sábado, 24 de septiembre de 2011

la ciencia no se ocupa de cosas indemostrables

Diderot el padre de la "enciclopédie" sostenía que los humanos a lo largo de los siglos han estado sometidos a tres códigos. A saber; el de la naturaleza, el de la sociedad y el de la religión. Y difícilmente en armonía, siempre con la necesidad de transgredirlos. En definitiva, se trataba, como ilustrado que era, de que el hombre pensase aplicando la razón. Y ahí entra la ciencia como referente (que por cierto ya no nos ha dejado), en lo concerniente a resolver los problemas sociales y políticos. Y en lo que respecta a la naturaleza en principio por los datos geológicos de este planeta difícilmente se la somete, a pesar de lo salvajemente que se la esté expoliando y exprimiendo. Crecemos muy rápido y tarde o temprano la madre naturaleza dirá basta. De hecho, se puede afirmar con prudencia que ya ha empezado.
Pero lo que sí es cierto es que la ciencia no se ocupa de cosas indemostrables. Esto se la trae, valga lo vulgar de la expresión, al pairo. Encoge los hombros, mira a otro lado y si preguntas lo más seguro es que le incomodes o te muestre su desprecio. A ver si no como nos explican los misterios de las pirámides de Egipto, o la autoría y tecnología utilizada de los crops circules por poner sólo dos ejemplos.
Se podría afirmar, aplicando la razón, que el ser humano nunca ha creado nada de nada. Sólo, y en cualquier ámbito de la vida, ha descubierto. Y si no que se lo digan de nuevo, a la ciencia. Habrá que ver si los neutrinos corren más, y si así es, pues nada nos cepillaremos la fórmula de Einstein, la quitaremos de los libros de texto que ya encontraremos su sucesora. Ven como no pasa nada.  Lo que vemos entre medias de cada descubrimiento sin darnos cuenta es que se sigue irracional y arrogantemente evolucionando.
Ahora desde los medios se quiere que pensemos, amplificando la razón de los hechos, en catástrofes, desgracias, crisis, etc., etc. Las masas azuzadas por una actualidad catastróficamente desbordada.  Mirando atrás, nuestra historia es un desesperante ejemplo de repetición de problemas sociales, políticos y religiosos con la codicia como pretexto para seguir sometiéndonos. Y hay una conclusión, que no te cuentan, pero que parece obvia: Si las catástrofes, desgracias, crisis, etc., las pensamos, hay quien no duda que estas pasarán. ¿No es acaso lo ocurrido hasta ahora?
Los rumores hay que expandirlos poco a poco publicitándolos. E internet es el medio más idóneo para expandir virus. El control mental hace el resto y los pensamientos se incrustan en las mentes. Me pregunto si pensamos de forma individual racional o nos incitan a pensar de forma colectiva irracional, inducida, porque me da que somos un pelín manipulables. Lo malo es que nos guste o no, somos lo que pensamos y son nuestros pensamientos los que crean el conjunto de nuestras posibilidades de futuro.  Porque esto es así, esto es ni más ni menos lo que ocurre y está ocurriendo, el siniestro juego que conocen unos pocos y están utilizando.

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