La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó el día 14 de abril de este año a las 14:14h desde la Guayana Francesa el cohete Ariane 5 para poner en órbita la sonda Juice (traducido del inglés, jugo), en misión a Júpiter.
Si me viesen verían como se me
dibuja una ligera sonrisa (el argumento de un chiste) enésima serendipia de billar advertida mientras
escribo estas líneas.
El “Jupiter Icy Moons Explorer” acrónimo de Juice, tardará ocho años en
recorrer su distancia actual de unos 778 millones de kilómetros. Mapeará, estudiará, captará y enviará sus
datos con el objetivo de buscar vida en los océanos bajo el hielo de alguna de
sus lunas, Europa, Calisto y Ganimedes.
Su lanzamiento coincidente en puertas
42.4 (Sol) y Júpiter 42.2 en esta semana no se me aparece casual.
Transitando por esta clave del aumento. crecimiento y desde los postulados de Rudd que en la misma nos
habla de dejar ir a la vida y a la muerte, podría interpretarse como un
sueño a futuro la mera posibilidad (a lo Interestelar de Nolan) de encontrar
vida (más quisiéramos condiciones o recursos aptos para nuestras formas) en algún estado evolutivo ya sea incipiente o maduro que
tambalee nuestras limitadas, vanidosas y cíclicas existencias atadas a este
insignificante, como diría Carl Sagán, punto azul a puntito si no lo corregimos, de cargarnos.
Muy a nuestro pesar todos los
ciclos de la vida nos recuerdan nuestra finitud. Y como observador observado de
este libro, en mi particular misión a Júpiter (mediador de recursos de lo que venga) observo la expresión de los exprimidos jugos de nuestras vidas, propósitos o posibilidades que diseñan nuestras anheladas y ansiadas respuestas
que den algún sentido a las preguntas fundamentales.
En el día de reyes me regalé una
verdadera y exitosa ascensión donde tocar los cielos. Una mirada hacia lo
próximo (fin del trigrama superior) en línea seis de este recorrido dhármico
personal cuya secuencia de la perla en 42.4 me pide una y otra vez que silencie
mi mente para alcanzar la celebración, desde la lucidez que arrincone las
expectativas de estrechez y estrés atendiendo en esa ayudar y dar a los demás
de forma desinteresada o desprendida la culminación de esa trascendencia.
No sabiendo (o eso parece) administrar en este planeta un recurso tan imprescindible para la vida como es el agua. No teniendo bastante con ubicarnos correctamente en un tiempo y espacio determinado, ansiamos progresos evolutivos vinculados a viajes reales por este sistema solar (de momento no tripulados) gracias a procesos de aprendizajes lógicos.
Habrá que esperar unos cuantos años a que la nave hable.
Si el desarrollo de lo cognitivo
define en parte las características que puedan dar soluciones a problemas
futuros, como la escasez de agua, o la presencia de otras formas de vida
extraterrestres, la autoconsciencia también como aprendizaje nos permite
centrarnos y abordar de forma realista los problemas de aquí.
Un proceso de maduración, cosecha a granar donde contribuir como parte de un gran ciclo natural a la expansión de
la consciencia desde la misma forma, que paradojas, como expresé en
desprendimientos observados, permita al mismo tiempo progresar a un todo superior contenido, mostrado, que
incansablemente, es un deseo, nos transforme y nos haga prosperar.