Una desrealización de uno mismo logro entrever en no pocos rostros de la mañana temprana. Los vehículos portan heridas no vistas. los dedos gordos se deslizan en pantallas silenciosas con inusitada agilidad. El metro con su murmullo ensordecedor de fondo cursa paradas.
Entornos y direcciones pasadas, el andén del destino se bifurca en “y”. Se confluye en una especie de embudo atascado esperando pacientemente turno para ascender a la superficie. Según se sale, a mi derecha un edificio conocido con nombre de reino hispano me recuerda trabajos de hace un par de décadas.
Ahora, en uno de los mil caminos donde también estuve y
acogieron, otra vieja conocida dirección (esta con nombre de santo
ermitaño) me espera calle abajo a quinientos metros.
Los 38 escalones finales del subterráneo (los había
contado) dan acceso a la calle de camino tempranero a la particular posición en el campo de batalla. La lucha y el medio (no
importa cuán desagradable lo fuese o no) justificado por un fin, los veía en el
silencio onomatopéyico sobrecogedor de las pisadas de infantería que me
acompañaban en la contienda del día a día.
Porque aquí todo el mundo (lo sepa o
no) lucha. Lucha¹ en la que ni siquiera conocemos contra que luchamos pero al
que damos la mano, con tal de ganar la preciada soldada.
Los nodos no son uno, sino el entorno y
las direcciones (pasada (nodo sur) o futura (nodo norte)) escenarios que
percibes.
Lucha cortés, me recuerdan. Es la del día a día. Es
la que tengo, escenario nodal que siempre acompaña y rodea. Sonido silencioso, de
resignación, pero presente, son la del esclavo que acude a diario a su centro
de trabajo subiendo escaleras para alcanzar la preciada libertad.
A partir del 23 de junio el entorno nodal se traslada de las actuales puertas 27 y 28 (la nutrición y el miedo a vivir una vida sin propósito) a las puertas 50 y 3 (transición de lo conservador, a lo innovador) y otro escenario durante las semanas que dure, como telón de fondo (en mayor o menor medida) influirá.
Otra oportunidad impulsora silenciosa sutil y
presente a tener en cuenta si en tu sensibilidad lo logras percibir e interpretar, será para cumplir tu verdadero propósito en este teatro de la vida.
Cambio "love" por "work" en la desgarradora "love is a losing game" de la gran Amy Winehouse. "Love is a fate resigned" por "work is a fate resigned" escucharía tenuemente al final.
El trabajo, si no logras quitarte su yugo, es un destino resignado. Más vale que lo aprendas pronto.
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