jueves, 25 de marzo de 2021

gestaciones


CAPÍTULO XL 
El movimiento del Tao es el retorno.
El efecto del Tao es la flexibilidad.
En el universo todas las cosas nacen del ser. 
El ser nace del no-ser. 
tao  te ching
Lao Tse

 

“En el profundo silencio del bosque” esto es todo lo que pido. Niels-Henning Ørsted Pedersen, contrabajista danés interpreta esta maravillosa melodía que cierra esta entrada, o que abre esta entrada. 

Y diréis que tiene que ver esto con los nacimientos, las gestaciones o los círculos de la vida.

Pues todo y nada.

Pero me remonto a los primeros años de este siglo. Sin saber muy bien los motivos mi primer intento de trasladar mis experiencias y publicarlas (en cierto modo gestaciones) se hizo con esta música de fondo. 

Esta melodía oída tantas veces me transmitía paz, y aún hoy lo hace. La paz que por aquel entonces escaseaba. La angustia que me invadía fruto de soledades, desprendimientos, salidas, responsabilidades, de no ser yo y ansiar ser lo que otros me decían, o me decía, debía de ser. 

Y desde entonces sólo quise narrarlo de algún modo.

Transcurrido tanto tiempo me permito hoy ahondar en esta ocasión por los misterios de los nacimientos (los Crísticos,  los humanos y los inanimados) pues justo es reconocer que mi periplo no hubiese llegado hasta aquí sin aquel intento y sin saber bien el significado profundo de una materialización (esta) puesta a prueba constantemente, que recientemente hace unos días celebró su retorno anual solar.

Hoy se celebra en el santoral la encarnación. La lógica de gestación a nueve meses vista, del nacimiento de un niño precisa del misterio de su concepción y el 25 de marzo es el día anunciado.

También hoy los Dimas están de felicitación. “El compañero crucificado”, el primer santo, que en recompensa a su arrepentimiento alcanzó el tan ansiado paraíso o edén. 

Pero no, no ahondaré hoy en esos otros misterios promesas de paz de quienes se desviaron.

En el calidoscopio fractal de yuxtaposiciones de diseño y personalidad que quedó enunciado en “hipótesis indemostrables”, o más bien en los acompañamientos de “astros superpuestos” podría, lejos de los pareceres o juicios cerrados (de la ortodoxia) validar mi atención tanto para la vida animada como para la propia creación inanimada de las cosas en todas sus formas.

En definitiva, como existencias ambas se aferran y son y nacen a su manera hasta que dejen de ser en el sentido de lo que conocemos.

Mirando hacia atrás haciendo coincidir horas desde este día 25, otra gestación literaria personal proyectó, allá por diciembre en el día de los santos inocentes, el inicio de otro trozo menor de arco de un mismo círculo, que no aunque se asemeje, la sección de una línea recta.

Efectivamente “de bromas plúmbeas”, aunque parezca se enroque en las confusiones del engaño, en el fondo revindica la fuerza vital de las endorfinas carentes de culpa donde desde la inocencia el niño aun no adoctrinado tan sólo manifiesta sus ganas infinitas de jugar.

¿Será que el misterio de la encarnación, como un constructo de nuestro pensamiento o una realidad indemostrable de la divinidad precisada de actos de fe, se acompañe de un diseño, sí, llamémosle, aunque no sea cierto “biogenético” o heredado de lo Omnisciente y al significado de la celebración de los santos inocentes?

La respuesta derivada a nuestra capacidad de opinar y enjuiciar, fabular o de afirmar verdades nunca será satisfactoria.

Ese cero redondo que se representa en el no-ser simboliza la nada, pero no es lo vaciado sino lo no manifestado como se nos anuncia en el tao. La vacuidad del círculo de un centro infinito (el flujo del chi) que alberga en su interior al Ser.

Un patrón de reabsorción de lo Omnisciente que todo lo sabe, incluso lo que no sabe, o que construimos y ansiamos que todo lo sepa, como encarnación de la conciencia para poder venir a este mundo, precisa de la redondez del círculo, del mándala de la vida donde esa forma acota en su perfección la propia perfección de lo infinito para hacerse a la luz.

Y es que los recorridos desde inocencias primigenias a concepciones encarnadas, de días del padre con instrucciones bajo el brazo a procesos educativos futuros, las agujas del reloj avanzan y desde infinitas experiencias, que son posiciones, lo gestado se crea (y se creará), y lo nacido cerrando el círculo se aferrará a la vida, iniciará andaduras y se manifestará en momentos presentes donde la conciencia se revele.

A mi manera, eso sí, desde la expresión de esta individual y singular forma personificada, que a través (entre otras maneras) de estos escritos, sepa Ser.



This is all i ask (esto es todo lo que pido)
I skovens dybe stille ro (tranquillity in the woods) (tranquilidad en el bosque)
Niels-Henning Ørsted Pedersen



Semana del 24 al 30 de marzo 2021
Sol en Puerta 17. El seguimiento opiniones
“La antigua ley de que los que deseen gobernar deben saber servir"
Línea 17.2. Discernimiento. El beneficio de las asociaciones basado en los valores más elevados
Diseño Humano. Lynda Bunnell y Ra Uru Hu 

17ª Clave Genética. "El ojo"
Sombra: Opinión / Don: Clarividencia / Sidhhi: Omnisciencia
Las Claves Genéticas. Richard Rudd




viernes, 19 de marzo de 2021

el manual de instrucciones

¿Cuál es el primer deber del hombre? La respuesta es muy breve: ser uno mismo.
Henrik Johan Ibsen

 

La caja de aluminio estaba a rebosar de papeles. Unas veces por regalos, otras por necesidad, de forma automática garantías y manuales pasaban a su archivo. 

Un video del año dos mil, los electrodomésticos de la cocina, unas cuantas teles, un sofá de piel, unas maletas, una librería de Ikea, un porta-bicis para el coche, ordenadores, cámaras,... Todo un resumen de décadas de, andanzas, recorridos y objetos adquiridos.

El manual de instrucciones de una máquina fotográfica y el de la lavadora merecieron su atención. Los ojeó. los mecanismos básicos cómo la exposición, apertura de diafragma, velocidad de obturación, o los diferentes programas para lavar estaban a su alcance.

Con formación adecuada accionar sus posiciones, pensó, hubiesen garantizado, sino el éxito (una buena foto), que para eso hay que tener otras cualidades, al menos sacar el máximo partido a los aparatos.

Por desconocimiento o ignorancia solemos poner el ajuste en modo automático para que sea la máquina la que decida por ti

Aunque de vez en cuando hagas buenas fotos o desconozcas todas las instrucciones de los programas del manejo de una lavadora, eres libre de hacer alguna elección. Cuando no hay elección, o crees que no la tienes, pocas veces entiendes que a lo mejor si dispones de libertad. 

Es más afirmaría que sólo cuando aceptas que no tienes más que una única elección individual, auténtica, alcanzas la verdadera libertad... 

No preciso que año era, es casi un hecho irrelevante. Era el futuro.

De los 195 miembros considerados en el primer cuarto del siglo XXI que conformaban la ONU, los aproximadamente 370 millones de tribus indígenas aun perteneciendo a esos estados soberanos, se añadían a una lista global de pueblos y razas, que hacía inútil la configuración de un hemiciclo en el que físicamente entraran todos.

De hecho, por antigüedad la presidencia recaía ese año en un integrante de una tribu antiquísima de Papúa Guinea. Lo que se aprobaba por unanimidad era fruto de años y años de lucha y derechos a reconocer. Un inicio de un principio individual de aceptación que marcaría un antes y un después por siempre.

A tal extremo el mundo había progresado, que la tecnología permitía procesar ingentes cantidades de datos e información que retrataban nuestra naturaleza esencial. La globalización homogeneizadora que hasta hacía unos años campaba a sus anchas por parte de determinadas élites, países y gobernantes dirigiendo en sus intereses a la humanidad, quedaba atrás.

No enumeraré ahora el compendio del manual de instrucciones. Por personalizado lo haría imposible. Baste decir que incluso algunos artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos, por genéricos (los relacionados con la libertad) se habían visto afectados y matizados sin discusión.

El ser humano no tenía elección en su individualidad y se podía demostrar empíricamente. Las potencialidades, la posibilidad de erradicar los temores heredados y marcados en tu ADN, la integración correcta a futuro en la sociedad mediante un mapa preciso que orientase a padres y educadores marcaban una ruta segura a seguir.

El mayor punto problemático hizo referencia evidentemente a la no elección. No tener elección y proclamar el derecho a tu libertad, tan poco avenidos históricamente ambos, entraron y centraron durante décadas su permanente conflicto fruto de acalorados debates. 

Pero todo estaba suficientemente testado como para ratificar su comunión. El concepto de libertad tan manido y manoseado por el adoctrinamiento era por fin entendido. Nunca más la educación estaría al servicio de las ideologías.

Se nace libre igual en dignidad y derechos, pero el niño precisa educación específica, y esta proviene de su diseño diferenciado. Cumplida la mayoría de edad el humano respondería de sus actos haciéndose responsable de los mismos.

Se aprobaba por unanimidad el manual de instrucciones del ser humano, obligado a entregar al nacer a los padres, que determinaba el recorrido educacional obligatorio específico e individualizado a enseñar acorde a la codificación genética y a la naturaleza esencial portada. 

La única llave para ser uno verdaderamente libre y rechazar tantos automatismos inducidos seculares. La única manera desde el mismo instante de la fecha de tu nacimiento, en tu educación, de sentar bases sólidas y poder comportarnos fraternalmente los unos con los otros.

El verdadero mapa personal de tu felicidad, tu fotografía, que en este futuro utópico soñado para algunos, demagógico para otros, arduo de realizar entonces, se nos enseñase de pequeño, o recurriésemos a él de mayores para no perdernos y sanar las heridas que nos persiguen y nos ayudasen a elevarnos en pos de un alcanzable Amor Universal. Que en esencia es:

La energía más poderosa e indestructible existente. El acceso al aposento de nuestro maestro interior, la libertad sin otra elección posible que no fuese ser uno mismo. 

Nuestro primer deber.



Andança 
Photograph
Grazyna Auguscik & Paulinho Garcia


sábado, 6 de marzo de 2021

tránsito

De querer buscar y descubrirme, de la humanidad (de sus certezas y de sus dudas) de algunos de los 21 anillos codónicos¹ en concreto dos, como que casi que hago pleno, pero de la magia, ¡Ah de la magia…! a pesar de los rechazos, con humildad afirmo que me encuentra a menudo y a ella me acojo y de ella no dudo porque el pleno por único es absoluto. 

El lunes pasado arrancó el mes de marzo. Del año 2020 recuerdo que en ese día nos juntamos en casa, entre palomitas, cervezas, emociones y nervios, familiares y amigos (incluso un indio con cresta) para ver el clásico Madrid-Barsa. Quizás el último evento importante deportivo televisado previo al confinamientos y situación pandémica que aún nos acompaña. 

Cuando algo nace desde el primer instante nos encaminamos en pos de titubeantes pasos que se influencian, se sea consciente o no, de los tránsitos planetarios que se conexionan y nos acompañan en cada instante de nuestra existencia. El que se pueda creer en mayor o menor medida (objeto en sí mismo de discusión) ni viene al caso ni pierdo tiempo en argumentarlo.

Como parte de la experiencia vivida pasados tres meses, por el mes de mayo y por alguna circunstancia que trato de desentrañar, escribí “el último Mohicano, el guerrero valiente que sólo tenía a su padre, el último de su estirpe, que creció libre por las tundras y bosques americanos batallando contra los hurones y algunos hombres blancos, tratando de que su tribu no desapareciese...

Admitamos que cuando algo se concibe previo a su nacimiento, botadura o celebración, también se empapa en un plano no consciente de su momento transitado, experiencia o realidad, en la que se nos lleva a crear algo (o a creer en algo) a materializar.

Decidí dar un paso más y seguir enredado buscando que escribí y publiqué en el pasado. Si es que algún contenido escrito obedecía a algo o tan sólo eran invitaciones para dejarte llevar por enlaces marcados. 

Mi intuición decidió pararse en “Profundidades en la red”. Ciertamente reflejaba, ahondaba, en esas activaciones de nuestro entorno que potencialmente nos hacen ir en determinadas direcciones:

“Si somos genética -herencia- y entorno lo -que nos rodea-, como dice el neurobiólogo Robert Sapolsky, lo único que necesitaríamos sería que desde el entorno se activasen potencialidades en una determinada dirección.”

Pero continúo enredando,  en esta pesquisa mental semanal que toca².

No recuerdo cuando fue escrito En las propiedades del fichero la fecha señalada se corresponde con el uno de marzo de 2016 y así lo trasladé, supongo, al blog, si bien su publicación en realidad se hizo efectiva el diecinueve de marzo día en el que me regalé su nacimiento. Y eso es un hecho indiscutible.

Ir de un lado a otro lado entendiendo que hay un inicio y una finalización, un antes y un después de algo, es ni más ni menos que transitar. Y transitamos y nos transitan todo tipo de fuerzas externas o ajenas, que, sin duda, interaccionan y deberíamos ser capaces de apreciarlas para no dar bandazos. 

Puedo entender que empezar a escribir es gestar, y que publicar o mostrarse es nacer. Que nacer es sin duda el más maravilloso milagro. Del resto tan sólo hay dudas. Dudas absurdas que nos confunden, no pocas veces, al formularnos preguntas innecesarias, sondear, interpretar y enredarnos en lo aparente, pues lo importante será lo que se dice, lo que se transmite, lo que obedezca al tránsito que te afecte e indique direcciones correctas arropado desde tu entrenamiento, educación, y experiencias.

Que las dudas nos acompañan, ni me lo cuestiono, ni me impiden alcanzar a comprender que todo es Verdad. Que como se dice en el I-Chin después de la terminación hay Verdad. Que a lo mejor “todo final es un nuevo comienzo³ y que como le contesté al guerrero en el último Mohicano:

--Sinceramente Uncas (como prácticamente de casi todo añado), no tengo ni la menor idea. 

Ni idea de porqué no nos asimos agarrados de verdad, a una y única Verdad (la que está en tu interior) que lo englobe Todo dejando inútilmente de buscar.

Transitamos… y después y antes de terminar… seguimos transitando… y nos enredamos no pocas veces que no veas y así difícilmente estamos de forma permanente en paz. 

Afortunadamente todo esto en esta semana no no son más que estados, o enredos, o historias, que asumo, forman parte del tránsito.



Tránsito nº2 (Deep Cycle) · 
Abe Rábade trio

  1)  Anillo codónico. Familia química de tu cuerpo formada por uno o más codones. Hay un total de 21 Anillos codónicos, cada uno de ellos relacionado con un aminoácido especifico o codón final. Los Anillos codónicos son familias químicas transgénicas que operan en todo el acervo genético, agrupando naturalmente a ciertas personas en parejas, grupos o sociedades.
El Anillo de la humanidad está formado por las claves genéticas (10ª, 17ª, 21ª, 25ª, 38ª, 51ª)
El anillo de la búsqueda está formado por las claves genéticas (15ª, 39ª, 52ª, 53ª, 54ª, 58ª)
El anillo de la magia está formado por la clave (35ª)
Richard Rudd. Las Claves Genéticas
  2)  Clave genética 63ª semana del 1-7 de marzo 2020. Siddhi: Verdad; Don: Cuestionamiento; Sombra: Duda
  3)  Puerta 63ª. Después de concluir. Dudas. En la espiral de la vida, todos los finales son comienzos. 
Lynda Bunnell y Ra Uru Hu. Diseño Humano