Hago de relator mercuriano omnisciente como
observador y al mismo tiempo como protagonista de esta historia.
Puede que se le haya atribuido, sea la frase suya o recordada o inventada por alguien, o sea fruto de mi imaginación. Lo haya leído o no, Michiel Adriaenszoon de Ruyter, el Almirante Holandés del siglo XVII, uno de los más famosos héroes navales de los actuales Países Bajos, además de admirado y respetado por su tripulación conocido por su apodo como “abuelo” dijo algo así como que lo único que sabía hacer era navegar y vivir en el mar.
Nació un 24 de marzo de 1607, cerca de iniciar el ciclo actual, cuando
su Sol en puerta 25.6 amanecido el día (nació a las 8 de la mañana) miraría
sin saberlo con los años desde la cubierta de su barco “las siete provincias” a
la clave 17.1 (la puerta organizadora de la humanidad, en su línea uno, apertura). Era reflector lo
que le permitía orientar su sensor lunar a la percepción misma, observando el
funcionamiento de la energía colectiva con una capacidad de comunicación
empática más que considerable.
No entro en sus hazañas bélicas navales.
El que quiera que se informe en la red o en su amplia biografía si está
interesado, tampoco en su propia carta Rave salvo la pincelada anterior. No es
lo que más me interesa en este relato de clarividencias adivinar si su diseño humano se correspondía con su persona.
Observaba mientras desayunaba con
la familia en el hotel un cartel en el comedor donde
se mencionaba lo siguiente: “está usted en este momento en la casa del gran Dutch
Admiral Michiel de Ruyter”. La casa enfrente del puerto de Ámsterdam en la
calle Prins Hendrikkade reconvertida en la actualidad en un modesto hotel fue hogar del insigne Almirante, y aún aguanta desde mediados del mil seiscientos.
La apertura del espíritu
emocional, la integridad, es la clave del proceso que explica Ra en la 55.6
cuando a partir del 2027 entremos en el
siguiente ciclo y las líneas seis (ojo a todas las que por hoy hay) cobren su verdadera importancia. Más o menos
es lo que quería expresar dos escritos atrás, cuando transcurriendo por su clave
allá por febrero me inspiré en la vibrante versión de la canción de Syracuse.
No sé si el alineamiento de la
forma y la sustancia en mi persona, es un particular estado de gracia, muestra
de la supra-sensibilidad de lo interno. Lo que sí sé es que miraba ese cartel el pasado 24 de marzo con interés y gran perplejidad y lo que si se también es que el Almirante, para mi sorpresa indagando con
posterioridad en su vida, falleció en la ciudad de Syracuse un 29 de abril de
1676 tras ser herido cinco días antes frente a la costa siciliana.
Definitivamente al igual que
nuestro protagonista Ruytier, “el mejor hombre con quien navegar” según narran quienes le conocieron me permito concluir y afirmar con calma en medio de la actual tormenta Nelson que nos azota en nuestra península:
Que lo único y mejor se hacer es traspasar los límites, establecer increíbles asociaciones sincrónicas, impacto, en un juego donde preservar mí inocencia, que rompe lógicas y reglas espacio-temporales, mutaciones acompasadas.
La aceptación de un único y preciado don. Toda esta visión de realidades superiores más allá de la consciencia… conexión interior que se apertura y con placer persevera y muestra algo que ni uno mismo acierta todavía a comprender.
Semana del 24/03/2024 al
29/03/2024
Sol en puerta 17
Puerta 17 El
seguimiento. La puerta de las opiniones
29/03/2024. 17.6. Bodhisattva.
El seguimiento perfeccionado que es uno con y lo mismo que el liderazgo perfeccionado. El protector por excelencia
Diseño Humano. Lynda
Bunnell y Ra Uru Hu
17ª clave Genética: El
ojo
Sombra: Opinión. Don: Clarividencia.
Siddhi: Omnisciencia
Claves Genéticas. Richard Rudd
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