lunes, 21 de diciembre de 2015
la canción eres tú
viernes, 11 de diciembre de 2015
disco de oro
“Salvete quicumque estis; bonam ergo vos voluntatem habemus, et pacem per astra ferimus”.
"Saludos, quienesquieran que sean, tenemos buena voluntad para con ustedes, y llevamos paz a través del espacio".
Sonroja cómo repasado el susodicho disco no hay ni una sola referencia a nuestra naturaleza belicosa más que manifiesta desde hace siglos y presente y de rabiosa actualidad. Se ve que lo de mentir es innato y consustancial a la naturaleza humana, así que mejor ni mentarlo, ni escucharlo, ni enseñarlo.
lunes, 30 de noviembre de 2015
carta a jiddu
viernes, 20 de noviembre de 2015
reflexiones de escritos
martes, 17 de noviembre de 2015
trabajar
viernes, 6 de noviembre de 2015
mis ideas
Mis ideas (si es que algo veo) no pocas veces están condicionadas por lo que experimento, que es lo que descubro y a veces me cuesta creer, y que sincrónicamente y a través de mis pensamientos corroboro y me indican y enseñan.
Ya sea con pensadores de la antigua Grecia como Platón, que definieron precisamente ese mundo de las ideas, o con cualquier otro u otra actividad que centren mi atención en un instante infinitesimal desde mi percepción subjetiva sensible.
Posiblemente lo que otros ni ven, ni oyen, ni sienten, ni perciben, ni siquiera querrían creer.
lunes, 26 de octubre de 2015
se paró
Lo verás, lo volverás a ver, se decía así mismo, como otras veces ya lo había visto, otras por no estar atento, estando, no vio y otras de pura perplejidad aun viendo, no quiso creer.
viernes, 23 de octubre de 2015
el teléfono descompuesto
Siempre en el limbo en su pequeña ínsula, a cobijo en su intimidad de la agresiva realidad objetiva, esa tan desconcertante, incoherente y muchas veces falsa que le tocaba sentir y que observaba receptivo.
Aún eran necesarias más heridas, para que la luz penetrase e iluminase las entrañas de su Ser.
Hace ya mucho tiempo, por la puerta de Dios, en Babel, a este le dio por confundir las lenguas de los hombres. Pero ahora no hacía falta ya ni eso. Ni los traductores informáticos, ni su propia lengua materna impedían que desde el asiento de su conciencia corroborase el diálogo de sordos en el que se enfrentaban a diario, razas, pueblos y naciones.
Como en el teléfono descompuesto, ese al que jugábamos de niños, susurrando al oído frases y palabras a transmitir. Las que cuando llegaban a puerto ni por asomo se parecían al origen. Babelia de cognados. evolución en infinitas lenguas para no entendernos:
Night, nuit, nacht, nat, nakti, noc, nos, nueche, nueit, noite, notte, nit...
Τodos ellos emparentados para decir: noche.
La magia de lo que siendo por no visto es...
Intuiciones, sentimientos, percepciones. Lo experimentado, lo límbico, lo sensible, lo que aún era suyo, lo que no necesita del logos para entenderse.
No lo que tienes, sólo lo que siendo y sintiendo es...
domingo, 4 de octubre de 2015
plataformas
En estos tiempos actuales hay una tendencia creciente donde las personas buscan huecos para exponerse en plataformas. Para qué exponerte si ya estás expuesto, me pregunto.
Del francés plate (plano) y forme (forma), lo que antes era un reducto físico exclusivo para artistas, actores, deportistas o políticos, ahora es compartido tanto en esos espacios planos despejados y reservados, cómo virtuales desde la tecnología.
Es como si existiese una necesidad imperiosa de querer ser alguien reconocido por algo, lo valgas o no. En tribunas, tarimas, videos, trampolines sociales, redes, la necesidad de exponerse, de colocarse a la vista de, parece necesitar de los andamiajes de siempre para que globalicen nuestra presencia y se destaque de entre, y se llegue a. Aunque ese a, ni sepa que quiere, ni lleve a ningún sitio.
Necesidades de presencia, espacios televisivos, perfiles, grupos, fotos, aplicaciones descargadas, intranets, comentarios en webs, localizaciones por móvil, todos ellos plataformas de visibilidad, lo sepas o no, en estos tiempos espontáneos, descuidados, donde o te ven, o sucumbes en la indiferencia de un falso anonimato.
Mi reflexión, en esta superficie plana, descubierta, construida sobre un armazón que se eleva del suelo, porque el suelo, ya no vale porque no te ven, refleja una necesidad de levitar para ser visto, reconocido, oído, por qué no singularizado. Los ascensores nos quieren transportar a las alturas, porque en lo terrenal, parece ser, y subrayo lo de “parece ser”, que si no eres reconocible, ni pretendes ser reconocido, acabas excluido, señalado con la incógnita del pasivo espectador, que vive su existencia sin pena ni gloria.
Aunque nuestros comentarios se expongan en blogs, en plataformas a la vista de todos, es desde el anonimato, ese sin nombre contrario a estos tiempos de visibilidad, el que busca que sean las palabras protagonistas en la denuncia de la sinrazón, y sin sensiblerías, en este complejo y contradictorio mundo donde cohabitamos, y busquen, desde el amor, la suficiente elevación, necesidad imperiosa que nos permita construir un futuro mejor, más coherente.
Pero no nos engañemos en la sociedad de control los metadatos camuflados, en datos desde la palabra pequeña que se acepta y no se sabe, hasta el rastreo de tus pasos, se capturan, almacenan y venden, y nadie se escapa al ojo y oído del gran hermano. Todo lo que escribes, ves, oyes, haces, y expones, tiene nombre y apellidos.
Aunque las palabras se muestren bajo el secreto de un “Nick” no reconocible, o en la parcela de una privacidad ilusoria de un procesador de textos, asaltada por tecnologías silenciosas, que de momento sólo pueden almacenarte por tus hechos (y a mucha honra) más si es para elevar la consciencia de una humanidad desquiciada sin saberlo, enarbolando la bandera del amor, algún día, quien sabe, te reconocerán, serás visible aunque no lo desees y, te hundirán en las profundidades terrestres si navegas a contracorriente, abucheado, o, te elevarán con aplausos, aunque no quieras notoriedad, a los altares de lo extraordinario.
Es lo que tiene subirse a un escenario.
viernes, 11 de septiembre de 2015
no nos expulsaron del edén
No, no nos expulsaron del edén. Borges lo sabía bien:
«Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso"
El sufrimiento ligado a los anhelos, a los deseos, ese “tanha” del que hablan los budistas.
Hay pereza cuando te detienes sentado ociosamente echando en falta no se sabe muy bien qué. Hay desidia y sufrimiento que en el fondo se soporta dentro, ese reconcome del que anhela. Será que por eso duele el dolor ajeno, por pura impotencia.
«Yo sólo deseo vivir en mi tierra, no vengo a Europa, me echan, mis padres huyen del horror».
Lo dice un niño sirio. Y si no lo dice lo diría. Sufre por desear volver a su tierra como lo hacen sus padres. Los expulsaron de su edén y se fueron antes de que las bombas hicieran más daño y crearan más sufrimiento.
Parecido ocurre en Irak, Gaza, Ucrania, Sudán, Nigeria, el Congo, Afganistán, Libia, Somalia, más los que saltan vallas, huyen en pateras desbordadas y proceden de otros países sin atisbar un futuro mejor, huyendo de los infiernos.
Hay quienes no se han enterado que seguimos en el paraíso, porque desean lo que no tienen, porque pasan por encima de la dignidad humana anteponiendo sus dogmas, sus intereses, sus putas bombas. No tengo claro si sufren o disfrutan en su inconsciencia.
Parece que gobiernan por encima de gobernantes, por encima de razas y pueblos, alistando a ambos lados como marionetas a personas, defendiendo ideales no se sabe bien de qué. Haciendo daño, haciéndose daño entre hermanos, sufriendo por puro deseo.
El chaval volverá algún día a su delicia. Dejará atrás lo que no debió ver y encontrará su paraíso y aunque sea sólo un instante, no pasará un solo día, en el que cómo dice Borges será feliz.
¡Te lo prometo!
jueves, 3 de septiembre de 2015
horror
Seguía viviendo tranquilo occidente presenciando desde el palco del teatro, sin atender mucho, a la obra que se representaba en otros continentes. De hecho los bostezos ante tanta miseria, guerra y hambruna, enfermedad y dolor seguían impidiendo cualquier aplauso caluroso a esos actores tan reales y alejados de ellos.
Hace un año una enfermera altruista poco instruida en equipos de protección individual, por desgracia, reactivamente, despertó sus inmunes hipócritas conciencias, cuando por los motivos que sean se contagió de un peligroso virus fabricado no se sabe muy bien dónde y este, acechase su existencia.
Hace unos pocos días un camión frigorífico descubrió en una cuneta un horror tan doloroso como el de la fotografía del niño. Pero la foto no la vimos. La de la enfermera vecina de tu ciudad y, la del niño en la orilla, esa orilla tan cercana para muchos en estas pasadas vacaciones, sí.
Los hábiles hilos del interés mediático, prenden en la psique del seguro mundo civilizado, ese de fascinación, dinero, consumo y progreso, con una impredecible detonación extraña en nuestra conciencia. La fila india camino de occidente para alejarse del horror de la barbarie humana, o el camión frigorífico pareciera que no horrorizasen, ya fuere porque nos importe un bledo donde fueren o se escondiese a nuestra vista en el interior de un camión la muerte. El niño inerte que no se mueve y se ve vestido con sus zapatillas, como el tuyo, estremece.
El ser humano, sigue en crisis sobre todo cuando la tragedia se acerca o te puede tocar al ladito de tu casa en tu tranquilo y seguro palco de vecindario o ciudad. El primer mundo torpe ajeno al dolor ajeno, el tercer mundo… para que hablar del tercer mundo tan lejos, tan aparentemente acotado en un escenario de miseria, vestidos con los trajes de fútbol de sus héroes de occidente, enterrando a los suyos en zanjas, caminando en fila india por las vías del tren, asomándose sin pudor a nuestras playas veraniegas.
Cuando no vemos de verdad, nuestro corazón no siente, porque miramos para otro lado.
Seguimos mirando, pero no sabemos muy bien ni que vemos ni lo que vemos.
jueves, 27 de agosto de 2015
theerion
lunes, 17 de agosto de 2015
atrapados en la red
lunes, 27 de julio de 2015
creatividad
lunes, 20 de julio de 2015
no paraban de reir
lunes, 29 de junio de 2015
buscando simetrías
miércoles, 17 de junio de 2015
donde las historias Son
¿Dónde las historias son? y donde las historias Son.
Dónde como adverbio y donde como pronombre. El lugar tildado preguntando para reconocerse y lo relativo a lo que antecede, ambas con necesidad de ubicarse para saber si están o hay que ir a buscarlas.
La historia como pasado contado, hasta donde se recuerda, protohistoria, prehistoria, arqueología documentada donde, en la antigüedad hace mucho, lo oído era narrado tanto si era cómo si no lo era, porque se preguntaba y los eventos recordados, historias, se transmitían para trascender al principio, perpetuados entre piedras, tablillas y cilindros.
Todas las historias observadas ocupan un sitio. Unas se escriben y se documentan como experiencias vividas, otras entre adornos, escenas y hechos se reconstruyen a base de terceros. Y así se imaginan. Muchas se quedan retenidas en nuestras memorias sin poderse rescatar.
Verdaderas o ficticias existen para ser contadas. Presentes cuando las experimentas desde el Ser, este, con la capacidad de ocupar espacios donde el tiempo no existe ni la mente lo sabe, se alegra, y tú, te capacitas para expresar por escrito lo que sabes que viviste, para confirmar al verdadero yo, ese que te acompaña y que es tu Ser, que tu historia que es la suya, y él lo sabe, es contada porque debe ser conocida.
Cuando logras entender que algo cercano te empuja para ser escrito. Donde las historias Son porque son verdaderas.
Será que todos tenemos historias que contar y ahora tecleadas en ordenadores se perpetúan archivadas por los rincones de tus discos duros.
Ésta, bien pudo empezar así:
¿Dónde?
…Me recuerdo gateando entre cacerolas en la cocina de casa, jugando y oyendo su ruido, mientras mi madre hacía la cena a la caída de la tarde. El pasillo era enorme, así me lo debería parecer, muy largo desde mi limitada perspectiva a ras de suelo, y las cacerolas las empujaba al pasillo en un intento de, con la excusa de cogerlas, de recorrer e investigar el resto de la casa antes de que, ante mi inconsciente curiosidad, se me recluyese en la cárcel de un parque a medida, reducto seguro materno a prueba de escapatorias no vigiladas…
Este inicio es el resumen de mi vida. Una búsqueda constante de identidad que se zafa continuamente de una cárcel mental. Las cacerolas hacen ruido. Y el ruido alerta para que lo que es regulado por otros sea fácilmente observable. Al progreso le gusta reconocer sus ruidos, y si afinas los tuyos te persiguen por los largos pasillos de la vida, de camino de nuevo al parque de la seguridad conocida.
Un día se me ocurrió abrir la puerta de casa. Mi incipiente gateo había adquirido una movilidad asombrosa gracias a un taca-taca. Una especie de bólido investiga habitaciones, con la peligrosa idea de escapar de casa. La inconsciencia se topó con un abismo de peldaños, un precipicio por el que me caí con consecuencias taquicárdica para la responsabilidad de una madre abrumada por la culpa.
¡Ay esos parques carcelarios lo bien que cumplen su función! se repetía entre lágrimas mientras me mecía en un intento angustioso de consolar a un intrépido y curioso aventurero dolorido en su rostro.
¡Ea, ea, ea! Las consecuencias, sean o no ciertas, saldrían años más tarde cuando una aguileña nariz decidió doblarse más de la cuenta. Mi madre siempre repetía (las madres siempre se repiten) que esa nariz torcida fue el resultado de rodar escaleras abajo. Por supuesto no estoy por la labor de llevarla la contraria.
Este, históricamente hablando, parece que fue mi primer golpe en la vida, pero no el que más me ha dolido.
La lección de aquel golpe me descubrió, ese otro donde, que cuando estás indefenso y dolorido buscas para tu mayor consuelo y que siempre es al abrigo de los tuyos, que en el fondo Son, los que de verdad te quieren….
lunes, 8 de junio de 2015
memorización
domingo, 7 de junio de 2015
relatos salvajes
Ayer vi la película argentina "Relatos salvajes". Vale que se lleva a extremos, pero son seis historias donde como dice su autor hay una difusa frontera donde sale a relucir esa naturaleza escondida y salvaje del ser humano cuando se activan respuestas mecánicas escondidas y que no se controlan: «La difusa frontera que separa a la civilización de la barbarie, del vértigo de perder los estribos y del innegable placer de perder el control»
Con tanta fragmentación de conocimientos basada en la especialidad, dogmas religiosos, mentiras y dinero como única razón en esta vida para sobrevivir y perpetuarse, me pregunto en quien, o donde recae la verdadera formación: ¿Se enseña la sensatez?, ¿El discernimiento?, ¿La decencia?, ¿La prudencia?, ¿El buen juicio?, ¿El altruismo?, ¿La ayuda al necesitado?, ¿La dignidad humana?, ¿La sinceridad aunque cause sufrimiento?
Nuestra contradictoria naturaleza, o bien es un defecto clamoroso de fábrica, o es condición sine qua non imprescindible en la evolución. Avance, retroceso, evolución, involución. Pero lo que no hacemos, y posiblemente sea por donde se deba empezar, es a estar vigilantes de nosotros mismos.
martes, 26 de mayo de 2015
la puerta
"Estimado Sr. Antoni Tapies:
Esta puerta bien podría ser una obra suya. Es puro informalismo, pintura abstracta, o escultura matérica y a la vez llena de símbolos. Es una puerta vieja de dos hojas, parcheada de trozos de madera, desgarrada por el paso del tiempo, cerrada por un candado que une un alambre doblado que atraviesa cada hoja.
Hacía unos pocos años que había dejado de fumar, pero sin necesidad de balancear un cigarro entre la comisura de sus labios para aplacar sus nervios, aun giraba sus cuadros para sentado en su sillón descubrir nuevos matices.
Al menos pensaba que su obra materializada y arrancada de la realidad ajustada a los límites de un marco (a diferencia de esa puerta encadenada que quiso rescatar) perduraría de por vida.
universo de uno
Universo de uno y de todo lo que lo rodea en verso.
Si la prosa va en línea recta, doblando renglones, el
verso a ritmo dejará una huella, tras un giro. Será que al poeta no le quede
otra.
Uno gira y rodea el todo, que es uno, porque quiere abarcarlo todo. Sus manos, prolongación de sus pensamientos, quieren alcanzar y tocar los misterios del Universo, al abrazo de lo que lleva dentro.
Y crea y hace algo, lo que puede, porque tan sólo desea mostrarse
y compartir.
domingo, 24 de mayo de 2015
élite
jueves, 21 de mayo de 2015
depende...
Pensar, de “pensare”, de “pendere”
Una balanza de equilibrios en la que se cuelgan y pesan ventajas y objeciones para tomar decisiones. Esas opciones escogidas de entre múltiples posibilidades. La decisión ha de ser precisa, bien delimitada, bien recortada, bien acertada. Todo bien, que luego viene todo mal y vienen las lamentaciones.
Los pensamientos y las creencias delimitan nuestras decisiones; hacia un lado de la balanza (a veces) hacia otro lado de la balanza (también a veces) y algunas veces, (pocas veces) equilibrando al máximo nuestros pensamientos para no incurrir en errores, para creernos que obramos justamente, sin deambular sin rumbo. ¡Ja! como interjección me digo a mí mismo. Todo bien, todo mal...
Los dilemas, si/no, dejan paso a los tetralemas; verás, ninguna de las dos, ni tan siquiera ésta que ahora te digo, tal vez... Lo flexible nunca se posiciona de un lado. Lógica taoista que obvia el equilibrio. Al fin y al cabo en equilibrio la vida se contempla demasiado desequilibrada, y al final te vence lo emocional y caes.
Recurro al mito de Sisifo de Camus. Ciegos cómo estamos empujando una y otra vez, una pesada piedra hacia arriba. En la cima no caben más piedras, pero al menos, aunque yerres, tomas decisiones, y en el recorrido hacia arriba, cuando ya has caído, tienes tiempo de sobra para pensar si equilibraste bien la balanza.
El único objetivo interior es la búsqueda de la felicidad, y esta está cerca de la paz interior que te debe, para ser justos, hacer ver las cosas según depende. En este plano material, han marcado unas reglas del juego: Todo cuesta y todo es cuesta.
Pender de "pendere", ¿de qué depende? Pues depende...
jueves, 14 de mayo de 2015
tiene ochenta y tres años
Tiene ochenta y tres años.
Encorvado como unas viejas que pintaba hace años, esas de pañuelo en cabeza y nudo en garganta, ha acabado en perfecta simbiosis mimetizado entre su obra y él. Ahora su vida se resume a dormir, levantarse y sentarse frente a la caja tonta, que es así cómo él la llama. No oye mucho pero dice que se entera de lo que ve.
No consiguió integrarse, chocó con todas esas normas absurdas, burocracia infranqueable de los poderosos. A los galeristas de arte los mandaba bien lejos: "No fastidie que se queda con un cuarenta por ciento y encima yo enmarco las obras. Pues va a ser que no". Portazos de esos hubo unos cuantos.
Su obra es increíble. Acotada a los límites de una casa de noventa metros cuadrados, que digo, a un cuarto, su pequeño cuarto de nueve metros cuadrados, la escala de su creatividad se contuvo hasta donde pudo. Cuadros o esculturas grandes (lo que se dice grandes) no hay. No lo conoce nadie, y su obra podría estar colgada al lado de cualquiera de los de su generación: Tapies, Lucio Muñoz, Feito, Sempere, Saura, Guerrero, Torner, Canogar, qué sé yo.
Cómo el agrimensor del Castillo de Kafka, no entiende mucho. O tal vez entiende demasiado. Demasiado cuando en su limitada y contenida biblioteca se amontonaban libros y más libros de ensayo y arte. Cuando adivinabas en ella libros como "Tener o ser" de Erich Fromm, o libros de filosofía oriental Zen. Mal encaminado nunca fue, y ya hace años de eso.
Por cierto la persona a la que me refiero es mi padre, un entrañable, iracundo y genial (de genio) anciano, con un universo interior plasmado en una obra, obsesionado por las cajas, los garabatos, los laberintos, las viejas, incomprendido, y lo digo y escribo ahora con lágrimas en los ojos que muy posiblemente cuando se tenga que ir se quedará con las ganas de saber si lo que hizo, con tantas limitaciones, anteponiendo a los suyos por encima de su obra y de a lo que verdaderamente se hubiera querido dedicar, vale.
Por lo material no, eso lo sabemos los que le conocemos. Pero el valor de la obra de un artista se mide enfrentada a la mirada expuesta, a la observación desconocida, por la capacidad de emocionar sin saber, sólo entendiendo que detrás hay sinceridad, trabajo, y un universo interior que mostrar. ¿Qué es sino la creatividad?
Todo eso lo he aprendido de él y a él se lo debo.
martes, 12 de mayo de 2015
somos hojas a merced del viento
sábado, 25 de abril de 2015
futuro
jueves, 9 de abril de 2015
anhelas
Estas tranquilo. La respiración se torna calma. Consciente, la dificultad desaparece.
Volver a la vida en vida, que es si no resucitar, si no saber si estabas vivo.
Anhelar dejar de anhelar, para respirar sin dificultad. Dejar de buscar.
Volver en vida a la vida, respirar tranquilidad, paz, calma, respirar amor, encontrar la verdad.
La vida, no es sólo la vida humana. La que no alcanzamos a comprender también es vida.
Ella también respira y respira de forma natural, sin anhelar nada, porque no desea nada.
Tan sólo es.
martes, 31 de marzo de 2015
conos para ver
Conos para el que quiera ver. Un cono es una figura tridimensional (sólido de revolución) cuya base circular es generada por el giro de un triángulo rectángulo alrededor de uno de sus catetos. Según el corte o sección que le hagamos con un plano obtendremos círculos (cortes horizontales), elipses (circunferencias aplastadas), parábolas (curvas cónicas), o hipérboles (cortes por planos paralelos a su eje).
Cono viene del griego "piña". Piña de "pinea". Círculo de “circus” redondez. Palabra ("verbum") viene del latín "parábola" (comparación). Elipse del griego “élleipsis” igual a falta u omisión. Hipérbole del griego "hiperbolé" (sobre lanzamiento) exageración.
Círculos y elipses curvas cerradas, parábolas e hipérboles curvas abiertas.
En el principio fue la palabra, el verbo, la parábola, la caída del agua de una fuente, una curva cónica abierta, sección y corte de un cono tridimensional. Los mundos paralelos son exageraciones, omisiones elípticas, hipérboles existentes por infinitos cortes de planos paralelos al eje de una piña tridimensional.
Nuestra existencia está vinculada a uno de esos cortes. Los planos y mundos superiores son infinitos, son círculos y parábolas, elipses e hipérboles de un cono imaginario, generado por el giro de un infinito triángulo. El tiempo se mide en un ilusorio reloj de arena. Conos simétricos, espirales de gusano que comunican mundos distintos con planos y cortes infinitos diferentes.
Y esto sin explicar nada, sólo explica una concepción particular del universo vinculado a lo bidimensional, desde la posibilidad de imaginar desde mi limitada comprensión nuestra insignificante existencia y nuestra increíble posibilidad de concebir mil y un infinitos universos.
Células sensibles que ven la tridimensionalidad y pineas que encierran y abren dimensiones. Cortes planos seccionando el más allá. Tal vez otra forma de ver.
Retóricas del habla, discursos para hacer pensar.