Un
nodo en arquitectura, más en concreto en una estructura, es aquel lugar de
unión existente entre distintos elementos, para cambiar la dirección, un apoyo
o un voladizo.
Las
interacciones múltiples del ser humano conforman en un todo sus cuatro cuerpos:
el físico, emocional, intelectual y espiritual y te elevan al ser holístico que
en esencia somos. Nada va por separado y el todo no es la suma de las partes.
Descubrir
los puntos de intersección, su conexión misma donde confluyen determinados
elementos es encontrar los enlaces que te unen al propósito de tu existencia.
Hay
nodos que unen cada uno los cuatro cuerpos, lugares comunes, hay enlaces inadvertidos, y hay nodos de personalidad y nodos de enlace puntos de
respiración común para alinear tu personalidad y tu diseño y unirte a la vida
misma.
Mis
Nodos de enlace son el Nodo Norte de Diseño (39.2) y el Nodo Sur de
Personalidad (58.4) y conforman esos lugares de encuentro físicos y de conexión
con los demás que me dan habilidades o pautas en mi sentir, pensar o actuar.
Uno
me habla de confrontación, otro de enfoque.
El
primero (y seguramente el segundo) me recuerda que lo que proyecto se
interpreta a ojos ajenos como una provocación. El segundo es un foco
direccional de una única vía, pura energía, de desafíos a la autoridad.
La
puerta 39 alimenta como combustible (lo nutre) al espíritu de la puerta 55, lo
provoca. La puerta 58 busca evaluar que es correcto y que no lo es.
Ambos
entornos de tensión, sensibilidad y presión me indican escenarios de
confluencia para que la cognición se alinee, para que el diseño y la personalidad muestren esta consciencia que se descubre en
evolución.
Son
por las que aprendo, presto atención, memorizo, razono o comprendo derivado
todo mi potencial cognitivo al espíritu del ser de la puerta de personalidad punto
de unión de diferentes elementos para tratar de crear y formar un
cuerpo-espíritu natural cristalizado (maestro interior) acorde a su plan de
inicio.
Hago
una pausa dejo reposar lo anterior, cambio de tercio y mi intuición me acerca a
un extraordinario documental en una cadena de televisión “nuestro mundo lleno
de vida”
Difícil
es no sucumbir a la belleza de la madre naturaleza. Al sabio equilibrio de la
misma basado en ciclos y ritmos, en interconexiones de redes ocultas que
trabajan solidariamente para preservar este hogar.
A
la propia cadena alimenticia tan cruel y dura por la supervivencia. A
asombrarnos de que inteligencia oculta mueve los hilos para equilibrar la vida
en el planeta. Y también ver el egoísmo y depredación del humano que en su
inconsciencia actúa y altera a un ritmo desenfrenado a la misma naturaleza que
es decir a la misma vida.
Reflexiono
y me pregunto si se podría establecer algún nexo de unión, algún nodo que una la
belleza de una formación natural del cuerpo-espíritu a este inter conexionado
“mundo vivo”. Sabemos que las tribus indígenas sabían y saben convivir en
armonía establecer nodos de conexiones espirituales entre los diferentes reinos
vivos.
Nuestras
acciones tienen consecuencias, ayudando a la naturaleza la naturaleza nos ayuda
a nosotros. No se trata de salvar a esta, sino que la naturaleza nos salve a
nosotros. Así acaba el último capítulo de esta serie.
Reeducar
y acercarnos a nuestro maestro interior y arrinconar las sombras de nuestro
irracional e insolidario egoísmo, que antepone nuestros intereses personales al
equilibrio natural, es la única manera de contribuir a dejar un mundo mejor, la
herencia que queramos legar a nuestros hijos.
Este es mi enfoque ante la confrontación permanente que observo, observamos, en este entorno nodal puntual de “shoks”¹ y bulos que hace meses que nos acompaña y al menos en un día como hoy, me quedo o reflexiono con lo que en verdad nos debería importar por encima de nuestras más inconfesables miserias.
Puntualizaciones:
Lo
que muestro y comparto, labor de investigación auto-expresada y específica, es
campo fértil para indagar y sembrar en la formación de tu naturaleza esencial
los alimentos que hagan nacer en tu verdadera dimensión total al ser humano
holístico que ya eres.
Esta
es la única manera de ser consciente de ti y de tu entorno y al completarnos de
cuidarnos y cuidar la vida de nuestro único hogar.
Recuerdo
postulados gnósticos en un escrito en plena pandemia que titulé Radiant City y
una vez más atraigo a este presente este otro secreto, ya no tanto, el secreto
más alto y prodigioso deviene tan sólo de poner la Luz en curso circular. La
flor de oro que nace en el cielo en la casa de lo Creativo. La belleza
intrínseca qué en la conjunción de los opuestos nace de forma natural.
El Todo es la revelación coherente, decía hace unos días, el arte verdadero, la
identidad del Ser descubierto, o manifestado, o centrado, o narrado, o
escuchado al que uno se rinde por acoger su verdadera naturaleza holística.
Que
de no ser así haciendo un guiño a la tradición kármica (y los nodos tienen una
estrecha relación con el karma) a admitir como una posibilidad el reencarnarnos
una y otra vez por no saber cómo evolucionar sin dañar o alterar la naturaleza
de la que formamos parte en el equilibrio que la vida misma nos muestra.
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