sábado, 6 de marzo de 2021

tránsito

De querer buscar y descubrirme, de la humanidad (de sus certezas y de sus dudas) de algunos de los 21 anillos codónicos¹ en concreto dos, como que casi que hago pleno, pero de la magia, ¡Ah de la magia…! a pesar de los rechazos, con humildad afirmo que me encuentra a menudo y a ella me acojo y de ella no dudo porque el pleno por único es absoluto. 

El lunes pasado arrancó el mes de marzo. Del año 2020 recuerdo que en ese día nos juntamos en casa, entre palomitas, cervezas, emociones y nervios, familiares y amigos (incluso un indio con cresta) para ver el clásico Madrid-Barsa. Quizás el último evento importante deportivo televisado previo al confinamientos y situación pandémica que aún nos acompaña. 

Cuando algo nace desde el primer instante nos encaminamos en pos de titubeantes pasos que se influencian, se sea consciente o no, de los tránsitos planetarios que se conexionan y nos acompañan en cada instante de nuestra existencia. El que se pueda creer en mayor o menor medida (objeto en sí mismo de discusión) ni viene al caso ni pierdo tiempo en argumentarlo.

Como parte de la experiencia vivida pasados tres meses, por el mes de mayo y por alguna circunstancia que trato de desentrañar, escribí “el último Mohicano, el guerrero valiente que sólo tenía a su padre, el último de su estirpe, que creció libre por las tundras y bosques americanos batallando contra los hurones y algunos hombres blancos, tratando de que su tribu no desapareciese...

Admitamos que cuando algo se concibe previo a su nacimiento, botadura o celebración, también se empapa en un plano no consciente de su momento transitado, experiencia o realidad, en la que se nos lleva a crear algo (o a creer en algo) a materializar.

Decidí dar un paso más y seguir enredado buscando que escribí y publiqué en el pasado. Si es que algún contenido escrito obedecía a algo o tan sólo eran invitaciones para dejarte llevar por enlaces marcados. 

Mi intuición decidió pararse en “Profundidades en la red”. Ciertamente reflejaba, ahondaba, en esas activaciones de nuestro entorno que potencialmente nos hacen ir en determinadas direcciones:

“Si somos genética -herencia- y entorno lo -que nos rodea-, como dice el neurobiólogo Robert Sapolsky, lo único que necesitaríamos sería que desde el entorno se activasen potencialidades en una determinada dirección.”

Pero continúo enredando,  en esta pesquisa mental semanal que toca².

No recuerdo cuando fue escrito En las propiedades del fichero la fecha señalada se corresponde con el uno de marzo de 2016 y así lo trasladé, supongo, al blog, si bien su publicación en realidad se hizo efectiva el diecinueve de marzo día en el que me regalé su nacimiento. Y eso es un hecho indiscutible.

Ir de un lado a otro lado entendiendo que hay un inicio y una finalización, un antes y un después de algo, es ni más ni menos que transitar. Y transitamos y nos transitan todo tipo de fuerzas externas o ajenas, que, sin duda, interaccionan y deberíamos ser capaces de apreciarlas para no dar bandazos. 

Puedo entender que empezar a escribir es gestar, y que publicar o mostrarse es nacer. Que nacer es sin duda el más maravilloso milagro. Del resto tan sólo hay dudas. Dudas absurdas que nos confunden, no pocas veces, al formularnos preguntas innecesarias, sondear, interpretar y enredarnos en lo aparente, pues lo importante será lo que se dice, lo que se transmite, lo que obedezca al tránsito que te afecte e indique direcciones correctas arropado desde tu entrenamiento, educación, y experiencias.

Que las dudas nos acompañan, ni me lo cuestiono, ni me impiden alcanzar a comprender que todo es Verdad. Que como se dice en el I-Chin después de la terminación hay Verdad. Que a lo mejor “todo final es un nuevo comienzo³ y que como le contesté al guerrero en el último Mohicano:

--Sinceramente Uncas (como prácticamente de casi todo añado), no tengo ni la menor idea. 

Ni idea de porqué no nos asimos agarrados de verdad, a una y única Verdad (la que está en tu interior) que lo englobe Todo dejando inútilmente de buscar.

Transitamos… y después y antes de terminar… seguimos transitando… y nos enredamos no pocas veces que no veas y así difícilmente estamos de forma permanente en paz. 

Afortunadamente todo esto en esta semana no no son más que estados, o enredos, o historias, que asumo, forman parte del tránsito.



Tránsito nº2 (Deep Cycle) · 
Abe Rábade trio

  1)  Anillo codónico. Familia química de tu cuerpo formada por uno o más codones. Hay un total de 21 Anillos codónicos, cada uno de ellos relacionado con un aminoácido especifico o codón final. Los Anillos codónicos son familias químicas transgénicas que operan en todo el acervo genético, agrupando naturalmente a ciertas personas en parejas, grupos o sociedades.
El Anillo de la humanidad está formado por las claves genéticas (10ª, 17ª, 21ª, 25ª, 38ª, 51ª)
El anillo de la búsqueda está formado por las claves genéticas (15ª, 39ª, 52ª, 53ª, 54ª, 58ª)
El anillo de la magia está formado por la clave (35ª)
Richard Rudd. Las Claves Genéticas
  2)  Clave genética 63ª semana del 1-7 de marzo 2020. Siddhi: Verdad; Don: Cuestionamiento; Sombra: Duda
  3)  Puerta 63ª. Después de concluir. Dudas. En la espiral de la vida, todos los finales son comienzos. 
Lynda Bunnell y Ra Uru Hu. Diseño Humano

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