domingo, 23 de agosto de 2020

saltos


“Conocerse a sí mismo es reconocerse, encontrar en el complejo buceo de la intimidad elementos que indiquen el sustrato coherente que articula cada personalidad”
Emilio Lledó

La ducha, previa por obligada. Luego de pisadas poco decididas y un fugaz cambio de proceder (aún sin saber porqué) en un instante su presente―, el escarmiento. Al tirarse de cabeza, zambullirse en el agua, otra experiencia negativa, psicología de aprendizajes. Era verano y una vez más de su presente extraería sustratos coherentes, reflexivos, dichos e informados.

Recordó nadar en el líquido amniótico su pasado y aun habiéndose roto las aguas divisar tenuemente una luz en el exterior, dirección de pasos a seguir. Otro instante en el que, todavía indefinido (aun faltaría una hora, tan sólo una hora), vendría a la vida para manifestarse.

De lo que viniese ―su futuro― lo dejaría para más adelante.

Pero me remonto más atrás, fabulo imaginando conversaciones previas de gotas infinitas, de un mar en el Pléroma, en la inmensidad, a la espera temblorosa de turnos entrenados en el trampolín de cabeza a la vida:

―¿Me separaré de la plenitud y no recordaré?
―Sí, así es, así está diseñado. Ajustaremos tu potencial con precisión. Tu asignación y misión serán idénticas a la de todos: “recuperar la memoria”, ―tu tarea, similar: “recordar tu entrenamiento”. ―tu profesión, bien entendida (y no hablo de remuneraciones económicas que ya sabrás de eso), igual a la de todos: "convertirte en una inspiración". Haciendo llegar información veraz de tu entorno a través de ti, de tu presencia, de tus actos y tus palabras como mejor sepas y puedas.
Padre, es mucha responsabilidad... tengo miedo…
Así lo hacemos todos cuando nos separamos e introducimos en el dédalo de la vida. Pero aprenderás a dominarlo. Separarse siempre produce dolor, y aprender a reconocer tus miedos significará en vida, tu mayor acto de valentía.

saltó. Y se sumergió. Y sólo después de muchos años intuyó, cuando después de contener la respiración. inhaló a pleno pulmón el oxígeno de la vida en la superficie, que tal vez algo de verdad hubiese en sus recuerdos.

No hay cambios bruscos sólo transiciones de estados. De la noche más profunda, al primer rayo amanecido, de la plenitud de cortar lo umbilical ―lo que nos unía― a la radiante luz que nos acoge, la variabilidad de potenciales, formas únicas de expresarse la conciencia.

Supongo, que de estar influenciado por todo a definir una estrategia de olas emocionales que desde su garganta y mente, reflejara su experiencia con inusitada energía, era ese paso previo necesario para expresar en su contrato lo acordado.

Y lo acordado, por recordado, se volcaba en lo indefinido de su Centro del Ser, donde la dirección y el amor esperaban, reconocimiento de futuros que por realizado lo pactado, hubiesen aportado y devuelto su gota, al océano de la vida eterna cumplida la misión. 

La análoga misión de todos.

Lo del escarmiento, ese castigo que enseña, fue relativo. Aunque sintió un estiramiento en su gemelo destensó su sóleo, maltrecho desde hacía unas semanas, que doblaba con dificultad su rodilla. Podría haberlo anticipado, haberlo previsto, haber dominado su impulso, su dolor, su posterior ira, actuado con prudencia, haber ido antes al fisio...

Podría haber actuado de tantas formas, tan acertadas cómo desacertadas….pero su salto fue al vacío, con la esperanza de hacer salir del laberinto de la inconsciencia, articulando desde su experiencia, informando, tanto a si mismo, cómo al menos a tan sólo cuatro gatos que lo leyeran.



Michiel Borstlap
Álbum: Reflective
Canción: Reflective