viernes, 9 de noviembre de 2012

las creencias

Creencias que conforman realidades subjetivas, o realidades subjetivas que dan forma a las creencias, que tanto da, que da lo mismo.

Arranco con esta historia inventada sobre un hecho cotidiano, que da pie a un dialogo posterior entre dos imaginarias personas D y A:

Recién llegado al pueblo para pasar unos días de descanso, por la tarde, una mujer y su  madre se acercaron para hacer la compra a un pueblo cercano. A la salida del supermercado y con las bolsas en el maletero, y en un descuido, se quedaron las llaves del coche en su interior.

La mujer llamó al marido para que se acercara con otro juego. Pero por desgracia no se las había llevado, por lo que las emplazó a que esperasen su recogida. Era tarde y empezaba a anochecer, y la madre e hija en la espera no sabían muy bien que hacer.

En el corto viaje al pueblo cercano, el marido pensó para sus adentros cual sería la mejor solución; si rompiendo un cristal para acceder al interior, ya que se dijo:  —Bueno, tampoco será tan grave luego de arreglado el seguro lo pagará.

En la espera a la mujer se le ocurrió preguntar por un taller y le indicaron uno dos calles más abajo. Con una palanca, una bomba de fuelle y un alambre los mecánicos lograron en un par de minutos entre abrir una de las puertas para liberar el cerrojo sin necesidad de romper ni el cristal ni de forzar la puerta.

Cuando el marido llegó todo se había solucionado. 

Al día siguiente la madre, de fuertes convicciones religiosas, comentando lo sucedido dijo que, con el disgusto pasado en la espera, pidió con todas sus fuerzas rezando una solución. Para ella sus plegarias habían sido oídas. El marido, en su agnosticismo convencido no paraba de darle vueltas a la contestación de la suegra.

Este es el diálogo que surgió entre el marido D y un conocido suyo A:

—D. ¿"A" como surgen las creencias? Preguntó "D" interesado.
—A. Pues verás, hace tiempo leí un escrito que decía literalmente esto:
"Cuando crees en algo, haces que sea real para ti. Es imposible no creer en lo que ves, pero es igualmente imposible ver lo que no crees. La percepción se construye sobre la base de la experiencia, y la experiencia conduce a las creencias. La percepción no se estabiliza hasta que las creencias se cimentan. De hecho, pues, lo que ves es lo que crees. El gran secreto que se le ha ocultado a la especie humana es que el pensamiento crea tanto la experiencia como la realidad. Toda realidad está creada por el pensamiento. Y toda experiencia es subjetiva." 
 —D. Pero, si nuestra observación, que en el fondo es percepción, se construye desde la base de la experiencia y es el pensamiento el que crea tanto las experiencias como la realidad, me temo que coexistirán infinitas creencias todas tan válidas como subjetivas. ¿Dónde se encuentra entonces la verdad? ¿Deberíamos renunciar a toda creencia? preguntó "D" con curiosidad.
—A. La verdad, según lo veo yo, es sólo tuya, por lo tanto, procura en la medida de tus posibilidades, entendimiento e intelecto no engañarte a ti mismo, mucho menos sucumbas a vibraciones bajas que anulen tu discernimiento y te sometan a poderes externos, demiurgos creados por el pensamiento de otros que quieran de ti tu sometimiento a través del miedo, la coacción o las creencias. Si puedes ejerce la duda siempre que esta sea razonable sin caer en el escepticismo y aprende a conocer y a concerté a ti mismo, antes, que a informarte sin conocimiento y te sugiero aprendas, aunque no te salga al principio, a expresar tus sentimientos, pensamientos e ideas a través del arte. Así comprenderás el universo que habitas y esas serán tus únicas creencias, porque sus cimientos serán sólidos. Pero no lo olvides también serán subjetivas.
—D. ¿Y cómo se lo harías ver a la suegra? Me temo que no te entendería.
—A. Lo intentaría. Si al menos vive su religiosidad sin que te la imponga no lo considero un problema. Pero por desgracia no puedo decir lo mismo de otras personas, de otros pueblos y otras culturas. En nombre de sus creencias, y hasta hoy mismo, han sometido y quieren seguir sometiendo tu percepción, tu observación, para que tu realidad sea limitada, dirigida, y por tanto irreal. Y como el pensamiento es y el pensamiento crea su realidad nos influye. Por tanto, sugeriría observar, pero únicamente de forma atenta, sólo así les colapsarás y crearás la suficiente incertidumbre a quienes te quieren imponer su credo. De esta forma, entiendo, podrás lograr junto con muchos que entiendan como tú, un cambio en sus planes. Y hoy en día estamos necesitados con urgencia de ello.
—D. No sé, también me parece un credo tu explicación.
—A. Lo es. ¿Y?
—D. No nada…en el fondo me acerco mucho a tu manera de entender.

Y así acaba esta historia. La actuación racional de la mujer, la idea del marido representado en ese instinto primario de la fuerza y las plegarias de la suegra para que se solucionase el problema, representan diferentes arquetipos de los tiempos presentes. Razón, instinto, fe. 

No sé, si "A" será un arquetipo del próximo futuro, si bien lo intenta, su subjetivo credo, su experiencia, también son fruto de su pensamiento y conforman una realidad, su realidad. Por eso en estos tiempos de crisis estamos necesitados de cambiar paradigmas, porque intuimos que los modelos del pasado ya no valen. 

En estas estamos al menos unos cuantos chalados metafísicos de nuestra existencia, incansables en descerrajar los credos propios y ajenos.


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