Hoy lunes, 30 de noviembre de 2020 ya pasado el madrugador eclipse lunar de hace unas horas, me anticipo en unos días al 21 de diciembre a las 18:15 horas locales en España.
El eclipse de hoy ha sido penumbral-parcial con su máximo a las 09:43h.
El día y hora visible de la conjunción de la duplicidad de Júpiter con Saturno es el objeto de esta entrada. Un evento esperado el mismo día del solsticio por la comunidad científica de astrónomos. Su excepcionalidad al no darse desde la edad media en el año 1226 hace que en estos días, por estar cerca su proximidad, se nos recuerde y sea noticia.
Analizo a mi manera su posible afección desde referencias autodidactas de diseño humano o astrológicas, disciplinas a las que me acerco con interés, respeto y curiosidad, si bien, que quede claro, sin formación específica. Si algo me fascina es dejarme llevar por mi intuición por caminos inhóspitos. Afianzo mi saber abstracto ajeno a la razón de otros.
Reclamo mi derecho a saber de otra
forma. Para eso al igual que aquel que en su pensamiento y razonamiento fundamenten su conocimiento en la lógica, advierto, que por mis derroteros también trato de discernir verdades.
Esta conjunción una vez analizada decido es para mí y mi interpretación intuitiva, alternativa de conceptos, es para vosotros. Después, pasados unos días, meses o años, en el tiempo, valoraré (o se valorará) si fue correcta o dejó mostrar ángulos inobservables a mi atención.
Para ello una vez más fabulo narraciones imposibles rodeado de increibles sincronicidades, serendipias y experiencias:
La ley (Júpiter) superpuesta al dictamen y sentencia del juez (Saturno) se unen (por así decirlo) en la sala del tribunal junto a otros invitados, en mi caso, con mi Venus de diseño de testigo en espera de dictámenes favorables a sus poderosos intereses arquetípicos. Algo he leído de quienes dominan e interpretan estos misterios, de complementos y equilibrios entre antónimos, entre lo espiritual y lo material.
Personal, interpersonal o a mayores, juntos ambos, habrá resoluciones judiciales.
“El Padre” el astro rey, atento junto a otras fuerzas poderosas de lo que acontece, sereno permanece expectante.
Intuyo que en lo personal aquí en la tierra enraizados, testigos cómo allí en el firmamento saldré indemne, reforzado, libre y afianzado. Del resto, o la deriva económica mundial, aventuro tiempos inciertos y duros.
Hay quien verá en esta situación (por las circunstancias actuales pandémicas) cómo una señal de un posible agravamiento de terceras olas, un pistoletazo de salida (preámbulo de metamorfosis) el fin de una era, un coletazo de lo que se extingue o una analogía de energía crística venidera, antesala de tiempos mejores.
Y hay quien seguirá (la mayoría) indiferente y escéptico al movimiento e influencia de los astros en nuestras vidas, ajeno, afianzado en su ignorante y personal credo pendiente de rutinas diarias, trabajo, compras y cenas venideras deseando acabe el año.
Políticos enfrentados defendiendo sus intereses, intolerantes ante la incertidumbre sacando pecho por la nada, intereses económicos superlativos, un mundo ante la esperanza o la deriva viviendo el prólogo de unas navidades diferentes. Los abrazos y el contacto humano, el roce y el amor, nos recuerdan que tuvieron su momento y hoy son limitados. Que se fue y se es paciente.
Que siempre que se añora lo que se tuvo y no se aprecia lo
suficiente lo que se es y se tiene, en ese egoísmo que ignora al semejante, la vida se
cobra un precio. Tranquilizo. Todo es transitorio. En el horizonte se otean vacunas porcentuadas en su eficacia, venideras para la vuelta a la normalidad añorada por tantos.
Personalizo. No es la unión de
dos mitades, ni por la conjunción ni por lo que en lo personal me atañe, que no
es poco. Mi asombro seguirá intacto. Es la constatación en un presente (el
evento) de un diseño, mi diseño, en una superposición de dos plantillas donde los principales agentes programadores se hacen compañía en sus puertas. La
alianza de energías para hacerse visible dejando mensajes de experiencias compartidas.
Me centro en la superposición
asombrosa de un momento tan mágico en mi insignificante existencia:
De un lado este presente localizado, de acceso consciente, el instante con que trabajar, una identificación personal que "conozco" por ser “yo”, una observación parcial de mi y de el entorno. Parte a lo que me supedito y soy. Lo que deba de rendirse a su estrategia (mi estrategia) y su autoridad (mi autoridad) según postula el diseño humano:
La realidad del día, de este día, una foto fija de todos mis días, escrito y dicho durante más de una década. Mi diseño inconsciente hecho consciente personificado y real.
De otro lado, mi herencia, mi
linaje, mi plano programado genético y mi naturaleza inconsciente. Lo que sale
de mí y sorprende. El que tiene el verdadero control de mi vida y
posiblemente lo intuya y sepa. Quien me acompaña y se funde con mi personalidad:
Mi guía, mi conciencia justa, escrito y dicho durante
más de una década. Mi diseño de siempre. Mi Ser.
Ambas superpuestas. La vida sea programada, casual o causal me deja soles, tierras y lunas idénticas para ese día y esa hora. Una superposición de mi plano de diseño genético subconsciente con la realidad solemne de ese momento de asombrosa precisión. Cómo diciendo hoy, en este instante, te superpones a lo que pasa igual que esta admirable y luminosa conjunción planetaria. Y además lo hago con la fuerza impulsora de los tránsitos electromagnéticos generados de mis mil caminos para que otros, quienes quieran mirar, vean tu naturaleza interna visible en estas lunas de lunes y concentrado en los detalles, tu jerarquía y autoridad se direccionen a futuro.
Hoy y el próximo 21, te verán más y verás. El receptáculo se llena de cruces cruzadas de amor, de inicios y mutaciones, de compromisos con ser uno mismo y la
conjunción alumbra tanto o más que las luminarias cercanas que recuerdan esencias verdaderas y desafíos difíciles por misiones a recordar. Otros aspectos no menores acompañarán y reforzarán mensajes de
esperanza, de verdadero despertar en un mundo ciego a su individualidad específica y a su verdadera evolución, tan homogeneizado, sumiso e inducido a su suerte.
Tú te liberas, potencias y empujas, y el mundo, sin amor, si no despierta, cabe la duda si se sentenciará así mismo.
Me quedo, para finalizar, con este mensaje presente a futuro, de recuerdos de puentes de comunicación de lágrimas de neutrinos de la Mente superior:
"la Mente Universal, o cómo lo quieras y sientas llamar, expresaron que algún día cuando logremos fusionar (unificar) nuestra naturaleza perceptiva, sensorial y mental hacia el bien común, viviremos en mundos nuevos, sin duda, mejores que los soñados".
Lo
dice la ley y el juez, porque en ese preciso instante de la conjunción, siendo en parte "yo", saborearé la experiencia de lo que acontezca y con el tiempo te diré que sentí. Y esperaré sereno que la resolución favorable de la sentencia confirme mi inocencia.
Interpretes: Charlie Haden & Gonzalo Rubalcaba
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