“Verás maltratados a los inocentes, perdonados los culpados, menospreciados los buenos, honrados y sublimados los malos; verás los pobres y humildes abatidos, y poder más en todos los negocios el favor que la virtud”.
Fray Luis De Granada (1504-1588)
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Cambié el horario de programación del último escrito “el abuelo”
Lo
mostré a otra hora y en otro día.
Obedecí
a un impulso de autoridad interna y pospuse su publicación a las diez del
viernes pasado, para veinticuatro horas después mostrarse. Me dio por ahí por la tarde. Ni sé por
qué.
Puse
“la caja tonta” ese viernes por la noche a las diez.
Hice
“zapping”. Homenajeaban la figura de Fernando Fernán Gómez en la dos de
televisión (Historias de nuestro cine). El 28 de agosto se hubiesen cumplido cien años de
su nacimiento.
Observé que se podía elegir que ver en un mismo canal a la misma hora con los televisores actuales. Programaban dos películas (en una director y protagonista, en otra protagonista) de este inigualable director de cine y actor también guionista y escritor. A saber: “El mundo sigue” y “el abuelo”.
Leí
el resumen de ambas. Una “El mundo sigue” sobre la doble moral en la
España post franquista de dos hermanas que anhelan mejorar sus pobres vidas, otra, “el
abuelo”, búsqueda decidida de este para saber cuál de sus dos nietas es sangre de su sangre, heredera de su fortuna.
Vi ganar, en paralelo, en un emocionante partido a un chaval de dieciocho años. Recambio
generacional del tenis español, Nadal ya casi abuelo (deportivamente hablando) tiene sustituto: “El mundo sigue”.
Preferí
ver ese partido. Procuraré ver en una semana (las teles de
ahora lo permiten) estas magníficas películas de culto en un momento más adecuado.
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Me
mantuve. No me alteré. Nada es concluyente...
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En la prensa escrita, en la última página antes de finalizar y leer y hojear su lectura, se consultan las programaciones de las cadenas en abierto. Que echan, donde y a que hora. Esto forma parte del pasado. Poca gente lee prensa escrita.
Mi generación y la de mis padres encienden la tele como ruido
de fondo en otras tareas. Te dejas ir. No tenemos ni idea que ponen. Es lo que hay.
Los
chavales de hoy navegan por otros sitios.
Efectivamente
“el mundo sigue” quizás la mejor conclusión del Sol en puerta 64ª (antes de
concluir. Confusión) de esta semana. Así se expresa:
“La
transición, al igual que el nacimiento, requiere de una fuerza determinada para
pasar el pasaje a través”
Y de su par programado la 63ª (después de concluir. Dudas), también presente. De la que recalco:
“En la espiral de la vida, todos los finales son comienzos”:
Ambas
puertas son de presión. Bajo su presión, a través, efectivamente, el mundo occidental del hemisferio norte
inicia estos días pasajes del nuevo curso en septiembre. El resto del mundo también.
Otro
inicio después del periodo vacacional.
Fuerza determinada y autoimpuesta que permita contar con nuevas programaciones: en televisiones, emisoras, cursos
escolares y universitarios, política, empresas, negocios…
Trabajos,
que qué sé yo.
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Oigo
de fondo “Under pressure”. Atentos al vídeo. Me quedo con la canción de
Mercury y Bowie. Viene como anillo al dedo para cerrar estos cambios.
(Give love, give love, give love) como remedio ante la presión que impida abrumarte y confundirte. Convicción (mi puerta plutoniana de la 64.4 que se acompaña hoy de su homónima la 64.4 y la 61.5, la influencia de la verdad interior. La puerta del misterio, que anuncia en estos precisos momentos que la confusión no es más que un proceso que lleva a la claridad, a su riqueza.
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Por muy oculta y alejada que en nuestro sistema solar me influya y se encuentre, la victoria es mía:
La del abuelo, el hortelano, la del mundo que sigue, la del tenista que ilusiona, las del trabajo personal.
La fuerza que da la vida: El amor.
Y
en un par de días, después de ocuparme y cambiar mi particular programación a
otras puertas según se indica, sin duda, mi yo superior en mi atención se anuncia.
Porque sí:
Porque:
cambiaré, obedeceré, mostraré, pondré, haré, observaré, leeré, veré, preferiré, procuraré y mantendré…
…a salvo en mi existencia…
...mi inocencia.
De la realidad, de los intereses de otros, de la presión de programas inducidos y propios, de mis asociaciones,
serendipias de billar, presentes en nuevos y palpables tránsitos…
∞
Porque el amor es una palabra tan pasada
de moda.
Y el amor te desafía a cuidar
a la gente al borde de la noche.
Y el amor te desafía a cambiar nuestra manera de
preocuparnos por nosotros mismos.
Este es nuestro último baile.
Este es nuestro último baile.
Esto somos nosotros.
Bajo presión.
Bajo presión.
Presión.
∞
Queen