En el momento actual,
se pierde la seguridad de la filosofía coherente, que existió desde Parménides
hasta Hegel.
Karl Jaspers
El
mundo entero te dice lo contrario. Te dice que desde los sentidos si se puede
satisfacer todo.
El
mundo entero debe de ser pitagórico (por lo de las matemáticas y el dominio de
los números) sobre todo en rebajas, y va contra mí, que no os quede duda.
Salía
de la tienda henchido y alienado. Con ganas de decir al resto (del mundo me
refiero) lo mal que compran. Si, yo tenía mis botas por un precio ya rebajado,
del propio de por sí ya rebajado, sobre el disparate original.
Una
gesta a mi medida del tipo te gusta conducir, pues ahí lo tienes.
El
black Friday satisfaciendo mis intereses y gustos y el resto del mundo saliendo
tanto o más henchidos que un servidor con sus bolsas repletas de victorias
rebajadas.
Así
son las cosas ante el disparo de neón del pre-inicio navideño iluminado
habitual por estas fechas que no sabe de quietudes incubas a lo Parménides, más si de abordajes de gangas colmando deseos.
Me
reconozco en la cita de Heráclito, por mencionar al otro, en el sentido de haberme
investigado a mí mismo, lo suficiente de momento, (y lo que quede) como
para saber que hay que devolver al hombre a sus raíces.
Mis
raíces me dicen esta semana que desde la quietud conexionada que domestica lo
pequeño, concentrado, poniendo foco en los detalles se puede avanzar más que
dejándote llevar por la inercia de lo que dicta el sistema.
Aunque
lo pongan difícil, que para este lunes se ha programado el ciber-Monday y la
fiesta continua.
Esta
y no otra es la lección de mi entorno. Un escenario tan lleno de luminarias
cómo de un hombre sin rumbo, o sin luminarias, o con rumbo fijo para ponerse
las botas, que es lo mismo.
¡Que
me perdone el mundo entero!
Muere
Almudena Grandes:
“Todos
nos dejamos engañar a la vez, y no porque seamos tontos, sino porque las buenas
personas son fáciles de engañar”
Pero
yo no soy tonto, yo satisfago mis sentidos, compro barato mis deseos,
experimento fugazmente que se siente, aprendo su lección, porque el mundo
entero me lo dice.
Que
lo contrario, qué si se entere, requeriría de volver a las raíces, al siglo VI
adC., al kilometraje cero que dio inicio al hombre pensante con los presocráticos.
Al
sanador de la gruta, al Iatromantis, al sacerdote de Apolo, al hombre
incubo, al Parménides que para salir del sopor del sueño en que vivimos lo
mejor era acercarse en la quietud de la cueva, o en la quietud de la
montaña que en definitiva es lo mismo, que te lleve a las profundidades del
saber.
Así es la cruz de mi vida, atento a mi alrededor para interpretar mi papel chamánico de cómo, despierto (o dormido para el mundo entero según se mire) iniciarte, sanarte y reconocer al Ser que sí te satisface en todo, ese sí, si sabes o intentas al menos cómo llegar a él.
Que seguro, aunque no me entere, que lo que desea de nosotros es nuestra felicidad, aunque desde mi perspectiva limitada, o será ilimitada, me cueste la incomprensión… de un mundo entero, felizmente consumiendo y consumiéndose, aunque no lo sepa, en su propia infelicidad…
¡Que me perdone el mundo entero!
Tracy Chapman - Baby Can I Hold You