
Terence Mackenna (escritor, orador, filósofo, etnobotánico, psiconauta e historiador de arte) desde postulados
cercanos a experiencias con enteógenos dice:
“Es claramente una crisis de dos cosas: de
conciencia y condicionamiento. Éstas son las dos cosas que atacan los
psicodélicos. Tenemos el poder tecnológico, las habilidades de ingeniería para
salvar nuestro planeta, para curar enfermedades, para alimentar a los
hambrientos, para poner fin a la guerra, pero nos falta la visión intelectual,
la capacidad de cambiar nuestras mentes. Tenemos que descondicionarnos a
nosotros mismos de 10.000 años de mala conducta. Y, no es fácil”
No hay comentarios:
Publicar un comentario