Basándome en las enseñanzas de Dawa Gyaltsent, aseguraría que todas las enseñanzas, las verdaderas, te llevan de cabeza hacia la gran capacidad del ser humano. Su infinita capacidad para crear.
¿Desde dónde se crea?
Sin duda cuando te conectas o puedes conectarte con algo a alguien, en cualquier plano ya sea físico, emocional, espiritual. Cuando te conectas desde la experiencia que une el vacío y la consciencia alerta. Cuando salen a relucir tus cualidades internas.
Es el nivel de la inteligencia espiritual, recién lo leo, un nivel exclusivamente humano y basado en la sabiduría, donde se opera con el ojo de la contemplación o del espíritu, superando al ego narcisista, no limitándonos a la racionalidad de la ciencia, generando sentido a la vida sin depender de circunstancias externas. Rebasando lo cognitivo, la lógica y el lenguaje.
La necesidad de relacionarse con la verdad última de las cosas, el anhelo de trascendencia y conexión con una totalidad mayor que el propio ego, ese revestimiento de sentido espiritual de la propia vida para que esta sea significativa.
Uno no podría estar más de acuerdo con esta enseñanza adaptada paterna:
"Uno construye un mundo propio a base de experiencias. En esa experimentación del día a día, cuando viajas, lees, conversas, escribes, en familia y amigos, al relacionarnos, en el trabajo, cimentas un poso en el que cuando creas, cuando en silencio reflexionas en conexión con el infinito universo interior que todos llevamos dentro, y estando atento con plena consciencia del momento presente que vives, descubres por que el todo contiene a las partes, cómo existen señales, coincidencias, sincronicidades, desarrollos de sucesos llenos de sentido que se viven, sin un orden aparente a la vista de quien los ve y siente. Que, en definitiva, las cosas ocurren porque las vemos y decidimos contarlas, plasmarlas, recrearlas, crearlas"
Imágenes vividas que nos proporcionan un mensaje en el plano del pensamiento y del alma. Y es que todo lo que está en nuestra mente, es lo que se manifiesta en nuestro mundo, seguramente porque hayamos sido creados a imagen y semejanza de lo Incognoscible.
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