No es lo mismo nacer con una discapacidad
que sufrir en vida una discapacidad.
Hay personas con discapacidad que no se
sienten incompletas, porque nacieron así. Somos nosotros los que distorsionamos
nuestra mirada. Nacieron con toda la fuerza del mundo recibiendo la ayuda y el
inmenso amor de los que les protegieron, sin duda, seguramente, sus familiares más cercanos.
La superación que proviene desde los
choques frontales que en la vida se presentan y tambalean tu existencia, tu
acomodo, tu estabilidad, son los que te convierten en héroe, más si la
superación proviene de ti, más si te tambaleaste por denunciar, sin ayuda,
donde tus heridas se curaron solas con el tiempo, forjándote en la dureza,
enfrentándote al todopoderoso, frente a la incomprensión, cobardía, de los que
silenciaron y pudiendo ayudar, callaron, por miedo.
Por eso el mundo está como
está.
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