lunes, 21 de diciembre de 2015

la canción eres tú

La canción eres tú, me lo dicen ellos, o Él o mi otro yo cuántico, o quien sea.

No, no soy yo refiriéndome a un tercero, diciéndole que siento. Son, seguro, mis guías. Fred Hersh sólo acaricia con sus manos un piano y la interpreta y la siente como yo la siento, como una emoción, porque ahí la canción es Él. 

La escucha o escuchan a través de mí, porque quienes sean, quieren sentir mi emoción. Y me lo dicen, porque saben que me  alimento de mi sensibilidad, de estar receptivo y fijarme, y a cambio alimentándoles con lo mejor de mí, me susurran verdades, vientos ineluctables que elevan vibratoriamente la consciencia de mí Ser.

Sí, si la canción soy yo, y no lo sabía. Mi emoción que sería verte para oírte, oírte para sentirte, sentirte sin más, escuchar cuando miro, tocar cuando oigo, abrazar y mucho más, es su emoción, la emoción que expresase cual una etérica caricia, musas de amor sin más.

Tú y sólo tú, sonando para mí. La canción eres tú, que soy yo, si logras entender, que hay algo más, y ese más tan sólo encerrase un poderoso mensaje. Y ese mensaje, sólo y lo digo bien alto fuese, tan sólo Amor.

La canción soy yo, y si la oyes como yo o como Él, la canción serás tú.

Una vez más desperté en este absurdo y liado mundo de sordos, busqué un retiro, me aparqué, paré, pero la canción, tal y como lo entiendo, porque así me lo han dicho, soy yo, y sí, lo confieso, no lo sabía…

Amor, es el espejo gemátrico de lo incognoscible, que es decir, Dios.


The song is you. 
Fred Hersh. “Sólo”

viernes, 11 de diciembre de 2015

disco de oro

En “sonidos de la tierra” el disco de oro de la Voyager, mandado al espacio en 1977, se incluyen, aparte de sonidos e imágenes de como somos, y al principio, saludos en cincuenta y seis idiomas. El saludo en latín es: 

“Salvete quicumque estis; bonam ergo vos voluntatem habemus, et pacem per astra ferimus”.

"Saludos, quienesquieran que sean, tenemos buena voluntad para con ustedes, y llevamos paz a través del espacio".

Sonroja cómo repasado el susodicho disco no hay ni una sola referencia a nuestra naturaleza belicosa más que manifiesta desde hace siglos y presente y de rabiosa actualidad. Se ve que lo de mentir es innato y consustancial a la naturaleza humana, así que mejor ni mentarlo, ni escucharlo, ni enseñarlo. 

El mensaje, se me ocurre, para que tuviera coherencia debería decir algo más o menos así:

"Saludos, quienesquieran que sean, tenemos buena voluntad para con ustedes y llevamos paz a través del espacio... que lo que es por aquí ni buena voluntad ni paz se la podemos garantizar, más que nada porque andamos matándonos, desde hace ya ni les cuento, fundamentalmente, aunque les parezca increíble, por motivos religiosos y económicos".

lunes, 30 de noviembre de 2015

carta a jiddu

Querido Jiddu:

Pues va a ser que sí. Verás no es que lo hubiese dudado, es que efectivamente como bien dices: "No es bueno estar adaptado a una sociedad profundamente enferma".

Si reconociésemos estar enfermos conllevaría admitir que habríamos perdido la salud. Pero verás, es que no vemos que no vemos, somos incapaces de admitir que aunque de salud física, creamos estar bien, lo que es de salud mental vamos francamente mal. De hecho muy mal. Si ya sé que hay grados, pero es que el problema no reconocido es que somos incapaces de amar. Qué te voy a contar que no sepas tú.

Si Jiddu hoy empieza una nueva cumbre sobre el cambio climático. En las agendas de los mandamases, camuflado me temo que sólo haya intereses y poca voluntad de arreglar esto. 

El ser humano aún cree que las cosas se presentan de la manera como son percibidas a simple vista y no hubiese otras maneras de ser sentidas, tal cual si fuese el mundo, un mundo creado por sí mismo. Y de ahí el no ver al prójimo como algo cercano. De ahí que no sientan dolor por una madre naturaleza que gime o sólo sientan dolor por la pérdida de uno de los suyos.

Ya ves, casi que prefiero estar solo, solo de nuevo, o con gente afín inadaptada que se asombre como me asombro yo, aunque seamos pocos, de la estupidez humana, porque esta y no otra es el diagnóstico acertado de su enfermedad, porque es de estúpidos quedarse paralizado, no reconocer que estamos por aquí de paso para amar. Seguro que entonces el mundo cambiaría y dejará de estar enfermo.

En fin te dejo con una preciosa melodía de O’Sullivan. El protagonista, al perder lo que más quería se pregunta por qué. Porqué se queda y se siente sólo de nuevo. Quizás su problema sea que lo que realmente ocurra es precisamente lo contrario: Que no nos quedamos solos, que mientras estemos por aquí, aún nos tenemos los unos a los otros. Aunque seamos pocos.

Recibe afectuosamente un fuerte abrazo,

dave


Alone Again (naturally)
Gilbert O’Sullivan

viernes, 20 de noviembre de 2015

reflexiones de escritos

Reflexiones entresacadas de escritos:

...”Consuélate si quieres con que dispones de libre albedrío, yo te lo refutaré, te diré cuáles son las paredes de tu cárcel, tu karma a vencer o tu potencial a desarrollar, buscar ese equilibrio en el que fluyes sin esfuerzo, pero desengáñate deja ya de engañarte a ti mismo. Si naciste con tendencia a pararte te costará moverte. Pero si logras ser consciente de tus límites lograrás poco a poco romper las paredes de tu cárcel. Ahí empieza tu libre albedrío”.

…”Aunque uno sea libre de moverse entre las cuatro paredes de su cárcel vive en el universo que quiere vivir, y existe en el que puede soportar porque el destino está ya escrito y el libre albedrio sólo nos da la posibilidad de acelerar, driblar, mitigar, o agigantar nuestro Karma”.

…”Si nuestro destino está ya grabado en nuestros genes desde que nacemos, algunos queremos despertar porque no nos gusta lo que vemos, porque decidimos hace ya tiempo ser asociales con la injusticia, ir en otra dirección, crearnos una realidad acorde a nuestra incapacidad de adaptación de y a lo que la mayoría de la gente aspira, pero porque fundamentalmente, nos grabaron en nuestro ADN al nacer un sello, que aunque no lo creamos, coincide con unas determinadas posiciones planetarias incluido nuestro astro rey, que nos bendicen con la gracia de saber interiormente que somos seres espirituales no se sabe muy bien porqué, observando cómo nosotros y los demás nos creamos cielos o infiernos en este efímero paso por la vida, casi siempre sólo con nuestro recurrente y repetitivo pensar”.

...”Nuestras capacidades, nuestro entendimiento, nuestro intelecto, nuestras limitaciones, nuestra espiritualidad, nuestras percepciones, nuestra sensibilidad, vienen de fábrica marcadas desde el mismo instante de nuestro nacimiento, con cantidades diferenciadas para todos y cada uno de nosotros, y creamos la realidad, en un entendimiento de esta, de forma totalmente subjetiva, en base a las experiencias adquiridas con nuestros sentidos que nos permiten adquirir determinados conocimientos”.

...”La vida es cíclica. Es un hecho que las grandes culturas de la antigüedad después de desarrollar su máximo esplendor se derrumbaron. Podríamos decir que siguieron un evidente ciclo natural (nacimiento, crecimiento, reproducción y finalmente perecieron). Curiosamente coincidieron con las eras: Dicen que la era escorpión se correspondió con la civilización lemúrica, Libra y Virgo para los atlántes, en Leo la unión de civilizaciones, la Noé babilónica en Cáncer, la Adámica del diluvio en Géminis, egipcia en Tauro, griega y judaica en Aries, y  la actual de desarrollo de las religiones como el cristianismo o el islamismo en Piscis. Y perecieron y de diversas formas. La idea de destrucción no es privativa de alguna cultura en particular, y mucho me temo que nuestra civilización actual en la era piscis, al ritmo que vamos, en plena eclosión de reproducción, perecerá, porque nos guste o no, así ha sido siempre. No se trata de alarmar pues se perece o muere de muchas maneras, y eso bajo mi punto de vista, es lo que estamos viviendo en estos precisos momentos, y al mismo tiempo esbozando porque coincide, con los primeros pasos de lo que significará el paradigma de la era próxima acuario  que parece ser que  es la que se corresponde con la era del empoderamiento. La  del “hombre dios”.

...”Sólo existe el presente, y este es como una red que nos atrapa, un presente de un futuro que ya pasó en el que como ya conocemos lo sucedido, y no nos gusta, nos empecinamos en advertir a otros, si aún están a tiempo, para que despierten”.

...”Consciencia, utilizando nuestro libre albedrío, es inversa y necesaria a la inconsciencia de entender que la vida se rige por determinismos”.

...”El futuro todavía no existe pero es nuestro para construirlo, aprendamos de los errores del pasado”.

martes, 17 de noviembre de 2015

trabajar

La palabra trabajar deriva del latín “tripalium”. Un yugo hecho con tres palos que se colocaba a los esclavos para azotarlos y que generaba fatiga, sufrimiento y penalidad. En contraposición al trabajo, el ocio, el tiempo libre, el “otium” en latín, como cesación del trabajo nos indica descanso y facilidad en tanto en cuanto dedicamos nuestro tiempo libre a dejar de sufrir y cesar en las obligaciones necesarias, entre otras cosas, por no ser hombres libres o nobles que no necesitásemos trabajar. Vamos que nos tocase la lotería o fuésemos herederos de inmensas fortunas que nos librasen (ser libres) de trabajar.
En la separación religión estado, occidental se dedican dos días para cesar de trabajar, a saber los sábados y domingos. De esta forma el viernes por la tarde noche se inicia el período de descanso en el que dejan de “darnos latigazos”, aunque no seamos conscientes de ello, para que repongamos fuerzas a través del “otium” e iniciemos la semana con renovadas fuerzas.
Cultura y ocio, cultura y espectáculos., cultura y costumbres. La asociación de la palabra cultura a la cesación del trabajo parece por inevitable no discutida. Educación, tan vinculada a desarrollar las facultades de los niños y cultura, de “cultivo” necesitan de espacios de crecimiento y en la sociedad occidental, al menos la cultura, se ha acotado al fin de semana, al nivel de la facilidad del descanso. Será que necesitemos estar pasivamente descansados para adquirir dosis de la misma. Me temo que no, pero así se nos vende.
El equilibrio occidental de trabajo y descanso rutinario, repetido e interrumpido por cuarenta días repartidos en vacaciones, nos dibuja a grandes rasgos un modelo, de un sistema, que por  aceptado, no es cuestionado. El ocio y el espectáculo, alimentados por la plaga de la publicidad, absorben por completo el espacio de descanso de tal forma y si te lo puedes permitir, que en el inicio del cese del sufrimiento ya sea rutinario semanal, o vacacional acudes a restaurantes, estadios de futbol, o salas de concierto.
Hábiles estos terroristas en Paris, atentando, haciendo daño donde más duele, en ese acotado y pequeño espacio del fin de semana donde la inmensa mayoría deja de sufrir para distraerse y evadirse de sus problemas. En el fondo este ataque a occidente, es al pilar de su cultura: El ocio, ritualizado en una fecha tan representativa persigue lo de siempre, generar miedo, pues este se siente cuando te hacen tambalear, tu orden, tus costumbres, sean propias o inducidas... 

viernes, 6 de noviembre de 2015

mis ideas

Mis ideas (si es que algo veo) no pocas veces están condicionadas por lo que experimento, que es lo que descubro y a veces me cuesta creer, y que sincrónicamente y a través de mis pensamientos corroboro y me indican y enseñan. 

Ya sea con pensadores de la antigua Grecia como Platón, que definieron precisamente ese mundo de las ideas, o con cualquier otro u otra actividad que centren mi atención en un instante infinitesimal desde mi percepción subjetiva sensible.

Posiblemente lo que otros ni ven, ni oyen, ni sienten, ni perciben, ni siquiera querrían creer.

lunes, 26 de octubre de 2015

se paró

Se paró delante del disco, y posiblemente al mismo tiempo y por unos instantes se detuvieron sus pensamientos. Tenía que ser antes de que el disco se pusiese verde y reanudase sus pasos, o acabase esa música antes girada, ahora comprimida, que sonaba por unos diminutos auriculares. 
Lo verás, lo volverás a ver, se decía así mismo, como otras veces ya lo había visto, otras por no estar atento, estando, no vio y otras de pura perplejidad aun viendo, no quiso creer.
El tiempo se detuvo, pasaron esos segundos que van del rojo, al ámbar y verde. Su mirada se detenía delante de lo que pasaba, y lo que pasaba no era más que el reflejo de su no presencia.
El destino, la fatalis inexorable, totalidad de esa dimensión en ese preciso instante se cruzó delante. Lo hizo de nuevo, con un juego de números, como siempre hacía, a la vista del que no ve, desde la atención la que decide, no se sabe bien porqué, pararse y fijarse.
Detenido, driblando a la inconsciencia, ese automatismo rutinario que son nuestras vidas, su presencia, la que está a tu alrededor, siempre, aunque no la sientas te acompaña de por vida.
Lo importante es detenerte, pararte, escucharla, verla, pero más importante aún, sentirla.



Canción: You Will Always Be Around
Album: Forever you
Interpretes: Ulf Wakenius, Carsten Dahl, Lars Danielsson, Morten Lund

viernes, 23 de octubre de 2015

el teléfono descompuesto

Siempre en el limbo en su pequeña ínsula, a cobijo en su intimidad de la agresiva realidad objetiva, esa tan desconcertante, incoherente y muchas veces falsa que le tocaba sentir y que observaba receptivo. 

Aún eran necesarias más heridas, para que la luz penetrase e iluminase las entrañas de su Ser.

Hace ya mucho tiempo, por la puerta de Dios, en Babel, a este le dio por confundir las lenguas de los hombres. Pero ahora no hacía falta ya ni eso. Ni los traductores informáticos, ni su propia lengua materna impedían que desde el asiento de su conciencia corroborase el diálogo de sordos en el que se enfrentaban a diario, razas, pueblos y naciones.

Como en el teléfono descompuesto, ese al que jugábamos de niños, susurrando al oído frases y palabras a transmitir. Las que cuando llegaban a puerto ni por asomo se parecían al origen. Babelia de cognados. evolución en infinitas lenguas para no entendernos:

Night, nuit, nacht, nat, nakti, noc, nos, nueche, nueit, noite, notte, nit...

Τodos ellos emparentados para decir: noche. 

La magia de lo que siendo por no visto es...

Intuiciones, sentimientos, percepciones. Lo experimentado, lo límbico, lo sensible, lo que aún era suyo, lo que no necesita del logos para entenderse. 

No lo que tienes, sólo lo que siendo y sintiendo es...

domingo, 4 de octubre de 2015

plataformas

En estos tiempos actuales hay una tendencia creciente donde las personas buscan huecos para exponerse en plataformas. Para qué exponerte si ya estás expuesto, me pregunto.

Del francés plate (plano) y forme (forma), lo que antes era un reducto físico exclusivo para artistas, actores, deportistas o políticos, ahora es compartido tanto en esos espacios planos despejados y reservados, cómo virtuales desde la tecnología. 

Es como si existiese una necesidad imperiosa de querer ser alguien reconocido por algo, lo valgas o no. En tribunas, tarimas, videos, trampolines sociales, redes, la necesidad de exponerse, de colocarse a la vista de, parece necesitar de los andamiajes de siempre para que globalicen nuestra presencia y se destaque de entre, y se llegue a. Aunque ese a, ni sepa que quiere, ni lleve a ningún sitio.

Necesidades de presencia, espacios televisivos, perfiles, grupos, fotos, aplicaciones descargadas, intranets, comentarios en webs, localizaciones por móvil, todos ellos plataformas de visibilidad, lo sepas o no, en estos tiempos espontáneos, descuidados, donde o te ven, o sucumbes en la indiferencia de un falso anonimato.

Mi reflexión, en esta superficie plana, descubierta, construida sobre un armazón que se eleva del suelo, porque el suelo, ya no vale porque no te ven, refleja una necesidad de levitar para ser visto, reconocido, oído, por qué no singularizado. Los ascensores nos quieren transportar a las alturas, porque en lo terrenal, parece ser, y subrayo lo de “parece ser”, que si no eres reconocible, ni pretendes ser reconocido, acabas excluido, señalado con la incógnita del pasivo espectador, que vive su existencia sin pena ni gloria.

Aunque nuestros comentarios se expongan en blogs, en plataformas a la vista de todos, es desde el anonimato, ese sin nombre contrario a estos tiempos de visibilidad, el que busca que sean las palabras protagonistas en la denuncia de la sinrazón, y sin sensiblerías, en este complejo y contradictorio mundo donde cohabitamos, y busquen, desde el amor, la suficiente elevación, necesidad imperiosa que nos permita construir un futuro mejor, más coherente.

Pero no nos engañemos en la sociedad de control los metadatos camuflados, en datos desde la palabra pequeña que se acepta y no se sabe, hasta el rastreo de tus pasos, se capturan, almacenan y venden, y nadie se escapa al ojo y oído del gran hermano. Todo lo que escribes, ves, oyes, haces, y expones, tiene nombre y apellidos. 

Aunque las palabras se muestren bajo el secreto de un “Nick” no reconocible, o en la parcela de una privacidad ilusoria de un procesador de textos, asaltada por tecnologías silenciosas, que de momento sólo pueden almacenarte por tus hechos (y a mucha honra) más si es para elevar la consciencia de una humanidad desquiciada sin saberlo, enarbolando la bandera del amor, algún día, quien sabe, te reconocerán, serás visible aunque no lo desees y, te hundirán en las profundidades terrestres si navegas a contracorriente, abucheado, o, te elevarán con aplausos, aunque no quieras notoriedad, a los altares de lo extraordinario.

Es lo que tiene subirse a un escenario.


viernes, 11 de septiembre de 2015

no nos expulsaron del edén

No, no nos expulsaron del edén. Borges lo sabía bien:

«Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso"

El sufrimiento ligado a los anhelos, a los deseos, ese “tanha” del que hablan los budistas.

Hay pereza cuando te detienes sentado ociosamente echando en falta no se sabe muy bien qué. Hay desidia y sufrimiento que en el fondo se soporta dentro, ese reconcome del que anhela. Será que por eso duele el dolor ajeno, por pura impotencia.

«Yo sólo deseo vivir en mi tierra, no vengo a Europa, me echan, mis padres huyen del horror»

Lo dice un niño sirio. Y si no lo dice lo diría. Sufre por desear volver a su tierra como lo hacen sus padres. Los expulsaron de su edén y se fueron antes de que las bombas hicieran más daño y crearan más sufrimiento. 

Parecido ocurre en Irak, Gaza, Ucrania, Sudán, Nigeria, el Congo, Afganistán, Libia, Somalia, más los que saltan vallas, huyen en pateras desbordadas y proceden de otros países sin atisbar un futuro mejor, huyendo de los infiernos.

Hay quienes no se han enterado que seguimos en el paraíso, porque desean lo que no tienen, porque pasan por encima de la dignidad humana anteponiendo sus dogmas, sus intereses, sus putas bombas. No tengo claro si sufren o disfrutan en su inconsciencia. 

Parece que gobiernan por encima de gobernantes, por encima de razas y pueblos, alistando a ambos lados como marionetas a personas, defendiendo ideales no se sabe bien de qué. Haciendo daño, haciéndose daño entre hermanos, sufriendo por puro deseo.

El chaval volverá algún día a su delicia. Dejará atrás lo que no debió ver y encontrará su paraíso y aunque sea sólo un instante, no pasará un solo día, en el que cómo dice Borges será feliz.

¡Te lo prometo!


jueves, 3 de septiembre de 2015

horror

Seguía viviendo tranquilo occidente presenciando desde el palco del teatro, sin atender mucho, a la obra que se representaba en otros continentes. De hecho los bostezos ante tanta miseria, guerra y hambruna, enfermedad y dolor seguían impidiendo cualquier aplauso caluroso a esos actores tan reales y alejados de ellos.

Hace un año una enfermera altruista poco instruida en  equipos de protección individual, por desgracia, reactivamente, despertó sus inmunes hipócritas conciencias, cuando por los motivos que sean se contagió de un  peligroso virus fabricado no se sabe muy bien dónde y este, acechase su existencia. 

Hace unos pocos días un camión frigorífico descubrió en una cuneta un horror tan doloroso como el de la fotografía del niño. Pero la foto no la vimos. La de la enfermera vecina de tu ciudad y, la del niño en la orilla, esa orilla tan cercana para muchos en estas pasadas vacaciones, sí.

Los hábiles hilos del interés mediático, prenden en la psique del seguro mundo civilizado, ese de fascinación, dinero, consumo y progreso, con una impredecible detonación extraña en nuestra conciencia. La fila india camino de occidente para alejarse del horror de la barbarie humana, o el camión frigorífico pareciera que no horrorizasen, ya fuere porque nos importe un bledo donde fueren o se escondiese a nuestra vista en el interior de un camión la muerte. El niño inerte que no se mueve y se ve vestido con sus zapatillas, como el tuyo, estremece.

El ser humano, sigue en crisis sobre todo cuando la tragedia se acerca o te puede tocar al ladito de tu casa en tu tranquilo y seguro palco de vecindario o ciudad. El primer mundo torpe ajeno al dolor ajeno,  el tercer mundo… para que hablar del tercer mundo tan lejos,  tan aparentemente acotado en un escenario de miseria, vestidos con los trajes de fútbol de sus héroes de occidente, enterrando a los suyos en zanjas, caminando en fila india por las vías del tren, asomándose sin pudor a nuestras playas veraniegas.

Cuando no vemos de verdad, nuestro corazón no siente, porque miramos para otro lado.

Seguimos mirando, pero no sabemos muy bien ni que vemos ni lo que vemos.

 

jueves, 27 de agosto de 2015

theerion

Sea el número del nombre o, simbólicamente, la marca de la bestia, que es el número del hombre, me quedo que a lo que se está refiriendo el dichoso numerito 666, no es más que a lo que denominamos dinero, que según su gematría suma: 3+9+14+5+19+16= 66. Vale falta un 6 pero ya lo encontraremos en algún 600, porque para multiplicarlo es necesario un 10.0900909 y a los periodos nunca les dio por acercarse a la finitud de los números enteros.
Parece ser que las primeras monedas acuñadas databan del siglo VII adc. Lo que viene después hasta nuestros días (hace 21 siglos que  el esenio se cabreó con los mercaderes) no es más que sudor de frente para ganarlo y mano derecha (los zurdos se libran) para entregarlo.
Veamos aquí de lo que se trata es de saber que aún hay personas, ¿o serán usureros? que te prestan la money porque la tienen. Unos tienen, otros no tienen, todos la quieren, que la felicidad y la paz interior en este mundo “matérico” es  más duradero con los bolsillos llenos.
Por cierto leo ayer que tanto Gates como el millonario Wang han perdido una pasta gansa con lo de la caída de la  bolsa china. Migajas seguro hoy recuperadas. Hizo bien Wang en comprar un 20% del Atleti. Seguro que se asesoraron con Sabina: “Que manera de perder,  que manera de ganar”. Hace poco en la sexta emitieron un documental sobre este señor al que las moscas del poder acudieron en su ir y venir a España a ver si hacen negocio. Compró el edificio de plaza de España. Vamos que quiere  comprar España, se me entienda. En su ir a  Beijín el equipo nos muestra su sede: cuatro mini torres con forma de uno, o eso parece. “Oh my god!“ el otro innombrable.
En estos apocalípticos tiempos finales, ahora toca septiembre, lo que uno interpreta es que todavía no nos hemos enterado de que va esto: Money, money, money que cantaban los Pink Floyd.
Lo que hace la bestia, el theerion salvaje e indomable que es el ser humano, por el dinero es de tal magnitud que eclipsa cualquier intento de equilibrio de desigualdades. En efecto nos marcaron con el innombrable por que la codicia se alimenta como las panteras y, mal que nos pese, así es como nos han creado. Al menos esto es lo que uno subjetivamente interpreta.

lunes, 17 de agosto de 2015

atrapados en la red

En medio de la red (internet) los exploradores tratamos de avanzar. Todo está en la red. Barriendo el fondo del mar capturamos, eso creemos, todo el conocimiento que encontramos. O tal vez sea que sin saberlo seamos nosotros los capturados. Recuerdo en mis vacaciones veraniegas de niñez ver a los pescadores malagueños al amanecer tirando de sus cuerdas para atrapar “el copo”. Chanquetes, salmonetes, jureles. Este tipo de pesca, que arrastraba el pescado recién nacido cercano a la orilla,  se prohibió. Aún recuerdo su lema: “Pequeñines no”.
Ahora que la red nos atrapa con el cebo de la curiosidad, en definitiva sólo somos recién nacidos al conocimiento, al verdadero, se me ocurre si nuestra curiosidad sea el objeto a pescar por otros que tiran de las cuerdas. Los libros empiezan a desaparecer. Los diarios nacionales se plantean jubilar al papel. La idea original con la que nació internet, de interconectar redes gubernamentales ha evolucionado en amplitud y dominio al ámbito privado de tal modo que…
En fin seguramente sólo seamos un posible suculento manjar, ostras con perlas arrancadas por redes que tiran de nosotros, curiosos, inofensivos e inocentes pececillos de colores recién nacidos, explorando por aquí y por allá…
A los que haya que devolver al mar para dejarlos crecer.

lunes, 27 de julio de 2015

creatividad




Solo podemos crear a través de lo que ya conocemos. Y lo que conocemos forma parte de nuestra memoria. Pero será que en vez de crear tan solo encontremos o descubramos nuevas maneras de manejar la realidad. Será entonces que nuestra plasticidad neuronal modele nuestros pensamientos, nuestros conocimientos internos por descubrir, y los externos adquiridos desde el entreno, sean técnicos o no, que nos permitan materializar con nuestras manos esos universos personales, pensamientos a mostrar.

Si hay una fascinación que engancha es aquella en la que ves desde la curiosidad, y esta, facultad del que quiere conocer, necesita nutrirse de cómo operan quienes crean, cómo conocen, por eso sentimos una atracción muy fuerte cuando vemos, por poner unos ejemplos, a un cocinero desde un conocimiento técnico, su creación, alquimia que se concreta en un plato, la artesanía de un alfarero modelando el barro, o la interpretación virtuosa de unos músicos. 

El arte en el fondo es la manifestación máxima de la creación.

Analizo desde la introspección como observo para que observéis:

Dibujaba galaxias. Si el universo es negro en su infinitud desde nuestra limitada visión, un papel, una pantalla de ordenador con un programa para escribir es inverso e igual de infinito en su blancura para crear universos gráficos o escritos. 

Cuando dibujaba, a mis dibujos yo los llamaba galaxias, utilizaba lápices de colores acuarelables, donde las tonalidades se desvanecían y se fundían en armoniosas formas. 

Cuando tecleo las letras que permiten trasladar por escrito experiencias y emociones aprendidas, la palabra escrita, leída, te permite trasladarte a ese universo tan personal que es tu propia creatividad.

Cuando escucho música, me transporto más allá sintiendo cada nota percibida en las manos de los músicos.

La salvaje belleza de las imágenes astronómicas actuales, me fue mostrada hace años, cuando desde mi inconsciente me dejaba acariciar por lápices sobre la infinitud blanca de los papeles. No preciso como se empiezan. No es necesario. Sólo hay que dejarse llevar, dejarse atrapar por el silencio de tu memoria, encontrar formas que broten, o palabras que te empujen y sugieran caminos a explorar; fugas, desvanecidos cromáticos, velos, fundidos, experiencias. 

Un aparente caos con sentido, donde la belleza, deje entrever lo infinito. Procesos donde no interviene lo racional porque se obra desde la intuición y el corazón. Escritos, donde lo expresado indaga caminos a explorar la presencia de la belleza.

Reminiscencias platónicas, ”anamnesis” de la memoria, sin duda recuerdos, ese aprendizaje que busca recordarte que la belleza y el amor son los órdenes naturales en esta nuestra olvidada existencia travesía de dolor y sufrimiento― experiencias sentidas de un caos materializado que te dice, porque no, cual es el objetivo, en esta vida.


lunes, 20 de julio de 2015

no paraban de reir

No paraban de reír. En su grado de inconsciencia, no sabían dónde se habían metido. Y reían, lo cual no es malo,  o se reían de algo, cómo no fuese de lo que veían o escuchaban. Escuchar, por decir algo, en un irrespetuoso comportamiento, prepotencia de aquellos que habiendo pagado una entrada se creen con derecho a todo. Lo hacían en medio de una actuación, que no entendían. La pareja, de mediana edad,  bronceada y de aires extranjeros, se sentaba justo detrás un escalón más arriba, en un anfiteatro moderno al aire libre, con un público entregado que, en su mayoría, si sabían a lo que iban.
Tres excepcionales músicos, tocando para ser  escuchados. Dos cretinos, de poco entendimiento, que no insulto gratuito, desubicados, riendo.
Charlie Chaplin hacía reír, y el mensaje en no pocas de sus películas retrataba desde la crítica, al capitalismo, algo que no hacía mucha gracia al sistema. Lo que no sabe mucha gente es que el genial Chaplin componía. En su película Tiempos Modernos, tan modernos cómo los de ahora en esta sociedad donde abundan tantos desubicados inconscientes,  compuso una canción “Smile” (sonrisa). Seguramente  una  irónica respuesta, si es que así la tituló para la película, recomendando ese  temple que se necesita frente al desánimo, y que manifiestas externamente con una sonrisa. Su protagonista, el mismo Chaplin, en una parte de la película, es encarcelado, desubicado cómo estaba ante una realidad exterior de una sociedad industrial mecanizada, entre personas que se comportan y parecen robots, prefirió quedarse dentro de la seguridad que le daba la prisión. Toda una inteligente decisión y declaración de intenciones.
Me pregunto si en el fondo sabemos dónde nos metemos, si sabemos por lo general de forma consciente si estamos desubicados, si entendemos lo que hacemos, oímos y vemos, y si las sonrisas son las únicas respuestas inteligentes a las risas que, aún siendo manifestaciones de alegría, placer y felicidad, nacen de la inconsciencia de los que poco o nada entienden.



Nat King Cole interpreta Smile, el tema instrumental de Chaplin de la película 
Tiempos Modernos.


lunes, 29 de junio de 2015

buscando simetrías

Cuando visioné el gran hotel Budapest (la película del director Wes Anderson) desconocía que todos los planos se realizaban buscando simetrías. Independiente del argumento, hasta descubrirlo, a los pocos minutos de empezada la película, sentí una especie de inquietud. Todo era artificioso y un tanto antinatural, pero los encuadres simétricos poseían un gran poder visual.
Coincidió su visionado cuando escribí el epílogo del  árbol con forma de jota: “El sistema no permite al diferente mucho tiempo. La sociedad dicta sus normas: En perfecta alineación y bien firmes. Conformando una simetría visual desde el centro de la calle, de tal forma que no se vea alterado el paisaje por lo diferente. La uniformidad, lo homogéneo y la igualdad a ambos lados…”
La vida, propiedad o cualidad esencial de los animales y las plantas, por la cual evolucionan, se adaptan al medio, se desarrollan y se reproducen, articula su existencia en el aparente caos (el desorden ordenado) de su medio natural desde la simetría. Las hojas de las plantas son simétricas, los animales poseen un eje de simetría, el ser humano es simétrico bilateral en lo externo.
Un avión, una silla, un cubierto, la pantalla de un televisor. La gran mayoría de las creaciones humanas parten de órdenes simétricos.
El crecimiento humano se extiende como una mancha de forma asimétrica, según los diferentes crisoles culturales y sociales. Ejes horizontales de desigualdad norte – sur.
Una forma que desde otros planos hay para comunicarse con nosotros, hay muchísimas, es llamar nuestra atención a través de patrones simétricos, ya sean numéricos, geométricos o de cualquier otro tipo.
Hay mensajes de significación claros porque hay verdaderas causas justas, intenciones coincidentes en lo que lo que se quiere transmitir, que te muestran composiciones equilibradas a un lado y desequilibradas a otro, y mi particular universo interpreta la película de su vida con mi subjetiva atención sincrónica porque lo importante es que asocies su presencia y tu yo consciente, tomes conciencia de la intención mostrada y ayudes o aportes hasta donde y como puedas llegar.

miércoles, 17 de junio de 2015

donde las historias Son

¿Dónde las historias son? y  donde las historias Son.

Dónde como adverbio y donde como pronombre. El lugar tildado preguntando para reconocerse y lo relativo a lo que antecede, ambas con necesidad de ubicarse para saber si están o hay que ir a buscarlas.

La historia como pasado contado, hasta donde se recuerda, protohistoria, prehistoria,  arqueología documentada donde, en la antigüedad hace mucho, lo oído era narrado tanto si era cómo si no lo era, porque se preguntaba y los eventos recordados, historias, se transmitían para trascender al principio, perpetuados entre piedras, tablillas y cilindros.

Todas las historias observadas ocupan un sitio. Unas se escriben y se documentan como experiencias vividas, otras entre adornos, escenas y hechos se reconstruyen a base de terceros. Y así se imaginan. Muchas se quedan retenidas en nuestras memorias sin poderse rescatar.

Verdaderas o ficticias existen para ser contadas. Presentes cuando las experimentas desde el Ser, este, con la capacidad de ocupar espacios donde el tiempo no existe ni la mente lo sabe, se alegra, y tú,  te capacitas para expresar por escrito lo que sabes que viviste, para confirmar al verdadero yo, ese que te acompaña y que es tu Ser, que tu historia que es la suya, y él lo sabe, es contada porque debe ser conocida.  

Cuando logras entender que algo cercano te empuja para ser escrito. Donde las historias Son porque son verdaderas.

Será que todos tenemos historias que contar y ahora tecleadas en ordenadores se perpetúan archivadas por los rincones de tus discos duros.

Ésta, bien pudo empezar así:

¿Dónde?

…Me recuerdo gateando entre cacerolas en la cocina de casa, jugando y oyendo su ruido, mientras mi madre hacía la cena a la caída de la tarde. El pasillo era enorme, así me lo debería parecer, muy largo desde mi limitada perspectiva a ras de suelo, y las cacerolas las empujaba al pasillo en un intento de, con la excusa de cogerlas, de recorrer e investigar el resto de la casa antes de que, ante mi inconsciente curiosidad, se me recluyese en la cárcel de un parque a medida, reducto seguro materno a prueba de escapatorias no vigiladas…

Este inicio es el resumen de mi vida. Una búsqueda constante de identidad que se zafa continuamente de una cárcel mental. Las cacerolas hacen ruido. Y el ruido alerta para que lo que es regulado por otros sea fácilmente observable. Al progreso le gusta reconocer sus ruidos, y si afinas los tuyos te persiguen por los largos pasillos de la vida, de camino de nuevo al parque de la seguridad conocida.

Un día se me ocurrió abrir la puerta de casa. Mi incipiente gateo había adquirido una movilidad asombrosa gracias a un taca-taca. Una especie de bólido investiga habitaciones, con la peligrosa idea de escapar de casa. La inconsciencia se topó con un abismo de peldaños, un precipicio por el que me caí con consecuencias taquicárdica para la responsabilidad de una madre abrumada por la culpa. 

¡Ay esos parques carcelarios lo bien que cumplen su función! se repetía entre lágrimas mientras me mecía en un intento angustioso de consolar a un intrépido y curioso aventurero dolorido en su rostro. 

¡Ea, ea, ea! Las consecuencias, sean o no ciertas, saldrían años más tarde cuando una aguileña nariz decidió doblarse más de la cuenta. Mi madre siempre repetía (las madres siempre se repiten) que esa nariz torcida fue el resultado de rodar escaleras abajo. Por supuesto no estoy por la labor de llevarla la contraria. 

Este, históricamente hablando, parece que fue mi primer golpe en la vida, pero no el que más me ha dolido.

La lección de aquel golpe me descubrió, ese otro donde, que cuando estás indefenso y dolorido buscas para tu mayor consuelo y que siempre es al abrigo de los tuyos, que en el fondo Son, los que de verdad te quieren….

lunes, 8 de junio de 2015

memorización

El libro de sociales se había parado en la primera página del examen y de ahí no pasaba. Con un andar cansino y a las alturas de la noche en que estaba, más bien era el libro el que le sacaba a pasear por todas las habitaciones de la casa, a ver si en una de ellas se paraba, un espigado chaval de trece años. Tan agobiado por tener que memorizar  los temas, como disperso ante la que se le venía encima. Si sólo fuesen sociales la cosa hasta se podría sobrellevar, pero el caso es que para la semana que arrancaba el lunes (hoy era domingo), el panorama con cerca de diez exámenes a traición perfectamente escondidos como si de un campo de minas se tratase,  era del todo insufrible. Para colmo la temperatura para el mes de junio era inusualmente alta de treinta y cuatro grados a las diez de la noche.
El panorama de su hermana mayor no era mejor. El martes arrancaba los exámenes de selectividad y por la casa sólo se oía como ruido de fondo una letanía donde se saltaba de la filosofía a la literatura, pasando por la historia del arte. Había apuntes por todas partes desperdigados; en el salón, su cuarto, la cocina, el baño, la terraza. «Papa te importa que te diga Santo Tomás»«Que va hija empieza que te escucho». Bueno lo de escuchar era por decir algo. Quedaban ya sólo dos días para el examen de memoria, perdón de selectividad. 
«Los griegos distinguían entre memoria e imaginación, lo sabías chiqui», comentó el padre en un intento condenado al fracaso de elevar la moral de su hija. «Para ellos eran las dos funciones más elevadas de la mente. Una, sabes, se agarra al pasado y otra permite imaginar futuros»«Mira papa corta el rollo que mi presente es que tengo tal atracón de temas en la cabeza que no sé si saldré de esta, así que déjate de pasados y futuros y ayúdame con Wittgenstein que todavía no he empezado. Por cierto sabes que en el examen de Descartes saque un ocho y no me acuerdo de nada», exclamo al borde de un ataque de nervios al constatar que sólo le quedaba un límite de cuarenta y ocho horas para la vomitona.
La educación, la de las grandes cuestiones, esas que nos permiten tratar de entender algo de lo que va todo esto, quedaba relegada ante el abrumador presente ideado por un sistema educativo, en una noche de junio espesa, cataplasmática, de cataplasma, sofocante, como hacía tiempo y no se había vivido antes.
Sólo sé que no sé nada, el amigo Sócrates, y no por modestia, a partir de lo que oye a Platón, venía a decir en el fondo, algo así como que no le convencía  ni satisfacía ninguno de los saberes, por ver en ellos montones de objeciones y poca o ninguna certeza. Yo también lo afirmo, más que nada porque poco a nada me convence un sistema que basado, entre otras, en la memorización, desemboca en el mundo laboral unos años más tarde para constatar con certeza un presente en el que, el cómo estamos y el cómo nos va, es más que evidente. 


domingo, 7 de junio de 2015

relatos salvajes

 «Llevamos poco por este Universo. Y el camino siempre es individual: «Todos piensan en términos de cambiar el mundo, pero nadie piensa en términos de cambiarse a sí mismo» 
G. I. Gurdjieff

Ayer vi la película argentina "Relatos salvajes". Vale que se lleva a extremos, pero son seis historias donde como dice su autor hay una difusa frontera donde sale a relucir esa naturaleza escondida y salvaje del ser humano cuando se activan respuestas mecánicas escondidas y que no se controlan: «La difusa frontera que separa a la civilización de la barbarie, del vértigo de perder los estribos y del innegable placer de perder el control»

Con tanta fragmentación de conocimientos basada en la especialidad, dogmas religiosos, mentiras y dinero como única razón en esta vida para sobrevivir y perpetuarse,  me pregunto en quien, o donde recae la verdadera formación: ¿Se enseña la sensatez?, ¿El discernimiento?, ¿La decencia?, ¿La prudencia?, ¿El buen juicio?, ¿El altruismo?, ¿La ayuda al necesitado?, ¿La dignidad humana?, ¿La sinceridad aunque cause sufrimiento?

Nuestra contradictoria naturaleza, o bien es un defecto clamoroso de fábrica, o es condición sine qua non imprescindible en la evolución. Avance, retroceso, evolución, involución. Pero lo que no hacemos, y posiblemente sea por donde se deba empezar, es a estar vigilantes de nosotros mismos.

«Vigila tus pensamientos, pues éstos se convierten en palabras. Vigila tus palabras, pues estas se conviertan en acciones. Vigila tus acciones, pues estas se conviertan en hábitos. Vigila tus hábitos pues éstos se conviertan en tu carácter. Vigila tu carácter, pues este se convierte en tu destino» 
Lao Tse


martes, 26 de mayo de 2015

la puerta

El cigarro lo mordía encendido y con una habilidad asombrosa rodaba el pequeño cilindro con su ceniza creciendo en difícil equilibrio (de un lado a otro entre los labios) sin caerse. Al mismo tiempo, envuelto en su propia nube de humo, observaba el avance de su obra. Parado delante de ella podrían pasar minutos, horas o días. El cuadro capaz de girarse trescientos sesenta grados de golpe, cómo si en su nueva posición se alcanzase a entender su verdadero propósito, se dejaba hacer. Con energías renovadas los brochazos parecían encontrar su sitio exacto. 

Trapos, barnices, pinturas, siempre me fascinó que albergaría su mente en esos instantes de contemplación y posterior ejecución. ¿Un equilibrio de formas?, ¿una tonalidad para compensar un espacio?, ¿Un estado de ánimo?.

Un día paseando de vacaciones nos paramos ante una puerta de listones de madera encadenada a un cerrojo. Surgió la idea de escribir una carta al señor Tapies:

"Estimado Sr. Antoni Tapies:


Esta puerta bien podría ser una obra suya. Es puro informalismo, pintura abstracta, o escultura matérica y a la vez llena de símbolos. Es una puerta vieja de dos hojas, parcheada de trozos de madera, desgarrada por el paso del tiempo, cerrada por un candado que une un alambre doblado que atraviesa cada hoja. 
Parece como si se aferrase a ser cambiada mientras cumpla su función. Cada año, mientras dure y no la cambien, sé que se enriquece en su vejez. Se oxida, se queman trozos, se arrancan otros y surgen matices nuevos, calidades en sus formas y austeros colores, sin duda alguna ante la indiferencia de los transeúntes y quién sabe si del mismo dueño del local que protege, sé que lucha por vivir. 
Su historia, la historia de esta puerta es la que me permito contarle. 
Seré breve:
Desde hace muchos años veraneo en el mes de agosto en un apartamento en un pueblo de la costa malagueña en familia. La descubrí hace ya unos años, caminando por la acera, en una zona poco transitada, me sorprendió, y comenté al llegar a casa; “podría ser perfectamente un Tápies”. He pasado minutos contemplando su existencia y de momento, ahí sigue acoplada al hueco del muro blanco que la rodea. 
Cada año, en los días de asueto, me acompaña y me despierto con las mismas reflexiones y me digo a mi mismo, y a mis hijos, que tengo que escribirle una carta. Contarle esta historia que envejece conmigo.
Finalizo y adjunto su foto aprovechando para de forma sincera agradecerle toda la sabiduría que se manifiesta en su obra y que, como en la puerta, me acompaña en esta existencia".

La carta se envió hace unos años aunque nunca se supo si llegó a buen puerto.

"Sabemos lo que se regaló pero no sabemos si se recibió", me dijo un día en el que su memoria se paró delante de su puerta. "No sabes cómo me hubiese gustado llevármela", comentó compungido.

Hacía unos pocos años que había dejado de fumar, pero sin necesidad de balancear un cigarro entre la comisura de sus labios para aplacar sus nervios, aun giraba sus cuadros para sentado en su sillón descubrir nuevos matices. 

Al menos pensaba que su obra materializada y arrancada de la realidad ajustada a los límites de un marco (a diferencia de esa puerta encadenada que quiso rescatar) perduraría de por vida.

universo de uno

Universo de uno y de todo lo que lo rodea en verso.

Si la prosa va en línea recta, doblando renglones, el verso a ritmo dejará una huella, tras un giro. Será que al poeta no le quede otra.

Uno gira y rodea el todo, que es uno, porque quiere abarcarlo todo. Sus manos, prolongación de sus pensamientos, quieren alcanzar y tocar los misterios del Universo, al abrazo de lo que lleva dentro.

Y crea y hace algo, lo que puede, porque tan sólo desea mostrarse y compartir.


domingo, 24 de mayo de 2015

élite

Elite o élite del francés, a su vez del latín élire (elegir). Los elegidos parece ser, son élite.
¿Elegidos para qué?, ¿por quién?, ¿por qué?. ¿Y cuantos?
En cierta manera, los que escribimos por la red en blogs, somos élite elegida, sin connotación peyorativa, en tanto en cuanto, somos capaces de intuir con humildad, lo infinitamente pequeños  e  increíblemente grandes que somos, y todo esto albergado en un avatar efímero en esta existencia efímera, escondiendo todo a la luz  en nuestro interior, posiblemente sin saberlo, tratando a nuestra manera de producir cambios.
Pero por desgracia este género nuestro es capaz de disfrutar siendo cruel y una determinada élite elegida para ello, otra, disfruta teniendo sumisa e idiotizada a la inmensa mayoría de la población mundial.
La naturaleza terrestre, más que elitista, lo que es, es cruel en su irracionalidad, por el contrario el ser humano, y esto tiene bemoles, es capaz de ser cruel en su racionalidad. Por eso cuando no practicamos la empatía, cuando no observamos nuestro entorno con cuidado, cuando no somos capaces de darnos cuenta de lo que pasa, arrinconando nuestros egos, actuamos sin compasión de forma injusta.
Te veo, te siento contigo y entonces actúo para ayudarte.
No siendo capaces de asimilar esto ni hay, ni habrá manera de considerarnos elegidos, únicos como especie, de entre todos los demás que pueblen los confines del universo.
Lo que sí que Inquieta es atender a los principios herméticos, sobre todo el que dice que como arriba es abajo. ¿Cómo es abajo?, ¿Cómo están las cosas por aquí?, ¿Hago un análisis realista, optimista?, ¿Veo sólo lo positivo?, ¿Me dedico a recordar las desigualdades sociales, las guerras que nos acompañan, la insolidaridad hacia los necesitados, el dolor por el sufrimiento ajeno?.
Aterra que siguiendo este principio hermético, allá afuera también existan una serie de elegidos psicópatas en su crueldad, en tanto en cuenta les dé, de paso por aquí, por disfrutar haciendo sufrir a los demás, eligiendo a unos pocos de los de por aquí, para tan indigno propósito.
¿Hay correspondencia de esto en otros planos?.
¿De verdad lo necesita el universo para expandirse y prosperar?.
¿La naturaleza universal es racional o irracional?.
Game of silence

jueves, 21 de mayo de 2015

depende...

"La felicidad y lo absurdo son dos hijos de la misma tierra. Son inseparables"
Albert Camus

Pensar, de “pensare”, de “pendere”

Una balanza de equilibrios en la que se cuelgan y pesan ventajas y objeciones para tomar decisiones. Esas opciones escogidas de entre múltiples posibilidades. La decisión ha de ser precisa, bien delimitada, bien recortada, bien acertada. Todo bien, que luego viene todo mal y vienen las lamentaciones.

Los pensamientos y las creencias delimitan nuestras decisiones;  hacia un lado de la balanza (a veces) hacia otro lado de la balanza (también a veces) y algunas veces, (pocas veces) equilibrando al máximo nuestros pensamientos para no incurrir en errores, para creernos que obramos justamente, sin deambular sin rumbo. ¡Ja! como interjección me digo a mí mismo. Todo bien, todo mal...

Los dilemas, si/no, dejan paso a los tetralemas;  verás, ninguna de las dos, ni tan siquiera ésta que ahora te digo, tal vez... Lo flexible nunca se posiciona de un lado. Lógica taoista que obvia el equilibrio. Al fin y al cabo en equilibrio la vida se contempla demasiado desequilibrada, y al final te vence lo emocional y caes.

Recurro al mito de Sisifo de Camus. Ciegos cómo estamos empujando una y otra vez, una  pesada piedra hacia arriba. En la cima no caben más piedras, pero al menos, aunque yerres, tomas decisiones, y en el recorrido hacia arriba, cuando ya has caído, tienes tiempo de sobra para pensar si equilibraste bien la balanza.

El único objetivo interior es la búsqueda de la felicidad, y esta está cerca de la paz interior que te debe, para ser justos, hacer ver las cosas según depende. En este plano material, han marcado unas reglas del juego: Todo cuesta y todo es cuesta.

Pender de "pendere", ¿de qué depende? Pues depende...

jueves, 14 de mayo de 2015

tiene ochenta y tres años

Tiene ochenta y tres años. 

Encorvado como unas viejas que pintaba hace años, esas de pañuelo en cabeza y nudo en garganta, ha acabado en perfecta simbiosis mimetizado entre su obra y él. Ahora su vida se resume a dormir, levantarse y sentarse frente a la caja tonta, que es así cómo él la llama. No oye mucho pero dice que se entera de lo que ve. 

No consiguió integrarse, chocó con todas esas normas absurdas, burocracia infranqueable de los poderosos. A los galeristas de arte los mandaba bien lejos: "No fastidie que se queda con un cuarenta por ciento y encima yo enmarco las obras. Pues va a ser que no". Portazos de esos hubo unos cuantos. 

Su obra es increíble. Acotada a los límites de una casa de noventa metros cuadrados, que digo, a un cuarto, su pequeño cuarto de nueve metros cuadrados, la escala de su creatividad se contuvo hasta donde pudo. Cuadros o esculturas grandes (lo que se dice grandes) no hay. No lo conoce nadie, y su obra podría estar colgada al lado de cualquiera de los de su generación: Tapies, Lucio Muñoz, Feito, Sempere, Saura, Guerrero, Torner, Canogar, qué sé yo.

Cómo el agrimensor del Castillo de Kafka, no entiende mucho. O tal vez entiende demasiado. Demasiado cuando en su limitada y contenida biblioteca se amontonaban libros y más libros de ensayo y arte. Cuando adivinabas en ella libros como "Tener o ser" de Erich Fromm, o libros de filosofía oriental Zen. Mal encaminado nunca fue, y ya hace años de eso.

Por cierto la persona a la que me refiero es mi padre, un entrañable, iracundo y genial (de genio) anciano, con un universo interior plasmado en una obra, obsesionado por las cajas, los garabatos, los laberintos, las viejas, incomprendido, y lo digo y escribo ahora con lágrimas en los ojos que muy posiblemente cuando se tenga que ir se quedará con las ganas de saber si lo que hizo, con tantas limitaciones, anteponiendo a los suyos por encima de su obra y de a lo que verdaderamente se hubiera querido dedicar, vale. 

Por lo material  no, eso lo sabemos los que le conocemos. Pero el valor de la obra de un artista se mide enfrentada a la mirada expuesta, a la observación desconocida,  por la capacidad de emocionar sin saber, sólo entendiendo que detrás hay sinceridad, trabajo, y un universo interior que mostrar. ¿Qué es sino la creatividad?

Todo eso lo he aprendido de él y a él se lo debo.


martes, 12 de mayo de 2015

somos hojas a merced del viento

Cuatro, o seis, o tal vez más atrás, hace diez o quince años. ¿O serán ya treinta? Quizás fue a partir de ese día, uno que tocó nadar sólo, volar libre, enfrentarse a la vida sin saber muy bien a qué. Sería con dieciocho imberbes años, los que uno oficializaba, con orgullo, y con un despiste tan épico y monumental como duradero con el paso del tiempo.
Ahora miro atrás y pareciera que es tarde, cómo si al mirar uno se reprochase no haber reflexionado sus acciones, no haber sido más consciente de sus actos, no haber elegido un camino más adecuado.
No hay árbol que el viento no haya sacudido, dice un proverbio  hindú, y no lo digo porque la vida la entienda uno en sufrimiento. No, es más bien que el viento de la vida precisa de las hojas para hacerse notar y nosotros somos esas hojas, que sacudidos cada día en experiencias, incluso a veces muy fuertemente, le decimos al viento que aunque nos doble en infinitas direcciones le va a costar tumbarnos.
Pero esta reflexión, al menos en días cómo hoy, casi da vergüenza hacerla. Noticias como el nuevo terremoto de Nepal o la de un joven en el que una organización, por llamarle algo, le meten escondido en una maleta por una cantidad de dinero para "entrarlo" en esta España en crisis, te golpean y recuerdan nuestra, en el fondo, cómoda existencia. A nosotros nos sacudirá el viento pero a muchos el viento literalmente les arranca de raíz sus posibilidades de existencia vinculadas o agarradas a algo que  les garantice no ya un futuro mejor, sino un presente menos doloroso. Nuestros problemas no dejan de ser nimios comparados con la realidad de muchos de nuestros congéneres.
Y no se a vosotros pero en lo que a mí respecta, duele.

sábado, 25 de abril de 2015

futuro

Que lo virtual (algo aparente que no es real) desbanque a lo real (lo que está dentro de las fronteras del reino) es algo que ya sucede. Mi hijo juega con la play e interacciona con un programa, desplazándose, aparentemente controlando él las decisiones de un universo virtual. Pero lo cierto es que detrás de estos procesadores, y programas, es la mente humana la que diseña. Como vivir y disfrutar de la vida salvo que seas rico, no es compaginable con no trabajar, me temo que acabaremos todos estudiando informática., o bien como dices sumisos ante un super-poder cibernético.
Conviviendo con ello, lo que tengo claro a futuro son tres cosas; a nivel global,  nuestra esperanza de vida crecerá superando la barrera de los cien años sin problemas, otra cosa es como los vivas,  el futbol seguirá concentrando a miles de aficionados en sus estadios y con la tecnología (tan real como virtual) aumentaran las enfermedades mentales. O dicho de otro modo:
Viviremos más, cada día más ignorantes y más enfermos, e igual de "agilipollados" evadiéndonos de nuestros problemas generando emociones y siguiendo alimentando a los de arriba, con la falsa sensación del  progreso gracias a la tecnología  y sin saber muy bien ni de dónde venimos, ni quiénes somos, ni a dónde vamos. Sólo que estas cuestiones sólo se las plantearan un porcentaje mínimo de la población, tan mínimo como incomprendido y perseguido por querer desmontar este, kipcock, circo, espectáculo o cómo se quiera llamar. Una población de la que por cierto somos avanzadilla.
Somos los utópicos escogidos, nada es casual, para recordar a los demás y enseñar (el objetivo es producir cambios) que a pesar de encaminarnos a ese mundo virtual de cabeza, aún manejamos el programa siempre que recordemos que somos seres espirituales (y eso es lo real) teniendo una experiencia humana, tan falsamente real como virtual.


jueves, 9 de abril de 2015

anhelas

Anhelas, respiras con dificultad, jadeas, deseas intensamente conseguir algo.
Estas tranquilo. La respiración se torna calma. Consciente, la dificultad desaparece.
Volver  a la vida en vida, que es si no resucitar, si no saber si estabas vivo.  
Anhelar dejar de anhelar, para respirar sin dificultad. Dejar de buscar.
Volver en vida a la vida, respirar tranquilidad, paz, calma, respirar amor, encontrar la verdad.
La vida, no es sólo la vida humana. La que no  alcanzamos a comprender también es vida.
Ella también respira y respira de forma natural, sin anhelar nada, porque no desea nada.
Tan sólo es.


martes, 31 de marzo de 2015

conos para ver

Conos para el que quiera ver. Un cono es una figura tridimensional (sólido de revolución) cuya base circular es generada por el giro de un triángulo rectángulo alrededor de uno de sus catetos. Según el corte o sección que le hagamos con un plano obtendremos  círculos (cortes horizontales), elipses (circunferencias aplastadas), parábolas (curvas cónicas), o hipérboles (cortes por planos paralelos a su eje).

Cono viene del griego "piña". Piña de "pinea". Círculo de “circus” redondez. Palabra ("verbum") viene del latín "parábola" (comparación). Elipse del griego “élleipsis” igual a falta u omisión. Hipérbole del griego "hiperbolé" (sobre lanzamiento) exageración.

Círculos y elipses curvas cerradas, parábolas e hipérboles curvas abiertas.

En el principio fue la palabra, el verbo, la parábola, la caída del agua de una fuente, una curva cónica abierta, sección y corte de un cono tridimensional. Los mundos paralelos son exageraciones, omisiones elípticas, hipérboles existentes por infinitos cortes  de planos paralelos al eje de una  piña tridimensional.

Nuestra existencia está vinculada a uno de esos cortes. Los planos y mundos superiores son infinitos, son círculos y parábolas, elipses e hipérboles de un cono imaginario, generado por el giro de  un infinito triángulo. El tiempo se mide en un  ilusorio reloj de arena. Conos simétricos, espirales de gusano que comunican mundos distintos con planos y cortes infinitos diferentes. 

Y esto sin explicar nada, sólo explica una concepción particular del universo vinculado a lo bidimensional, desde la posibilidad de imaginar desde mi  limitada comprensión nuestra insignificante existencia y nuestra increíble posibilidad de concebir mil y un infinitos universos.

Células sensibles que ven la tridimensionalidad  y pineas que encierran y abren dimensiones. Cortes planos seccionando el más allá. Tal vez otra forma de ver. 

Retóricas del habla, discursos para hacer pensar.