Qué curioso recurrir a vidas,
y alojos sin esencia.
Qué curioso sentir invisible,
de vientos y caídas que levitan.
Qué curioso suspiro por error expulsado, venciendo,
entendimiento del hombre y su angustia (el engaño),
de repaso presente, sin sentido hiriente.
Qué curioso amargor de vides y simientes pasajeras,
epopeya de sarmientos curados, perennes.
Qué curioso circuito, sinusoide sin meta,
vientre infinito de almas sensibles.